Tras las Paso, donde el Frente Progresista había salido bastante mal parado a nivel local, las elecciones generales de anteayer mostraron un importante repunte de la lista liderada por Javkin, que casi duplicó los resultados de agosto.
Por Silvina Dezorzi
Tras las Paso, donde el Frente Progresista había salido bastante mal parado a nivel local, las elecciones generales de anteayer mostraron un importante repunte de la lista liderada por Javkin, que casi duplicó los resultados de agosto.
Eso gracias a una denodada campaña oficialista por "convencer" a los vecinos sobre las obras y políticas en marcha con inversión pública, lo que llevó a Javkin a mejorar su desempeño sobre todo en las seccionales céntricas: entre la primera y la séptima salió segundo, detrás de Roy López Molina, pero adelante del justicialista Roberto Sukerman, que se quedó con ese lugar en casi todo el resto.
Así, el escrutinio proyecta ahora a Cambiemos ocupando la primera minoría con nueve bancas y a los interbloques del Justicialismo y el Frente Progresista empatados (por ahora, a menos que el oficialismo sufra deserciones) con siete, así como a Ciudad Futura con cuatro. De mínima, esa composición promete obligar a alianzas.
Hoy integrante del Ejecutivo, Javkin es consciente de qué significa gobernar sin mayoría legislativa. "Nosotros venimos hace bastante tiempo con minoría en el Concejo, pero es cierto que esta vez, a partir de diciembre, tendremos un carácter aún más minoritario", admitió.
La apuesta, señaló, pasará por tramar "acuerdos con los diferentes bloques sobre proyectos concretos", en especial aquellos que demanden "el acompañamiento" de iniciativas "importantes y de desarrollo, especialmente de infraestructura", un punto en el que "los rosarinos son muy exigentes", dijo.
El edil electo también auguró que "se viene un Concejo mucho menos disperso, donde van a quedar más claros los posicionamientos y va a haber interbloques más representativos".
Es claro: si tal como se prevé, a partir de diciembre habrá menos bloques (hoy suman 18, de ellos 13 unipersonales), las "responsabilidades" y las posturas serán más visibles. En especial la primera minoría, de Cambiemos, que deberá "asumir" su nuevo rol.
Máxime cuando se estará iniciando el último período previo a las elecciones a intendente del 2019, en el que "va a quedar más expuesto lo que haga cada bloque, más claras las posiciones y, en caso de trabarse iniciativas, el porqué".
"Creo que va a haber mucho trabajo y mucho para consensuar con todas las bancadas —anticipó Javkin—; seguramente según el tema, pero apuesto a que va a ser un Concejo que sabrá construir acuerdos diferentes sobre proyectos concretos".
El "primer desafío" de la próxima composición del Concejo, si es que no lo aprueba el actual, pasará por avalar el presupuesto 2018, un"clásico de fin de año".
Al tratamiento de la ley de leyes le seguirán otros "temas muy importantes" que le permitan a Rosario "insistir en más posibilidades para avanzar con obras de infraestructura".
Entre ellas, confió Javkin, "pavimento definitivo, los proyectos del Saladillo Mangrullo y la ampliación del sistema de iluminación con led,los que "sumados a la capitalización del Banco Municipal permitirán avanzar" hacia otras metas.