La extensión de tres kilómetros de costa, el agua cálida, los acantilados y la gran diferencia de las mareas le brindan esa particularidad que hace de Las Grutas un destino muy atractivo con una oferta amplia y variada de excursiones.
El clima es agradable durante gran parte del año, y las aguas del mar suelen ser cálidas en comparación con otras zonas de Argentina, lo que las hace ideales para nadar y practicar deportes acuáticos.
Qué hacer en Las Grutas
Una de las propuestas destacadas que ofrece la villa balnearia es el avistamiento de fauna marina, ya que las características geográficas de la costa hacen de esta zona un lugar único y especial para la vida marina.
Con embarcaciones preparadas para esta actividad y guías especializados, los paseos se realizan en grupos reducidos de 12 personas y ofrecen vistas paradisíacas.
Los visitantes disfrutan de las costas y del Área Natural Protegida Bahía San Antonio, con la posibilidad de apreciar lobos marinos, ballenas y delfines, entre otras especies.
Para el trayecto existen dos modalidades; una más corta, de aproximadamente una hora de duración, o el trayecto largo, que puede extenderse hasta más de dos horas.
Esta última opción permite la visita a la Isla Mejillón, a unos 10 kilómetros al sur de Las Grutas, donde se pueden conocer todas las especies que habitan la zona, como estrellas de mar, erizos, pulpos y cangrejos, entre otras; además de bucear y tener la posibilidad de ver lobos marinos y delfines.
Otra de las excursiones lleva hacia la enorme meseta ubicada a unos 10 kilómetros al sur de la villa turística, conocida como Fuerte Argentino, y permite recorrer las playas paradisíacas que se extienden a lo largo del recorrido que separa su ubicación del balneario Piedras Coloradas.
En general, los prestadores movilizan al grupo de visitantes en vehículos todoterreno y coronan el paseo con un brindis o un asado al aire libre.
Antes de llegar a destino, pueden visitarse lugares como El Buque, El Sótano y El Cañadón de las Ostras, y realizar snorkeling en la laguna que se extiende al pie del gigante rocoso.
Otra de los paseos más buscados es la visita a las Salinas del Gualicho, ubicadas a 60 kilómetros de San Antonio y a 72 metros bajo el nivel del mar, que son las más grandes del país, las terceras en importancia industrial de Sudamérica, y se extienden a lo largo de 35 kilómetros con la franja más ancha de unos 18 kilómetros.
Este paisaje, de una blancura imposible que refleja la totalidad del cielo hace imaginar que uno se mueve entre nubes, en un paseo que puede insumir algunas horas o extenderse hasta bien entrada la noche.
En algunos casos, los prestadores ofrecen cerrar el recorrido compartiendo una copa de champagne en el lugar, o participar de una cena con productos de mar o el típico cordero patagónico.
Continuando viaje, a unos cuatro kilómetros, se llega al precioso balneario de Piedras Coloradas, donde el color rojizo bermillon de las formaciones rocosas que se extienden hasta el mar le da nombre a este lugar, que se caracteriza por su arena fina y la tranquilidad con respecto a las playas céntricas de Las Grutas. Es un lugar encantador para relajarse, disfrutar de la vista y visitar en familia. Y si se va en auto, hay espacio para estacionar y llevar comida para almorzar en la playa. En la temporada de verano funciona un parador para comer o tomar algo con vistas al mar.
Las aguas tranquilas de esta playa también son ideales para nadar y practicar deportes acuáticos como el snorkel, donde se puede explorar la vida marina y las formaciones submarinas.
Para aquellos que disfruten de la fauna marina, es posible sumergirse en el secreto de las aguas del Golfo San Matías con un bautismo de buceo que dura una jornada e incluye práctica en pileta, la salida al mar y los equipos que se requieren.
A unos cinco kilómetros al sur de la villa y a 7,5 kilómetros de la costa, Las Grutas ofrece un parque subacuático, que tiene un arrecife artificial, y se está convirtiendo en uno de los más grandes de Sudamérica.
Este parque subacuático es una experiencia inolvidable para los amantes del buceo y para aquellos que desean explorar la belleza del océano desde una perspectiva diferente. La claridad del agua y la rica biodiversidad hacen de este arrecife artificial un lugar emocionante para la aventura submarina y la fotografía subacuática.
Los submarinistas pueden esperar encontrarse con peces coloridos, algas marinas, esponjas, y una gran diversidad de criaturas marinas.
Para los amantes del cielo nocturno, Las Grutas ofrece la experiencia de astroturismo, emprendimiento novedoso que no sólo busca fomentar la astronomía en el balneario como una actividad turística sino también de forma educativa e inclusiva.
Además de las usuales salidas nocturnas para vislumbrar los astros mediante telescopios, también se realizan visitas a escuelas de la región y talleres en bibliotecas, para que la mayor cantidad de personas pueda disfrutar de las maravillas que pueblan los cielos.
Por otra parte, el Tren Patagónico une la Cordillera de los Andes con el Océano Atlántico cada semana; parte desde Bariloche los domingos a las 17, recorre la Estepa en su totalidad de oeste a este, y llega a San Antonio Oeste – a 17 kilómetros de Las Grutas- al día siguiente, alrededor de las 7.15, y a Viedma a las 11.30.
Además, cada viernes a las 18 el icónico ferrocarril inicia el mismo trayecto en el sentido contrario para retornar a la localidad barilochense.
En definitiva, Las Grutas es un destino con playas hermosas y una amplia gama de actividades para disfrutar. Y la ciudad ofrece comodidades y entretenimiento para los visitantes que deseen explorar la región.
Cómo llegar
Para arribar a Las Grutas hay diversas opciones; las más usuales son, por tierra, en colectivos o autos particulares.
Una de las alternativas más válidas desde Rosario, si es que no se quiere pasar por Buenos Aires, es la opción de la Ruta 33, que atravesará las provincias de Santa Fe y Buenos Aires, pasando por ciudades como Rufino y Bahía Blanca.
Una vez en Bahía Blanca, hay que conectar con la Ruta Nacional 3, que te llevará hacia el sur, en dirección a la zona atlántica de Río Negro.
Hay que asegurarse de tener suficiente combustible y provisiones, ya que es posible que haya tramos largos sin estaciones de servicio o tiendas.