Además, existen 10 operadores de residuos peligrosos con equipo transportable: BFU de Argentina S.A., Borg Argentina S.A., Dicon Medioambiental S.R.L., Hidroar S.A., HSE Ingeniería S.R.L., Intergeo Argentina S.A., Kioshi S.A., Sea Marconi Latinoamérica S.A., Soil Keeper S.A. y Tredi Argentina S.A. Por último, hay 10 operadores que funcionan como almacenadores transitorios de residuos peligrosos, entre los que están: Andes S.A., Bravo Energy S.C.A., Gier S.R.L.,IDM S.A., Pelco S.A., MNT S.R.L., Soma S.A. y Tanex S.R.L.
Según un proyecto ingresado a la Cámara de Diputados de la provincia, en 2019 había 17 operadores. Diez estaban ubicados en el Gran Rosario. Mientras que los otros siete se repartían en cinco departamentos: tres en La Capital y uno en Iriondo, General Obligado, Las Colonias y Castellanos.
En 2019 Santa Fe se ubicaba como la provincia que trataba la mayor cantidad de residuos peligrosos de todo el país. Estos representaban un 55 por ciento del total de los materiales de este tipo en Argentina. Pero, un dato importante a destacar en ese entonces y ahora, es que no todos esos residuos son generados dentro del territorio santafesino. De hecho, la mayoría provenía de otras jurisdicciones. En 2019, el 64 por ciento de los residuos que se trataban en Santa Fe eran originados en otras provincias.
Desde la Dirección de Protección Ambiental aclararon que el SIGEMA no cuenta con los datos de cuántos son los residuos peligrosos que ingresan por año desde otras jurisdicciones a la provincia de Santa Fe. Pero aclararon que todos los materiales que entran lo hacen en el marco de lo establecido por la Ley Nº 24.051.
“Importante aclarar que la incineración puede causar emisiones atmosféricas que generen materiales más tóxicos que los que se destruyen”, Cecilia Bianco (Taller Ecologista) “Importante aclarar que la incineración puede causar emisiones atmosféricas que generen materiales más tóxicos que los que se destruyen”, Cecilia Bianco (Taller Ecologista)
El proyecto para prohibir el ingreso de residuos peligrosos de otras provincias
En 2020 se había presentado un proyecto en la Cámara de Diputados de Santa Fe para prohibir el ingreso de estos materiales desde otras provincias. En ese momento se le dio media sanción pero nunca se trató en el Senado. En agosto de este año, la diputada Matilde Bruera (bloque Lealtad Kirchnerista) volvió a presentar el documento y, por segunda vez, obtuvo media sanción en Diputados.
El proyecto plantea prohibir “el ingreso a la provincia de residuos peligrosos o susceptibles de serlo, generados en otra jurisdicción y cuyo tratamiento o disposición final fuere la incineración o el enterramiento dentro de los límites provinciales”. Además, incluye la prohibición del transporte, la circulación y el almacenamiento transitorio o permanente.
La diputada Bruera indicó a La Capital que el problema no solo tiene que ver con la gran cantidad de toneladas que se procesa en la provincia, sino con su acumulación en el Gran Rosario. “La mayoría de las empresas que procesan estos residuos se alojan ahí, eso hace que la concentración de los desechos destruidos, se genere acá”, remarcó.
Además, destacó la importancia de destruir estos residuos lo más cerca posible del lugar de origen. “Hoy Santa Fe es una de las cinco provincias que no tiene una legislación que prohíba el ingreso, pero de tenerla, esas provincias que lo envían deberían hacerse cargo de sus propios residuos”, explicó. “Eso evitaría el traslado de estos materiales que conlleva un riesgo, pero también la acumulación en el territorio santafesino y, sobre todo, en el Gran Rosario”, agregó.
En Argentina, solo en cinco provincias no rige la prohibición del ingreso de residuos peligrosos desde otras jurisdicciones. Se trata de Santa Fe, Chaco, Corrientes, Córdoba y Mendoza. Sin embargo, las últimas cuatro cuentan con menores cifras de procesamiento de estos materiales.
La provincia que más residuos peligrosos procesó en 2019 fue Santa Fe con un 55 por ciento de todos los existentes en el país. Luego le siguió Córdoba con el 23 por ciento, Entre Ríos con el 14 por ciento, Buenos Aires con el 7 por ciento y el resto de las provincias no acumuló porcentajes mayores al 1 por ciento del total en el país.
El director de Protección Ambiental del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de Santa Fe, Gonzalo Garola, señaló a La Capital que “por supuesto, transportar residuos peligrosos siempre es un riesgo”, pero indicó que no hay ley que establezca distancias mínimas para desecharlos. “Los decretos contemplan los mecanismos de generación, es decir de origen, y de disposición final que es lo que tiene que ver con el operador”, aclaró. De esta manera, no hay reglamentación que impida el traslado de una provincia a otra o determine las distancias mínimas y máximas. “Cada empresa decide dónde desechar, de acuerdo a parámetros económicos, de cercanía o de gestión ambiental”, destacó.
El funcionario también explicó que la acumulación de estas empresas en el Gran Rosario tiene que ver con que es la zona industrial más grande del territorio santafesino. “Los operadores de residuos se ubican más cerca de los generadores”, aclaró.
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Proponen que los residuos peligrosos y sanitarios no lleguen de otras provincias a Rosario ni Santa Fe para su destrucción.
Fuente: Prensa Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable.
Cómo se deben procesar los residuos peligrosos en Santa Fe
El director de Protección Ambiental detalló cómo se realiza el tratamiento de estos residuos según lo establecido por el artículo 22 del decreto 18.044 (2002) que habla de las exigencias de los generadores, transportadores y operadores; y los formularios para la certificación de aptitud ambiental. “El generador (empresa que origina el residuo peligroso) inicia un manifiesto indicando cuáles son los materiales y las cantidades que debe desechar”, comenzó Garola. Si el operador acepta tratar esos materiales, de ese manifiesto se hacen tres copias: una para el generador, otra para el transportista y la última para el operador (empresa que se encarga de destruir los residuos).
“Cuando el residuo llega al operador, indica si hay cambios en las cantidades o materiales y modifica el manifiesto, sino lo deja igual”, aclaró el funcionario. Al verificarse todas las partes del proceso, al operador se le entrega un certificado de tratamiento donde se indica la fecha, la cantidad y el tipo de material. De esta manera, se deja por sentado los materiales y las cantidades que se desechan en cada parte del proceso, en cada fecha.
Además de la ley que reglamenta cómo debe ser el proceso de tratamiento de materiales, el Ministerio de Ambiente le suma el control de cumplimiento de estos procedimientos. Según Garola, hay dos formas de control. La primera es la auditoría: una empresa generadora emite un informe de cumplimiento ambiental y luego de la auditoría se le renueva el certificado de aptitud. El segundo mecanismo de control tiene que ver con las inspecciones a las empresas realizadas por la dirección de Protección Ambiental, que se llevan adelante sin previo aviso. El funcionario a cargo del área informó que hacen entre cinco y ocho inspecciones por semana de todas las empresas santafesinas, no solo de las generadoras de recursos peligrosos.
Otras de las cuestiones que controla el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático tiene que ver con los almacenamientos transitorios, que son los sitios que se utilizan para mantener los residuos peligrosos hasta ser trasladados a los operadores. “El transporte no está a cargo de nosotros, sino que de esto se ocupa el Ministerio de Producción”, aclaró.
Por qué es peligroso el traslado de los residuos peligrosos
Los residuos peligrosos son todos los desechos que pueden causar daños a los seres vivos de manera directa o indirecta, contaminando el suelo, el agua o el aire. La peligrosidad de estos residuos está en sus componentes que pueden ser tóxicos, corrosivos, reactivos, inflamables, explosivos, infecciosos o ecotóxicos.
La contaminación por medio de estos residuos se puede dar en cualquiera de las etapas, tanto en la producción, como en el almacenamiento, el traslado o la destrucción final.
Cecilia Bianco, coordinadora del área de tóxicos de la organización Taller Ecologista, indicó a La Capital que a nivel internacional se lograron acuerdos a través del convenio de Estocolmo que indica a qué se considera residuos peligrosos y establecieron pautas para desecharlos. También aclaró que para los residuos radioactivos se determinaron mecanismos distintos.
“Argentina tomó de base este convenio para establecer algunas normas”, indicó Bianco, quien aseguró que uno de los factores más importantes en el tratamiento de estos residuos es que deben ser tratados en el lugar más próximo posible a la producción.
La especialista precisó que hay diferentes formas de destrucción de estos residuos para los que cada empresa encargada tiene autorizaciones. La más común es por incineración.
Bianco aclaró que la concentración en el Gran Rosario tiene que ver con la cercanía al puerto y una zona industrial. “En general lo que se busca es que los residuos peligrosos no sean trasladados por largas distancias”, destacó.
Qué riesgos causan los residuos peligrosos
Los residuos peligrosos causan riesgos ambientales y en la salud humana. El proyecto presentado por Bruera enumera una serie de afecciones en la salud de acuerdo a cómo sea la destrucción de los desechos.
En primer lugar, es importante aclarar que la incineración puede causar emisiones atmosféricas que generen materiales más tóxicos que los que se destruyen. Además, en algunos casos se pueden generar emisiones líquidas. También es necesario tener en cuenta que pueden darse procesos de volatilización y dispersión de los residuos por causa del viento. Por último, el proyecto advierte sobre la contaminación por la liberación de residuos peligrosos por descargas no controladas o accidentes.
Entre los problemas en la salud humana el documento hace hincapié en que la incineración puede causar disfunciones neurológicas, alteraciones en el sistema inmunológico, malformaciones congénitas, problemas en los riñones o pulmones, incidencia en los índices de diabetes, retrazos en el desarrollo, cáncer, problemas respiratorios, abortos espontáneos, trastornos hepáticos.
Por otro lado, el proyecto destaca que el enterramiento minimiza los riesgos ambientales pero no los elimina completamente.
Cantidad de residuos peligrosos tratados en Santa Fe durante el año 2021, según el Sistema de Gestión de Medio Ambiente (SIGEMA):
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