El cambio de modalidad implementado por el presidente Javier Milei, en el sentido de no dar un discurso ante la Asamblea Legislativa y dirigirse sólo a los partidarios convocados en modo banderazo en la Plaza Congreso, generó incomodidad en los bloques cercanos a La Libertada Avanza (UCR y PRO, entre otros) y fuertes críticas desde el peronismo.
El nuevo gobernador de Santa Fe Maximiliano Pullaro estuvo en el Congreso nacional y, luego de la corta ceremonia, habló con La Capital justo al momento de bajar las escaleras del primer piso a la planta baja, hacia la salida de las personalidades.
Pullaro expresó que hubiera preferido que Milei ofrezca un discurso con definiciones políticas más precisas ante el plenario legislativo, pero aceptó que “cada cual tiene su estilo”.
En Unión por Patria (UP) los comentarios sobre la decisión política de Milei de no hablar ante el recinto fueron lapidarias: “es un cachivache”, llegó a soltar en off un hombre avezado y relevante en el elenco peronista.
Antes de ingresar al Congreso, el presidente del bloque de Unión por la Patria, el rosarino Germán Martínez, había criticado a Milei por no hable ante la Asamblea Legislativa. “Es un error político”, calificó el legislador.
El socialista Esteban Paulón, en tanto, marcó: "Insólito, una vez que terminó la jura de Milei dieron por finalizada la Asamblea. El presidente se fue a la plaza y por micrófono nos pidieron que nos quedemos a escucharlo mientras nos daba la espalda. Dejá, lo escucho por la radio".
Para los bloques del radicalismo y el PRO, que serán fuerzas parlamentarias clave en el desenvolvimiento del proyecto radicalmente reformista que propicia el libertario, la ausencia de discurso del presidente electo no hizo más que incomodarlos.
Serán los bloques que tendrán, a priori, la función de acompañar las propuestas de LLA, que -se sabe- como fuerza política individual no tiene ninguna chance de constituir mayorías.
Las decisiones por transformar a la Argentina de todo vestigio populista construido en marchas y contramarchas en los últimos cien años, la mitad de la vida de la Nación, debería ser “dicha y explicada en detalle” por el presidente.
Así lo esperan las fuerzas políticas que integraron Juntos por el Cambio y que ahora se encuentran divididas, aunque prefieran reservarse la opinión hasta tanto la letra jurídica de los nuevos proyectos no haya aterrizado en el Congreso.
Todo indicaría que LLA todavía no tiene listo ese famoso paquete, al menos para ser presentado en las próximas horas en el Congreso.
La situación novedosa de dar por terminada la Asamblea de traspaso de mando presidencial luego de la mera entrega de los atributos (banda y bastón) al nuevo jefe del Estado y el “sí, juro”, en este caso leído por el propio Milei, hizo que los cerca de 300 legisladores que concurrieron al Congreso se retiraran sin hacer comentarios.
Por demás obvio, no había ninguna expresión política para hacer ya que sólo había ocurrido un hecho protocolar que no amerita valoración política.
Si bien la locutora de la ceremonia lo propuso, en verdad, luego de que se retiró Milei del recinto, la sala quedó vacía y nadie se quedó en sus bancas a presenciar el discurso del presidente en la plaza, transmitido en vivo por las pantallas gigantes.
Si bien los modos de realizar el traspaso presidencial no están detalladamente escritos en ninguna ley, sin embargo, por usos y costumbres, presidente que asume, como primer gesto habla al plenario de ambas Cámaras -donde conviven oficialistas y opositores- y recién después se dirige a los partidarios que se movilizaron para celebrar la llegada de su referente político al Sillón de Rivadavia.