La selección de Irán quedó eliminada del Mundial Qatar 2022 tras perder con Estados Unidos, pero para muchos hinchas el resultado fue secundario. La política dividió a los iraníes en las tribunas en dos bandos bien diferenciados: los opositores al régimen se manifestaron abiertamente mientras los oficialistas intentaban silenciarlos. Después del partido incluso hubo algunas grescas.
El partido estuvo cargado emocionalmente por parte de los aficionados iranís, ya que algunos viajaron a Qatar no solamente para alentar a su equipo, si no también para apoyar a los manifestantes que siguen saliendo a las calles en su nación.
Como sucedió en los otros encuentros de Irán en el Mundial, los simpatizantes del gobierno intentaron acallar a los manifestantes en el Estadio Al Thumama en Doha. Algunos hinchas que apoyan las protestas aseguraron que grupos oficialistas quisieron intimidarlos apuntándoles a la cara con las cámaras de sus teléfonos.
Poco después de que terminó el partido estalló una gresca entre manifestantes que mostraron imágenes del ex jugador y vocal crítico Ali Karimi, un ícono del movimiento, y un periodista del medio oficialista de Irán que los intentó filmar. La guardia de seguridad tuvo que intervenir para que el enfrentamiento no pase a mayores.
Otros hinchas hicieron sonar vuvuzelas junto a ellos, otros los filmaron, y un hombre les gritó en farsi: ''¿Por qué no creen que Irán está bien?''.
Maryam —que al igual que otros hinchas iraníes no dio su apellido por temor a represalias del gobierno— indicó que sus amigos sufrieron el mismo acoso en el partido entre Irán y Gales, el pasado viernes. "No pueden frenarnos. La gente está siendo asesinada y no voy a detenerme por una persona cualquiera. No les tengo miedo", sostuvo.
"Es muy triste para mi porque quiero apoyarlos fuertemente pero simplemente no puedo'', indicó Dalia, de 18 años, que asistió con sus padres al partido. Los jugadores iraníes en Qatar decidieron no hacer comentarios o dieron vagos mensajes sobre las protestas en Irán, que comenzaron tras la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, cuando estaba en custodia de la policía moral de Irán.
Esta vez, los futbolistas iraníes cantaron el Himno Nacional antes del inicio del encuentro, al igual que hicieron ante Gales, pero se habían mantenido en silencio en el primer encuentro del Mundial, ante Inglaterra, gesto que fue interpretado como una muestra de apoyo a las protestas.
La tensión entre los aficionados iraníes contrastó con la amistosa interacción con los seguidores estadounidenses. Sonrientes hinchas de ambos países se mezclaron y posaron para las fotos en el exterior del estadio. Yas, una iraní de 14 años de la ciudad de Shiraz, indicó: "Fue increíble ver a los estadounidenses. Son muy amigables. Espero que esta sea una oportunidad para que la gente conecte y comparte su cultura de manera pacífica".
Su hermana mayor pintó una equis sobre sus labios con un marcador negro. "Lo hace para demostrar que no todos podemos hablar de política en nuestro país", explicó Yas.
Al menos 455 manifestantes murieron y más de 18.000 fueron arrestados desde el inicio de las manifestaciones en Irán, de acuerdo con Human Rights Activists, un grupo que estuvo dando seguimiento a las protestas.
Las autoridades de Irán anunciaron antes del encuentro que los ex jugadores de la selección Parviz Boroumand y Voria Ghafouri, que fueron arrestados este mes en conexión con las protestas, fueron puestos en libertad.