Para nada revolucionaria, como sí lo es su anclaje histórico (Alemania de 1989, con un muro a punto de caer), "Atómica" entretiene por su acción pero desilusiona por previsibilidad. Así cómo la saga de "Kill Bill", del gran Quentin Tarantino con Uma Thurman, o "Lucy", con Scarlett Johansson, este filme protagonizado por Charlize Theron repite el patrón de la mujer vengadora que busca ajusticiar a sus enemigos. En este sentido, la rubia que ya había lucido sus dotes aguerridos en "Aeon Flux" y "Mad Max", encarna a la espía Lorraine, con la que despliega toda su seducción para finalmente convertirse en una máquina de matar durante los 115 minutos del filme. Cada escena esta diseñada por el coreógrafo y doble de riesgo David Leitch, uno de los directores de "Sin control" (2014) y quien con esta película debuta como solista. La trama basada en la búsqueda de esta espía secreta que es enviada a la Berlín dividida en dos de 1989 con la misión de recuperar un McGuffin con forma de microfilm y descubrir a un traidor en su organización, se convierte sólo en la excusa para darle sentido a un sinfín de coreografías de acción: cautivantes, sí, pero empalagosas. La historia se vuelve confusa entre flashbacks y escenas eróticas, pero repunta a cada momento con el excelente soundtrack que va desde George Michael, Queen, David Bowie, New Order hasta Depeche Mode.