El ayuno es una propuesta, cada vez más aceptada entre los rosarinos, que suprime las ingestas durante 8, 12, 16, 20 o 24 horas, dependiendo de cada caso y objetivo.
Durante la pandemia, y según estudios realizados en 2020 y 2021 por distintas sociedades científicas el 60% de los argentinos subió de peso y en forma directa aumentaron los problemas vinculados a los kilos de más como son la hipertensión, la diabetes, las enfermedades cardíacas.
En este contexto, proliferaron las dietas mágicas, los polvos que aseguran reducir los carbohidratos y apareció en el escenario el ayuno intermitente. Incluso hay cientos de aplicaciones que proponen esta modalidad.
El ayuno intermitente parece desmarcarse de las opciones simplificadas y poco eficientes para intentar tener un peso saludable. Los nutricionistas no lo rechazan de plano como sí lo hacen, por ejemplo, con los productos promocionados por famosos que aseguran que podés comer lo que sea sin engordar.
Profesionales de Rosario consultados por La Capital aseguraron, en su mayoría, que el ayuno intermitente puede ser una alternativa válida para quienes tienen sobrepeso u obesidad siempre que exista un cuidadoso control por parte de un médico o licenciado en nutrición.
De todas maneras no hay un misma mirada sobre este modelo que no es nuevo pero se hizo conocido, como nunca antes, este último año.
Hasta hace poco se imponía un modelo para descenso de peso que proponía comer 6 u 8 veces al día. Las famosas "colaciones". ¿Hay, entonces, dos modelos en pugna? El licenciado en nutrición, Marcelo de Paul dijo que "es cierto que durante mucho tiempo se consideró que comer cada dos o tres horas era beneficioso para le pérdida de peso y tal vez para algunas personas en algunas situaciones (en cierto contexto) aún lo sea. Lo que ocurrió es que en la ciencia de la nutrición a habido muchos avances, y en la actualidad los abordajes nutricionales son menos rígidos y más adaptables".
Sobre el ayuno intermitente mencionó que se encuentro dentro de los protocolos que pueden ser aplicados y "no es una dieta en sí misma".
De Paul señaló que "puede ser útil". Comentó que "el factor nutricional determinante para la pérdida de peso sigue siendo el déficit calórico, sea cual sea la estrategia que se decida aplicar para lograrlo".
¿Es para todos? Para el profesional no existe ninguna opción universal a la hora de buscar estrategias para conseguir un objetivo. "Ya sea para conservar o recuperar la salud, con fines estéticos o deportivos, individualizar el plan nutricional es fundamental. Todos tenemos historias, gustos y necesidades diferentes. En el caso puntual del protocolo de ayuno intermitente se desaconseja su aplicación en algunas patologías, como la diabetes tipo 2".
En tanto, mencionó que puede ayudar en algunos casos y aclaró que "desde la evidencia científica no tenemos trabajos a largo plazo que definan un tiempo estimado" para ponerlo en práctica.
Muchas consultas
El nutricionista reconoció que a diario llegan a la consulta personas preguntando por el ayuno intermitente. Recomendó, como primer paso, "consultar a un profesional que acompañe".
Sobre todo, dijo, hay que ser "prudentes" en este momento del año porque con la llegada del verano no son pocos los que se desesperan por quitarse los kilos de más que se acumularon durante todo un año.
Para Anabel Otrtolani, licenciada en nutrición, el ayuno intermitente es "una estrategia más".
"Puede funcionar para descender grasa siempre y cuando la alimentación esté bien equilibrada en calidad y cantidad. Aún no hay suficiente estudios científicos ni está comprobado que sea mejor que otras herramientas. No se trata de demonizar ni sobreestimarlo", reflexionó.
"Hay trabajos publicados que compararon 12 horas de ayuno en distintos horarios y se vio que los horarios de cenas más tardíos pueden afectar en forma negativa al peso, el porcentaje e grasa y generar disfunción metabólica". En el ayuno intermitente se propone, justamente, cenar temprano para espaciar determinada cantidad de horas la cena del desayuno.
Ortolani remarcó que "hay patologías en donde no es recomendable utilizarlo. Para evitar riesgos y lograr los objetivos propuestos, siempre que se utilice esta herramienta, debe estar supervisado y controlado por un profesional idóneo".
Un defensor de la propuesta
Ignacio Cuaranta es médico psiquiatra y se dedica al abordaje de la conducta alimentaria. Es un defensor a ultranza del ayuno intermitente y otras propuestas que podrían tildarse de "innovadoras" aunque él asegura que tienen su larga historia y el respaldo de evidencia científica.
Está convencido de que comer cinco, seis o siete veces al día es contraproducente para la salud en general. "Para eso es necesario apoyarse en distintos alimentos como las barritas de cereales, en el yogurt, en dos panes con mermelada light haciendo hincapié en las calorías y en el control de las porciones y eso no funciona en el ser humano, no sirve a mediano o largo plazo y no brinda una nutrición adecuada", dijo, contundente.
Cuaranta, que tiene cada vez más pacientes y brinda conferencias sobre el tema en distintos países, destacó que "hay una mayor aceptación de propuestas como el ayuno intermitente, lo veo en mi consultorio".
"Cuando comencé con esto me encontraba con bastante resistencia, con dudas razonables por supuesto. Ahora las cosas cambiaron. De todas maneras no es una estrategia idéntica para todos, no está enlatada, no es lo mismo para el camionero que maneja toda la noche que para una oficinista. Hay que ser flexibles pero con el fin de reconectar a las personas con su apetito de manera intuitiva para que empiecen a nutrirse realmente, comer cuando hay hambre y no por adicción o aburrimiento".
El psiquiatra trazó algunas diferencias con los nutricionistas que expresaron su mirada sobre el ayuno. En el caso de personas con diabetes tipo 2, considera que el ayuno intermitente puede colaborar para mejorar los efectos no deseados que genera en el organismo esta patología.
Lo emocional
El médico, que se dedica a lo que llama psiquiatría metabólica, dijo que no le preocupa que un paciente llegue con datos que recolectó de las redes sociales porque lo que encontró puede funcionar como un buen estímulo. "Vienen los pacientes con mucha información y no está mal", agregó.
Cuaranta comentó que la parte emocional es sustancial a la hora de encarar cambios en la alimentación. "Siempre que hay alguien con sobrepeso u obesidad hay un resorte en lo psicológico o lo psiquiátrico. Vemos apatía, desgano o falta de atención o depresión y es fundamental atender eso".
¿Cómo toman el ayuno intermitente cuando se les propone un corte o distancia con la comida a personas que venían de ingestas copiosas y continuas? "En definitiva si lo que estaban haciendo les funcionaba no estarían en mi consultorio buscando algo que los ayude a descender de peso. Por eso en general lo aceptan, se adaptan, lo comienzan a hacer y se van sintiendo mucho mejor. Además, cuando uno, como médico, pone el oído, revisa la historia, se sienten contenidos, aceptan este camino. La verdad, no conozco a nadie que haya probado esta opción y que se haya arrepentido. Manejar una distancia saludable de la alimentación tiene múltiples beneficios, no tengo ninguna duda", enfatizó.