La periodista Estefanía Heit y su marido, Jesús Olivera, se negaron a declarar hoy tras ser acusados de nuevos delitos en la causa abierta luego de que una mujer denunció haber sido violada y torturada durante tres meses en la casa de la pareja, en Coronel Suárez.
Según informó el abogado de Heit, Leonardo Talamoni, la ex cronista de televisión “se quebró y se puso a llorar” cuando le leyeron las 38 páginas de la declaración que ayer prestó la víctima y, por su consejo, pedirá que la interroguen la semana próxima.
“Yo creo que la hizo quebrar cuando la fiscal le leyó el hecho que se le imputaba. Es la primera vez que se la ve consternada, como tenía que haber estado desde el primer momento, es como que no se daba cuenta de la gravedad del asunto y se dio cuenta hace diez minutos”, sostuvo el letrado.
Durante el traslado, luego de la audiencia, se pudo ver a Heit con su rostro pálido y con ojeras, mientras que Olivera, con barba “candado”, se mostró tranquilo y sólo manifestó: “Soy inocente”.
En la puerta de los tribunales de Bahía Blanca, Talamoni explicó que Heit había pedido declarar hoy, pero luego de que la víctima lo hizo sorpresivamente anoche ante la fiscal de Delitos Sexuales, María Marta Corrado, la situación de su defendida se agravó.
El abogado recordó que Olivera estaba acusado de “abuso sexual” y la periodista de “privación ilegal de la libertad”, pero hoy la fiscal le agregó a ambos “tentativa de homicidio y estafas reiteradas” por haber hecho vender casas a la víctima.
Al agravar la acusación, la fiscal también le imputó a Heit “la participación primaria en abuso sexual”, una figura legal similar a la de coautoría del hecho.
“Nos encontramos ante una situación un tanto más grave. Necesitamos un poco de tiempo para que ellos reflexionen sobre el hecho que se les está imputando que es sumamente grave y tiene una pena en expectativa muy grande”, afirmó.
Talamoni opinó que la declaración de la mujer es “minuciosa”, pero consideró que la fiscal deberá reunir otras pruebas para dictar la prisión preventiva del matrimonio y dijo que están pendientes de realización pericias psiquiátricas a la víctima y los imputados.
Por su parte, el abogado de Olivera, Claudio Lofvall, sostuvo que la declaración de la víctima es “falsa”, puso en duda su estado de desnutrición y abuso y dijo que el matrimonio le dio a entender “que ellos la echaban de la casa y ella volvía”.
Antes de la indagatoria de los imputados, la fiscal bahiense cuestionó a la periodista: “Heit siempre fue partícipe de todo estos hechos, ya sea por acción o por omisión, consentía los actos. Ha estado en muchos casos presente”.
La fiscal dijo además que no descarta la posibilidad de que la pareja integrada por Heit y Olivera haya dejado “más víctimas” en “otros puntos del país” o “en otras partes del mundo” y pidió que la gente que haya pasado por algo similar se presente a denunciarlo en su fiscalía o en la jurisdicción que corresponda.
“Estas personas tenían una página de Internet que habían creado, un espacio con un nombre de una congregación que habían inventado e incluso estaban haciendo las tratativas para otorgarle algún reconocimiento a nivel jurídico, todo esto lo hacía Estefanía Heit, que era la encargada de sanear esta congregación y darle visos de legalidad”, agregó la fiscal.
Poco antes de ingresar a los tribunales, Corrado contó a la prensa que, al declarar ayer, la víctima de los abusos “ratificó” todos sus dichos sobre los malos tratos y abusos.
“La joven estuvo en peligro de vida, incluso nos han dicho los médicos que con una semana más iba a fallecer porque estaba en un estado de deshidratación, desnutrición absoluta y de hecho hoy tiene una trombosis en una de sus piernas”, detalló.
Al ser consultada sobre la circunstancia en la que la víctima llegó a la casa de Heit y Olivera, Corrado dijo que se trató de una “captación” de índole “religiosa”, ya que la víctima es una mujer con fuertes creencias que fue captada por Olivera, quien decía ser “pastor” o “apóstol”.
“Se produce en el marco de una cuestión religiosa (...) confió y creyó en esta congregación que supuestamente tenía ayuda solidaria para personas carenciadas”, agregó la fiscal al referirse a los motivos por los cuales la víctima dejó su ciudad, Río Colorado, y se trasladó a Coronel Suárez.
“Ella comienza de alguna manera siendo captada, como sucede en estas cuestiones, y llega a su casa con el convencimiento de que estas personas, sobre todo Olivera, era un pastor o un apóstol”, explicó.
Según narró la fiscal, la víctima en un principio se hospedó en un hotel de Coronel Suárez pero ante la imposibilidad de conseguir un trabajo la pareja le ofreció su domicilio. “Ahí empieza su calvario”, aseguró Corrado.
Además, Corrado aseguró que pudo ver imágenes de dos grabaciones realizadas con un teléfono celular secuestrado en el marco de la causa en el que hay evidencia de los tormentos.
Tras negarse a declarar, estaba previsto que Heit fuera trasladada a la comisaría de Tornquist y Olivera a la alcaidía de Saavedra.