Fernanda Felice escribió un libro donde las princesas de los cuentos se rebelan y pelean por sus derechos. Las princesas están cansadas de hablar de maquillajes, dietas y calzados. Empezaron con estas discusiones, y de pronto aparecieron viejos malestares sobre el vestuario, los papeles en las películas, los guiones en los cuentos y el cliché de los “finales felices”. Todo esto lo cuenta Cenicienta en su diario personal, que estuvo escondido por años. Así arranca Diario de una princesa revolucionaria, el nuevo libro de Fernanda Felice editado por Sudestada. Ya se lanzó a preventa desde las redes sociales y la página de la editorial, y en diciembre llega a las librerías.
El contacto con la editorial comenzó antes de la pandemia, cuando Sudestada compartió en sus redes un mensaje de Felice —fonoaudióloga, docente y escritora— sobre el Día de la Mujer (8 de marzo), donde interpelaba al universo adulto. Fernanda ya había publicado Cuentos desobedientes (Editorial Laborde), donde se incluye una “Carta del Lobo feroz” y el “Comunicado de las princesas” de los cuentos, que habían armado un sindicato. Una idea que retoma en el diario de Cenicienta, donde el espacio gremial lo conforman además Ariel, Rapunzel, Blancanieves y la combativa Mérida, que mantiene un fuerte contrapunto con la miedosa Aurora, protagonista de La bella durmiente, a quien cuesta al principio convencer de sumarse a la lucha. En el diario además aparece la reacción del aquelarre de brujas, de los príncipes y la Fantastic Children Word Corporation, la compañía cinematográfica a la que le plantean los reclamos.
Para mostrar esas disputas y contradicciones, Felice apela al humor. Entre esas escenas, destaca las discusiones entre las princesas al momento de definir el nombre del sindicato. “Siempre hay una amiga más aguerrida que se atreve a todo, la que a todo le teme y la que intenta intervenir para resolver esa situación”, apunta. Otros divertido conflicto es el que se presenta entre Cenicienta y el Príncipe Azul a través de mensajes de WhatsApp. Un príncipe que se enoja y hasta decide impulsar su propio gremio.
El diario escondido
El diseño del libro simula ser una libreta roja con la portada gastada, como si hubiese estado escondida por años. O como dice la autora en la presentación, “una historia que quisieron esconder, pero que sale a la luz en este libro y ya nadie podrá callar jamás”.
“Me pareció que podía ser interesante esto de escribir un diario en nombre de una princesa que proponga algo distinto. Y que se cuestione lo que nos cuestionamos la mayoría de las mujeres, porque hay mandatos que hemos aprendido y que tenemos que hacer un enorme esfuerzo por desarmarlos y corrernos de esos lugares. Porque las princesas representan mucho en la vida de muchas niñas, por eso poder contarles otra historia y que las princesas pueden ser distintas, luchar, reclamar y tratar de construir un mundo un poco más amable”, dice Felice a La Capital. Para la foto con este diario, se eligió ir al “pasaje feminista”, una intervención artística realizada en el Pasaje Juramento, sobre el muro medianero que da al Palacio de los Leones. En una de las pintadas está el dibujo de una Caperucita Roja con un cartel que dice: “Las caperucitas no queremos lobos, cazadores ni mandatos”.
Por generaciones —y aún hoy— los cuentos de hadas y princesas “rescatadas” por príncipes azules formaron parte de una huella en las infancias. “Las princesas —dice Felice— han estado siempre presentes, desde los cuentos clásicos que te pueden regalar y ni que hablar de Disney, que persiste en la historia”. En su biografía personal reconoce estas lecturas en su infancia: “Por eso también me parecía lindo, por la posibilidad de poder cambiar la propia historia y porque por suerte de las niñas y los niños de estos tiempos, sí cuestionan muchos de esos mandatos y lugares”.
“Me pasa, y supongo que también le pasa a muchas, que emociona ver a toda esa juventud cuando reclama, cuando marcha, cuando cuestiona. Porque están haciendo lo que no supimos, no pudimos o no nos animamos a hacer. Por eso es un aliento”, dice Felice. Frente a esas muevas miradas de las nuevas generaciones, la docente y escritora sostiene que “las infancias de estos tiempos te llenan de esperanza, porque tanto niñas como niños tratan de correrse de los lugares que se les imponen y desde pequeñas y pequeños empiezan a tener participación en espacios que antes eran impensados”. En el libro, cuando Cenicienta tiene dudas y miedos del camino elegido, el hada madrina le dice con ternura: “¡Animate, nena! Hacelo por las viejas que no pudimos”.
En ese camino que habilita a la escucha de nuevas voces también destaca el rol de las familias y docentes: “Si existen familias más conservadoras que sostienen algunos mandatos, tenemos que entender que ellas las aprendieron siendo niñas y niños, pero que igual esos chicos y chicas se van a encontrar en la escuela o en otro espacio de socialización con algún amigo o amiga que por lo menos les muestra algo distinto, cosa que antes era muy raro que un par te permita cuestionar o te interpele”.
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"La idea es contar otra historia, que las princesas pueden ser distintas, que pueden luchar, reclamar y tratar de construir un mundo más amable", dice Felice.
Foto: Virginia Benedetto / La Capital
Lectura en contexto
Felice cuenta que a la hora de sentarse a escribir piensa siempre en las infancias y adolescencias. “Me interesa dirigirme a ese público, más allá de que una tiene la ilusión de que la gente grande también se entusiasme”, dice la autora. Y recuerda una cita de la escritora cordobesa María Teresa Andruetto, que alguna vez dijo que si la literatura está bien escrita no tiene adjetivos, no es ni infantil ni juvenil ni de adultos.
El libro de Felice interpela a los relatos clásicos. Pero la autora aclara: “La cultura de la cancelación en la literatura no colabora, porque la literatura es parte de la historia de diversas culturas. En todo caso lo que se puede hacer es tomar esos cuentos clásicos, para que niñas y niños reflexionen, piensen y digan lo que sienten al respecto. Para ponerlos en cuestionamiento, pero no para hacerlos desaparecer”.
Diario de una princesa revolucionaria se encuentra a la preventa y en diciembre llegará a Sudestada y a otras librerías del país.