Familiares, amigos, militantes del socialismo y ciudadanos comunes despidieron hace un rato los restos del ex gobernador Miguel Lifschitz frente a la Biblioteca Argentina, antes de la partida del cortejo fúnebre hacia el cementerio de Funes, donde serán sepultados en una ceremonia íntima. ¿Por qué se eligió ese lugar para que, ante la imposibilidad de realizar un velatorio como consecuencia de la pandemia, la gente fuese a expresar su respeto Lifschitz y su familia?
"Mucha gente se pregunta de qué manera hacer llegar un reconocimiento. Estamos atravesando una pandemia y no lo podemos despedir como se debe", expresó la noche del domingo, minutos después del fallecimiento de Lifschitz, el diputado provincial Joaquín Blanco, quien se encargó de comunica que la biblioteca ubicada frente a la Plaza Pringles sería el lugar elegido para que los rosarinos fueran a despedir al ex intendente.
En efecto, la noche del domingo ya hubo un discreto desfile de personas por ese lugar para expresar su pesar por la desaparición física de Lifschitz. Y la mañana de este lunes, a partir de las 8 la biblioteca se convirtió en el lugar de reunión de quienes hubiesen querido acompañar a la familia en un velatorio y no pudieron hacerlo.
¿Por qué la bibilioteca?
El 23 de mayo de 2019, el entonces gobernador Lifschitz acompañado por quien era la intendenta de Rosario, Mónica Fein, inauguraron la ampliación y reforma integral del edificio de la Biblioteca Argentina “Dr. Juan Álvarez”. Por esa fecha de la semana de mayo, es que se lo ve al ingeniero luciendo una escarapela en su abrigo.
La obra implicó la remodelación de más de 5 mil metros cuadrados, a los que se sumaron la creación de mil nuevos para espacios de encuentro cultural y esparcimiento, detallaba la publicación del gobierno de Santa Fe aquel día. El proyecto, que contó con financiamiento del gobierno provincial, requirió de una inversión de más de 200 millones de pesos.
“Esta biblioteca es un hito fundamental de la cultura de Rosario, está en el corazón de los rosarinos, porque habla de nosotros, de Rosario, de nuestra patria y la historia”, aseguró Lifschitz ese día. El ex gobernador explicó que el lugar fue restaurado respetando la estructura y los materiales originales, y aseguró que “en la medida que podamos difundir el conocimiento seguiremos construyendo lazos y afecto”.
“Las bibliotecas tienen un rol muy importante y lo han tenido a lo largo de la historia de la humanidad, Rosario no ha sido la excepción con este espacio, que uno de los más importantes del país”, concluyó Lifschitz.
Ese frío día de mayo de 2019 no imaginó que dos años después se convertiría en el epicentro de la tristeza y el afecto por su temprana partida en medio de la pandemia.