Empatados en 22 bancas con el Cambiemos residual que armaron el PRO y la UCR, Provincias Unidas (PU) está a la pesca de votos para construir el tercer espacio de la Cámara de Diputados nacional.
El interbloque está empatado con la alianza entre el PRO y la UCR. “Las puertas están abiertas, estamos para crecer”, dijo Scaglia
Por Mariano D'Arrigo
Con Gisela Scaglia como presidenta, el bloque de Provincias Unidas será un árbitro en Diputados.
Empatados en 22 bancas con el Cambiemos residual que armaron el PRO y la UCR, Provincias Unidas (PU) está a la pesca de votos para construir el tercer espacio de la Cámara de Diputados nacional.
Con Gisela Scaglia como presidenta, el bloque motorizado por los gobernadores de Santa Fe, Córdoba, Chubut y Jujuy juntó 18 votos. A esos se sumaron otros cuatro —dos de Encuentro Federal y dos de la Coalición Cívica— para formar el interbloque Unidos.
El tema es que en el transcurso de la sesión los sobrevivientes del macrismo y el radicalismo se aliaron al MID y un diputado ligado al gobernador santacruceño Claudio Vidal —que, paradójicamente, es uno de los fundadores de Provincias Unidas— y llegaron al mismo número.
La cuestión no es menor. Ser el tercer espacio en volumen detrás de La Libertad Avanza (LLA) y Unión por la Patria (UP) abre la puerta a pedir la Vicepresidencia Tercera y, sobre todo, controlar más lugares en las comisiones parlamentarias.
“Estamos trabajando para que Provincias Unidas sea un bloque más grande. Las puertas están abiertas. Estamos para crecer, no para achicarnos, siempre con coherencia”, dijo Scaglia a La Capital.
La pecera no es tan grande. Sin contar al Frente de Izquierda, circulan los siete votos de los salteños y misioneros de Innovación Federal, los tres exlibertarios de Coherencia, los tres catamarqueños que se escindieron del bloque madre del peronismo, los tres tucumanos de Independencia, dos sanjuaninos de Producción y Trabajo, un integrante de La Neuquinidad, un peronista disidente de San Luis y la mediterránea Natalia de la Sota, quien se alejó del cordobesismo.
En el bloque de Provincias Unidas no quieren dar pistas porque el jefe de bloque del PRO, Cristian Ritondo, cazan en el mismo territorio.
La fecha límite es el 10 de diciembre. Ese día asumirán los nuevos diputados y se pondrá en marcha la nueva Cámara baja.
Reelegido este miércoles como presidente de Diputados, Martín Menem tiene amplio margen de maniobra para repartir las comisiones como considere, respetando el peso de cada fuerza.
De ese modo, LLA se garantizará el control de las comisiones más importantes. En realidad, en diciembre sólo se activarán Presupuesto y Legislación Penal, que tratarán en extraordinarias los proyectos que Javier Milei quiere sancionar antes de fin de año: la ley de ingresos y gastos y el proyecto de inocencia fiscal.
Para el período de sesiones ordinarias, que comienza el 1º de marzo, quedará la distribución de lugares en las 46 comisiones permanentes que tiene la Cámara. Son 257 diputados que deben repartirse en más de mil casilleros.
Al interior de Provincias Unidas se reparten los lugares en función del área de expertise de cada integrante. En la discusión del presupuesto habrá, además, un diálogo permanente con los ministros de Economía de las provincias que integran el club de los gobernadores.
En el interbloque, que todavía no definió su presidente, también habrá una mesa de coordinación política. Ese será el espacio para contener sobre todo a Miguel Ángel Pichetto, un veterano del Congreso que no quiso perder su condición de jefe de bancada.
Con vistas a la definición de autoridades de la Cámara, en el interbloque federal de mayor volumen se proponen sumar al menos un voto más que el eje PRO-UCR.
El reglamento marca que si hay empate irán a una votación y ahí llevan las de perder. Lo más probable, creen, es que LLA se incline por alguien del otro sector.
Además, Provincias Unidas juega en el Senado. De hecho, tras la jura de los diputados electos los gobernadores se involucraron directamente en la negociación en el otro ala del Congreso.
El santafesino Maximiliano Pullaro, el chubutense Ignacio Torres, el jujeño Carlos Sadir e incluso el correntino Gustavo Valdés —que dejó a su diputado en el bloque oficial de la UCR— se reunieron con senadores para tratar de ensamblar un bloque común.
En Provincias Unidas se entusiasman con juntar entre 15 y 16 senadores sobre 72, por lo que tendrían un peso relativo mayor que en Diputados.
>> Leer más: Pullaro no quiere una "reforma laboral de derecha" y marcó coincidencias con la CGT
El radical oriundo de San Lorenzo Eduardo Galaretto se sumó a la reunión con los gobernadores, pero Carolina Losada no estuvo. Si bien la senadora participó de algunas actividades de campaña antes de las elecciones del 26 de octubre, se mueve con autonomía respecto de la coalición santafesina y su versión nacional y muestra cercanía con la gestión de Milei.
Esas afinidades se reflejan en el Consejo de Mayo, que Losada integra como representante del Senado.
Por Lucas Ameriso
Por Mariano D'Arrigo