El Metaverso y el futuro de Internet

El término metaverso se utilizó por primera vez en la novela de 1992 "Snow Crash" de Neal Stephenson. En esta novela, el metaverso es un espacio virtual compartido que incluye realidad virtual, realidad aumentada e Internet.

Fue en octubre de 2021 cuando Facebook cambió su nombre a Meta, anunció que el futuro de Internet estaba en el metaverso, y dio inicio a una carrera tecnológica que incluye un nuevo boom de los mundos virtuales, las criptomonedas y la realidad virtual.

En términos sencillos, el metaverso es a los mundos virtuales, lo que el cyberespacio a internet. Esto se debe a que el término no hace referencia a un tipo específico de tecnología sino a cómo interactuamos con ella. Zuckerberg en su presentación hablaba de un espacio virtual en donde relacionarnos con personas de otras partes del mundo en versión avatar, pero eso se hace desde hace casi 20 años en espacios como Second Life. Tal vez la vuelta de tuerca en este metaverso versión 2023 sea la gran inversión de Meta en cascos de realidad virtual.

Los Oculus Quest 2 o Meta Quest 2 son sin duda lo más cercano a una experiencia completa dentro del metaverso. Este casco de realidad virtual, que puede conseguirse en Argentina a un precio de alrededor de $120.000, es básicamente una consola desde la que se pueden adquirir diferentes juegos y aplicaciones. Si todavía no hay un metaverso propiamente dicho desde donde acceder a todos los mundos virtuales que hay disponibles en Internet, qué mejor que ser los precursores del hardware que permite acceder a todos ellos ¿no?

Los juegos o apps disponibles se encuentran entre USD10 y USD30 e incluyen algunos gratuitos como VR Chat. Pero creo yo que el punto de partida hacia lo que se viene son las apps como “Arkio” para compartir con usuarios maquetas de edificios y casas, “Engage” para la educación a distancia y por supuesto “Virtual Desktop”, que emula una oficina virtual en el lugar que queramos, con conexión a nuestra propia computadora de escritorio.

El paso siguiente para lograr que todo el mundo tenga un casco de realidad virtual en su casa, primero es su portabilidad, y segundo, la posibilidad de seguir haciendo otra cosa mientras lo estamos usando. Aquí es donde entra en juego la realidad aumentada, un mixer entre lo virtual y lo real para generar un mundo paralelo, más de ciencia ficción y menos aburrido que el actual. ¿Nos convertiremos en autómatas de nuestros cascos virtuales como lo somos ahora de nuestros smartphones? El tiempo dirá.