En un operativo que contó con un gran despliegue de hombres y vehículos, la Municipalidad y la policía de Santa Fe desarticularon el sábado por la noche una fiesta electrónica autoconvocada de la que participaban unas mil personas en el parque España. El argumento era que la reunión no contaba con autorización y era un evento demasiado convocante que podía terminar con algún disturbio. Además, recibió varias denuncias de vecinos por ruidos molestos.
Desde el municipio informaron que la intervención se disparó tras recibir en la medianoche del sábado tres reclamos por ruidos molestos al número 147. Simultáneamente, las cámaras del Centro de Monitoreo registraron una gran cantidad de gente en la zona de las escalinatas. Al llegar al lugar, los inspectores de la Secretaría de Control constataron la presencia de unas mil personas en el marco de una fiesta electrónica que se llegaba a cabo sin el permiso municipal necesario.
El encuentro había sido convocado por redes sociales. Si bien no se estaba cobrando entrada ni había ninguna delimitación del predio público, los organizadores estaban vendiendo latas de cerveza con algunas heladeras portátiles y habían montado una pequeña infraestructura para DJ en lo alto de las escaleras. Ante la cantidad de público presente, le dieron aviso a la Fiscalía, que convocó a la policía y autorizó el desalojo.
Según contaron testigos del hecho, al lugar arribaron varios móviles y una decena de motos policiales, con una gran cantidad de agentes munidos de escopetas y balas de goma, algo que pareció desmedido para los que formaban parte de la fiesta. Luego de recibir la orden de despejar la zona, se logró en conjunto disuadir el evento de forma tranquila y sin inconvenientes. Para la Municipalidad, la intervención junto a Seguridad se hace ante la gran cantidad de gente, por las dudas de que las cosas se compliquen.
"Todo evento que quiera ser en el espacio público debe solicitar un permiso, que se hace por la web. No es tan complicado y según las características de lo que se pretenda organizar, existen una serie de requisitos. No es que el municipio no autoriza este tipo de eventos, pero se debe acordar cómo hacerlo, deben ser seguros y sobre todo, no molestar a los vecinos", explicó el secretario de Control del municipio, Diego Herrera.
Los parámetros que se tienen en cuenta es que la reunión cumpla con ciertos parámetros de seguridad e higiene. Por ejemplo: si se van a usar equipos eléctricos, antes del inicio del encuentro se le hace una inspección. Si se constata que no hay riesgo de peligrosidad, se pueden realizar. Otro tema puede ser, en este tipo de actividades, la necesidad de presencia de baños para los concurrentes.
¿Qué diferencia esta fiesta en el parque España de los encuentros en Rio Mio para Navidad o Fin de Año? En principio, la ausencia de organización. Al tratarse en esos casos de una convocatoria espontánea por redes sociales de una gran cantidad de jóvenes, sin infraestructura más que las heladeras y los parlantes portátiles, los agentes municipales se limitan a intentar contener a los que concurren para que la situación no se desmadre. De otro modo, es incontrolable.
Aunque la Secretaría de Control tiene agentes haciendo inteligencia en redes para advertir cuando se convocan picadas de autos, reuniones masivas en espacios públicos y fiestas clandestinas en propiedad privada, como suele suceder en algunas fechas especiales, esta vez no lo llegaron a detectar.
"Lo que tiene que quedar claro es que el permiso se solicita a la Municipalidad, que autoriza el evento si cumple con ciertas reglas. Si no lo tiene y es muy convocante, automáticamente se tiene que desactivar. Lo disuadimos porque si no, se multiplican", explicó Herrera.
El mayor problema es la cantidad de gente y el lugar elegido: para el funcionario, "una cosa son 20 o 30 personas que se ponen a bailar y tomar algo al lado de un parlante en La Florida o el parque Urquiza, y otra cosa es armar una especie de boliche en el espacio público", cerró.
Clausura en San Eduardo
La Municipalidad clausuró este sábado un domicilio que se alquilaba como salón de fiestas sin ningún tipo de habilitación. El hecho sucedió en calle Tonda 9158, en el barrio San Eduardo de zona noroeste de Rosario. Todo se inició en la mañana del sábado, cuando vecinos alertaron de la situación. Observaron que en el lugar se estaba preparando un evento para el mediodía y dieron aviso a la Municipalidad.
Agentes de la Dirección de Proximidad de la Secretaría de Control acudieron al inmueble y constataron que se había alquilado para un cumpleaños de 15. El lugar ya había sido detectado mediante un trabajo de inteligencia en redes sociales, y no era la primera vez que los vecinos denunciaban este uso ilegal, muchas veces de noche y con ruidos molestos. Dado que en el sitio había menores de edad y el evento ya se estaba desarrollando, no hubo desalojo para no arruinar el cumpleaños. Pero finalmente el lugar quedó clausurado.
"No vamos a permitir bajo ningún tipo de circunstancias que no se respeten las ordenanzas vigentes. Trabajamos para mejorar la convivencia en la ciudad. Y así lo vamos a seguir haciendo", destacó Herrera.