En medio de una disputa por poner en marcha su reforma laboral, el gobierno nacional oficializó un esquema que reemplaza el pago tradicional de indemnizaciones por despido por un fondo de cese laboral. Este nuevo esquema puede ser implementado por empresas de manera voluntaria y por sindicatos que lo acuerden. Vale aclarar que esta medida solo se aplica al trabajo registrado.
El nuevo esquema fue reglamentado a través de una resolución de la Comisión Nacional de Valores (CNV) y publicado en el Boletín Oficial a través de la Resolución General 1071/2025. En el texto se aclara que este modelo no es obligatorio y no reemplaza automáticamente la indemnización que establece la ley vigente, pero sí ofrece una "alternativa legal y anticipada".
El fondo de cese laboral podrá ser de carácter individual o colectivo y tiene tres modalidades: cuentas bancarias, fondos comunes de inversión y fideicomisos financieros. Se alimentará con aportes del empleador o del empleador y del empleado, según definan en la negociación. Esta última opción generó controversias porque sería el propio trabajador quien financiaría su eventual despido.
En ese sentido, cada convenio colectivo podrá definir si lo adopta, qué porcentaje se aportará, quién lo aportará (empresa, trabajador o ambos) y con qué frecuencia.
La polémica con los gremios
En palabras simples, el fondo de cese laboral funciona de la siguiente manera: en vez de pagar una indemnización cuando un trabajador es despedido, las empresas podrán realizar aportes mensuales a un fondo específico que se va acumulando durante toda la relación laboral.
Es decir, si se opta por el fondo de cese laboral, la indemnización por despido ya no se le pagaría más al trabajador “toda junta”, lo cual puede significar un gran número para pequeñas y medianas empresas, ya que se calcula a partir se calcula principalmente en base a la antigüedad del trabajador y su mejor sueldo mensual normal y habitual.
Con la ley vigente, si se decide despedir a un trabajador registrado, la empresa deberá abonar un mes de sueldo por cada año de servicio tomando como base el mejor salario mensual durante el último año o durante la relación laboral si esta fue menor a un año.
Con el fondo de cese laboral, cada mes se pueden realizar aportes para cubrir esa alícuota de indemnización. El sistema se inspira en el que ya funciona desde hace años en el sector de la construcción, donde los empleadores hacen aportes mensuales al fondo y no hay indemnización al finalizar el vínculo. Ahora, la posibilidad se extiende a otros sectores, aunque dependerá de que cada sindicato y empresa lo acuerden expresamente.
Trabajadores pagarían su propia indemnización
Si bien ese fondo queda reservado para el caso de un despido, lo que significa que el trabajador registrado no quedaría sin indemnización, diversos sectores señalan que la nueva medida es muy laxa en cuanto a quién hace el aporte para cubrir la cuota del fondo de cese laboral.
En ese sentido, a partir de lo que establece la nueva norma, el fondo de cese laboral puede ser cubierto por aportes provenientes del empleador o del empleador y del empleado, según lo que se defina en la negociación. Entonces, se flexibiliza la obligación de la empresa de pagar por el derecho de la indemnización.
Aunque desde el gobierno se elogió el fondo de cese laboral y se lo calificó como “moderno y flexible”, el nuevo esquema fue criticado por varios gremios.
Estos sectores señalan que reemplazar la indemnización por este fondo implicaría debilitar un derecho histórico de los trabajadores argentinos, ya que existe la posibilidad de que el mismo trabajador termine pagando por su propia indemnización.