Central logró mucho más que tres puntos ante Gimnasia. Lo que obtuvo fue una bocanada de aire puro, sin ingredientes contaminantes y por eso hoy la respiración se estabilizó. La convulsión con la que el Canalla llegó a este partido fue notoria y quien no lo haya visto de esa manera quizá no dimensione cómo se viven ciertas cosas en el mundo auriazul. Es normal que cada tanto el club de Arroyito se sumerja en un estado de alteración emocional, es parte de su idiosincrasia, pero hay momentos y momentos. El de esa oportunidad fue nada menos que en la previa de un clásico. De allí la relevancia de esa victoria, por más ajustada y hasta quizá injusta que haya sido. Lo que tenía que lograr el Canalla era sobreponerse a tantas pálidas y levantar cabeza, y lo hizo. Aquí algunos de los ítems más importantes de lo que logró Central en el Bosque:
Ánimo de cara al clásico
En la previa de un clásico juega todo, desde el momento futbolístico hasta emocional, amén de que el clásico se tome como un partido aparte. Central no podía permitirse arribar al partido más importante del año con la moral por el piso como tenía.
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Matías Lequi se calzó el buzo de interino y su equipo logró salir del pozo y tomar oxígeno para lo que se viene.
Marcelo Bustamante / La Capital
Y esos días previos al choque ante Gimnasia marcaban un estado emocional alicaído. Hoy no hay nada que le garantice que con este triunfo está más cerca de un buen resultado en lo que se viene, pero la descompresión es notoria. Matías Lequi y sus jugadores vivirán una previa muchísimo más distendida que lo que se imaginaba y contra eso hay poco que agregar.
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Cortó la racha de derrotas
Ese estado de ánimo al que se hace referencia estaba íntimamente relacionado con el presente futbolístico, pero sobre todo con los malos resultados que cargaba sobre sus hombros. Las derrotas contra Huracán y Unión habían puesto al equipo en una situación de urgencias pronunciadas, de cara a la obligación de enderezar el rumbo.
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Copetti erra el penal en el final del partido ante Unión. Fue la segunda derrota canalla de manera consecutiva.
Héctor Rio / La Capital
El análisis se simplifica haciendo la comparación de cómo se vivirán estos cuatro días que restan para el clásico y cómo hubiesen sido en caso de un nuevo traspié. Una tercera derrota hubiese implicado levantar la llama en esa olla que ya mostraba una presión extrema. Lo mismo que en el punto anterior: ¿pone esta victoria a Central más cerca de un triunfo en el clásico? No. Pero sí le devolvió confianza a un equipo que, en un momento clave, se deshizo de esas dos derrotas consecutivas.
Calmó los ánimos por Russo
No hay nadie que pueda poner en duda que toda esa angustia con la que Central viajó a La Plata estaba signada por las derrotas que arrastraba, pero más todavía por la salida intempestiva de Miguel Ángel Russo. Lo ocurrido en la mañana del pasado viernes fue lo que alteró los ánimos hasta su punto más alto. No es normal que un técnico decida dejar el cargo a una semana de un clásico y menos Russo, quien todo ese peso que tiene en Arroyito en gran parte se debe a su historia en los clásicos.
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Miguel Ángel Russo en cancha de Unión, en su último partido como entrenador de Central.
Héctor Rio / La Capital
Fue la presencia de Lequi en el banco y pudo ser de cualquier otro, lo que no hubiera cambiado el accionar de la dirigencia de buscar un nuevo DT. Y en ese ámbito la descompresión tuvo su impacto, sobre todo después de la negativa de los principales candidatos a los que se les ofreció el cargo.
Un tropiezo contra Gimnasia hubiese significado no sólo un palo más en la rueda, sino acelerado las negociaciones con algún DT. Alcanzó con escuchar las declaraciones de O’Connor, Ruben y Broun para entender el grado de convulsión que había generado la salida de Miguel.
Poco fútbol, pero con situaciones claras
En medio de tantas cuestiones de tinte emocional, una futbolística. Central ganó un partido en el que por momentos no la pasó nada bien (Broun fue la gran figura), pero en el medio de altibajos, el equipo se las arregló para generar algo de fútbol y llegar a posición de gol.
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Marco Ruben cae dentro del área en una jugada en la que pareció penal, pero que el árbitro desestimó.
Marcelo Bustamante / La Capital
Es cierto, no fueron demasiadas, pero además del tanto de O’Connor, el Canalla tuvo algunas otras situaciones propicias para definir, alguna de ellas muy claras. Y eso también se trajo el equipo desde La Plata, la sensación de que cuenta con la capacidad de generar. De cara a un clásico, no es poca cosa.