A una semana de las elecciones, el peronismo debate cómo evitar la dispersión y asegurar una victoria en Rosario. En un escenario que aparece dominado por Juan Monteverde, Juan Pedro Aleart y Carolina Labayru, y siguiendo los resultados que arrojaron las Paso de abril, aseguran que los votantes de Roberto Sukerman y Lisandro Cavatorta pueden definir la elección a concejal.
Aunque en las Paso la performance tanto de Sukerman como de Cavatorta fue baja (y hoy ninguno de los dos lograría ingresar al Concejo), esos mismos resultados indican que si esos votos van a Monteverde, el candidato de la unidad entre Ciudad Futura y el peronismo dejaría sin chances a Aleart, el representante de La Libertad Avanza (LLA).
Por eso, distintos sectores y tribus del peronismo piden fortalecer la candidatura de Monteverde frente a la posibilidad de ganarles al oficialismo y a La Libertad Avanza en un mismo día, y que el PJ vuelva a vencer en Rosario después de más de tres décadas.
Por estas horas, no son pocos los sectores que intentan convencer a Sukerman y Cavatorta de que bajen sus candidaturas para apoyar al postulante que ganó la interna de Más para Santa Fe con más del 80 por ciento de los votos.
El objetivo es claro: que el peronismo recupere la ciudad en 2027. Vale recordar que, en 2023, Monteverde perdió la Intendencia por un puñado de votos y un triunfo ahora lo dejaría en las puertas del Palacio de los Leones. Sería un cambio de signo político que no se da desde el regreso de la democracia, a partir del cual socialistas y radicales se alternaron el poder sin interrupciones.
Algunos actores critican la decisión de mantener candidaturas separadas como un obstáculo para la recuperación del espacio político. Se habla de “caprichos personales” y “egoísmo” que podrían alejar al peronismo de una posibilidad concreta de ampliar su influencia legislativa y posicionarse de cara al 2027.
En ese contexto, algunos históricos referentes del peronismo califican la actitud de Sukerman y Cavatorta como “un capricho individual” y “exceso de ego” que los alejan de una oportunidad histórica.
“Más aún en este contexto de persecución al peronismo y proscripción de Cristina Kirchner”, señalan, para luego agregar: “La unidad es más necesaria que nunca, y un triunfo sería un envión anímico muy importante para todo el país”.
La elección ofrece un final con Monteverde, Aleart y Labayru en el tándem de los favoritos. Desde distintas trincheras pronostican que quien salga primero se quedará con seis escaños, el segundo con cinco, y la candidata del intendente Javkin apenas lograría dos bancas.
En ese marco, en el PJ hacen cálculos: tanto el quinto como el sexto lugar de la lista de Monteverde están ocupados por dirigentes peronistas, no por referentes de Ciudad Futura.
“¿Por qué tendría más valor que entre Sukerman, que se fue del PJ, que Pablo Basso (militante social y hermano del histórico defensor de derechos humanos Juane Basso)? ¿O Myriam Vázquez, militante barrial de Descamisados?”, plantean, para luego añadir: “¿Qué aporta más al peronismo: eso, o que entre Cavatorta, quien viene de la televisión y nunca fue peronista?”.
A una semana las elecciones, las opciones siguen abiertas. Todo indica que será un final para el infarto. “Con Monteverde, el peronismo en Rosario vuelve a tener la palabra. No la caguemos”, sintetizó con crudeza un dirigente peronista.