Y un día la canción se hizo libro. El ritmo, la poesía, el amor por la naturaleza que enuncia como bandera el grupo musical Pim Pau abrió un nuevo camino con la presentación de su primer título en cartoné dedicado a la primera infancia. Se llama Corazón de maíz y expresa las raíces de este conjunto de artistas que encuentra el juego en la palabra, transforma la música en juguete y propone al cuerpo como instrumento.
Los autores —Eva Harvez, Lucho Milocco y Cassio Carvalho, integrantes del grupo Pim Pau— explican que la palabra maíz significa “lo que sostiene la vida”, representa el alimento esencial para los pueblos originarios de Latinoamérica, y lo exponen en “espejo” al corazón como concepto. Por su forma, porque es el primer órgano en formarse y es el ritmo que da vida con el “tum tum” de los latidos. El maíz, el corazón, el pochoclo, el carnaval, se encuentran entrelazados en este poema para la niñez.
El libro tiene 16 páginas con ilustraciones a puro color y es el primero de la colección Pipoca que justamente quiere decir “pororó” en portugués. Los dibujos de Mariana Roldán se despliegan en cada rincón para experimentar los tonos más atractivos de la paleta de un artista.
Lucho Milocco es santafesino, habla con La Capital sobre cómo fue el origen de Corazón de maíz, que viene como correlato del recorrido por distintos lenguajes: “Así como nos gusta pensar el audiovisual de una manera distinta a la idea de videoclips animados, así como nos gusta pensar los encuentros de formación docente desde una perspectiva física/corporal y no sólo intelectual, desde hace mucho nos preguntábamos qué vuelta creativa y qué puentes, paisajes y maravillas nos encontraríamos si profundizábamos más al terreno literario”.
En ese viaje, en 2021 lanzaron su primer libro Arte y educación en las infancias, un texto pedagógico que fue el puntapié para que luego naciera la colección de libros dedicados especialmente a la primera infancia en cartoné con este título inaugural. Pipoca es el nombre de esta serie y surge del propio texto del libro Corazón de maíz donde se canta a la transformación del maíz en pororó y se mencionan los distintos nombres que tiene en otros lugares del continente como “crispetas”, “pipoca” o “pochoclo”.
“Empezamos la colección con este libro porque reúne varios conceptos que son fundamentales para Pim Pau. Su texto es sobre la relación entre corazón y maíz. Todo nace del ritmo, el ritmo ha reunido a las comunidades, siendo parte fundamental de sus rituales y culturas, desde tiempos ancestrales y es que en verdad, vivimos gracias al tambor más antiguo, llamado corazón. Ese latido se expresa en un tumbao que está presente en todos los ritmos folclóricos del continente americano, desde el blues, pasando por la salsa, el baiao, el samba, el candombe, la chacarera o la baguala, por nombrar algunos”, enumera Milocco para marcar que el ritmo aparece como un aglutinador, como un ordenador social y como una celebración de la vida. El maíz y el ritmo pensados como el alimento de las culturas, con una fuerte relación entre la importancia del maíz para las comunidades precoloniales del continente, considerado como un alimento sagrado tanto para los aztecas, mayas e incas.
Cassio Carvalho es brasilero y la samba le brota por los poros. Cuenta que el texto de Corazón de maíz es la letra de una canción, que tiene su propia música y también video en YouTube. “Es una melodía que cantamos sobre la grabación pura y simple de un latir (real) de corazón. Así nace la canción. Fuimos descubriendo en nuestras investigaciones que este latido, este tum tum es generador de casi todos los ritmos de Latinoamérica. Compusimos la canción en función de este latir, de esta idea. Y por eso la grabamos así, literalmente, voz y corazón”, explica.
PIM PAU · CORAZÓN DE MAÍZ (Al ritmo de Samba)
Al mismo tiempo la letra se proyecta en un sentido metafórico del maíz, que es también transversal a lo que mencionan respecto al ritmo. “Maíz quiere decir lo que sostiene la vida. Y es ahí donde su relación con el corazón nos inspiró aún más. Por eso, este grano de maíz salta y se transforma. Como si la transformación del maíz en pororó fuese una especie de florecer. Tanto en su forma como en el hecho de que este gesto produce también un sonido, un latir”. Es aquí, desde estas múltiples perspectivas donde aparece un corazón espejado en el maíz y viceversa. Desde sus formas, sus gestos sonoros e incluso sus ramificaciones simbólicas del sentido de sostener vida, Corazón de maíz es una miniatura del ciclo de la vida hecho de ritmo, palabra y movimiento”, resume Cassio.
En la letra del libro se vislumbra una prosa poética que apuestan a que pueda ser apropiada por los niños y los adultos desde un aspecto lúdico del lenguaje literario y de la oralidad.
Eva Harvez se refiere a la trascendencia del momento en que se produce la lectura. “El territorio lúdico es el que está más presente en la infancia. Entonces, más que ayudar a interpretar, creemos que, en todo caso, tenemos que ayudar a sostener una relación creativa y viva con la interpretación. Porque no hay solamente una interpretación posible. El hecho poético en sí es una invitación a interpretar el mundo de formas diversas. En nuestro proyecto hay una insistencia en rescatar lo que las niñeces producen y crean a nivel sonoro, al nivel del lenguaje que está en constante movimiento”, señala sobre la importancia de escuchar, de acompañar los procesos que se van dando en el desarrollo del crecimiento. “Si las infancias crean poesía constantemente —dice Harvaez—, a las adulteces nos implicaría estar lo suficientemente despiertos como para darnos cuenta de esos acontecimientos creativos para potenciarlos”.
La ilustradora mexicana Mariana Roldán también se sumó al proceso creativo. “Nos contó que tuvo que pensar los bocetos de la ilustración bailando, desde el movimiento. Hermoso, porque justamente es desde un latir, de un ritmo, que todo este texto surgió. Además, era importante para este maíz que hicimos canción, viajar al encuentro de la cultura mexicana, sus colores y su imaginario muy abrazado al cultivo del grano, como un modo de unir las puntas de la América latina. Y hace muy poquito, cuando estuvimos en México, pudimos festejar personalmente con Mariana este recorrido”, recuerda Cassio.
La autoría de Corazón de maíz es de los tres integrantes de Pim Pau, el grupo que se formó en 2014. La colección Pipoca está basada en canciones de sus discos en los que comparten autoría y ya están trabajando en otros títulos que publicarán el año que viene.
Es así como el grupo Pim Pau aglutina todos los proyectos. Lucho Milocco rememora los orígenes y los puntos de encuentro entre cada uno. “En Pim Pau trabajamos mucho desde lo colectivo, inclusive desde lo composicional. Claro que la historia de cada uno trae aportes que enriquecen la propuesta. En mi caso, quizás lo más evidente tiene que ver con que Sastre, que es la capital provincial del carnaval en Santa Fe, tiene una historia muy fuerte con la música y principalmente con el carnaval de estilo brasilero. Es algo realmente llamativo, porque se da puntualmente ahí y es un pueblo muy chico. Pero es muy fuerte porque la música brasilera es parte de la cultura de la sociedad sastrense y es algo con lo que uno se cría. Y el carnaval es una fiesta popular que es ritmo, pero también es baile y en definitiva eso se encuentra con la historia de Cassio y su cultura brasilera y con Eva, del conurbano bonaerense, pero que en lo personal tiene un recorrido fuerte con la danza, entonces podríamos decir que, si bien venimos de distintos lugares, el territorio simbólico que nos alojó, fue el carnaval. Pim Pau es un carnaval”.
Eva cierra resumiendo que Pim Pau es un proyecto de vida para los tres. “Al no ser solamente una banda, son muchas las actividades en las que trabajamos, por lo cuál le dedicamos mucho tiempo y energía. Desde hace varios años venimos generando contenido audiovisual y discográfico, como así también recorriendo la Argentina y otros países como Uruguay, Brasil, Chile, Colombia, Cuba y México con nuestros encuentros de formación pedagógica, charlas, congresos y conciertos. En los últimos años, pudimos profundizar en el material escrito que hace mucho que teníamos pendiente. El proyecto ha crecido mucho desde que empezamos a girar en el 2014 y la verdad es que es un privilegio poder trabajar y vivir de lo que nos apasiona”.