El presidente del bloque de diputados nacionales de Unión por la Patria (UP), Germán Martínez, alertó sobre el “efecto dañino” que el proyecto de ley Bases que impulsa el gobierno nacional tendrá sobre la economía nacional, y en particular sobre la producción santafesina, en caso de ser aprobado. Y apuntó que la llamada oposición amigable “tendrá una cuota de responsabilidad” por esas consecuencias, aunque se mostró confiado en que la iniciativa que obtuvo media sanción en la Cámara baja sea rechazada en el Senado. El legislador denunció el recorte fenomenal de la obra pública y el daño que provocará la sanción del capítulo que crea el régimen de beneficios fiscales para grandes inversores. Y criticó al gobierno provincial por “no ponerse a la cabeza” de los reclamos de los industriales santafesinos.
El presidente Javier Milei viene de conseguir la primera media sanción en la Cámara de Diputados, a cinco meses de su asunción. “Esto demuestra que no nos equivocamos cuando dijimos en aquel momento que la estrategia parlamentaria del oficialismo era absolutamente fallida; esta vez se cuidaron de no hacer la cantidad de barbaridades que hicieron en enero y febrero, y llegaron más armados en términos de mayoría”, describió durante una entrevista con el programa radial la Banda Cambiaria.
Opinó, igualmente, que el texto que recibió media sanción es “igual o peor de feo” que el que se sometió a discusión en febrero. Porque el debate actual “incorpora cosas que antes no estaban, como la reforma laboral, que sí estaba en el DNU, y la reversión del impuesto a las ganancias sobre los salarios”. A este respecto, subrayó que “en términos de recaudación fiscal se neutraliza el año próximo con una reducción de Bienes Personales. “Le meten un impuesto a los trabajadores y le bajan impuestos a los que tienen mayor capacidad contributiva, es una muestra de su modelo de país”, enfatizó.
Martínez señaló que desde el bloque de UP se buscó “darle la máxima profundidad al debate e ir al hueso en cada una de las críticas”. No alcanzó pero se mostró confiado en que el proyecto de ley Bases encuentre un freno en el Senado. “Creo que el tiempo de la impugnación general lo tuvimos los diputados, en Senadores se va a ir punto por punto, allí se pudo construir, por ejemplo, mayoría para rechazar el DNU”, dijo, con la expectativa de que “se pueda frenar esto que a mi criterio sumamente dañino para para las argentinas y los argentinos”.
En relación al debate en la Cámara baja, apuntó contra la oposición amigable. “Esta ley no hubiera salido sin el invalorable aporte de Cristian Ritondo, Silvia Lospenato, Rodrigo de Loredo, Miguel Pichetto y Nicolás Massot, hay una cuota de responsabilidad por el daño que va a provocar esta ley, si se aprueba, que va estar en la cabeza de Javier Milei pero también hay otra cuota importante de estos legisladores que renunciaron a la representación política de esos argentinos que lo eligieron”, dijo.
En ese sentido, consideró que “la palabra clave” en estos tiempos es “representación”. Y que, pese a la votación adversa, “hay satisfacción respecto de que lo que expresó nuestro bloque representó a los argentinos que nos votaron en octubre y en noviembre”.
“Nos opusimos a la delegación de facultades, al desguace de los organismos estratégicos del Estado, a las privatizaciones y al régimen de incentivos a grandes inversiones, que es muy dañino para Santa Fe ya que los beneficiarios de este régimen puedan importar bienes de capital usados sin arancel va a destruir industrias estratégicas de nuestra región”. Atento a las versiones sobre quiénes serían los inversores que se pondrían este sombrero a medida, el ejemplo más difundido sobre el potencial daño a las pymes locales es en el terreno de la provisión de equipos a Vaca Muerta. Aunque no es el único caso, tal como lo explicó recientemente la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) en un comunicado.
El titular del bloque de diputados de UP cargó en este punto contra el gobierno provincial de Maximiliano Pullaro. “La actitud del gobierno de Santa Fe en esta etapa del debate de la ley ómnibus y el DNU 70 es lamentable”, subrayó. Y recordó. “Cuando en la primera versión del proyecto quisieron aumentar las retenciones a la exportación de aceites del 31% al 33 fueron todos al Congreso a presionar. Y yo tenía la misma mirada porque no tenía sentido castigar al que agrega valor. Pero ahora el gobernador no se puso a la cabeza del reclamo de la industria santafesina, hizo alguna declaración aislada pero claramente no tuvo la misma intensidad”.
Más allá, consideró que “la industria santafesina hoy no tiene ningún gobierno en la franja central del país que la defienda porque ya Llaryora, Pullaro y Frigerio apoyaron esto”. Y criticó que los dirigentes locales “se ponen el poncho federal en las reuniones de la Región Centro y lo tiran cuando van a discutir con la Nación. Y el gobierno central, dijo, juega con ellos. “El intendente confía en que va a conseguir los fondos nacionales para que el boleto no aumente pero esos fondos saldrían de los que la Nación ya recortó, es como que te roban la billetera pero te invitan a comer”, describió.
Lo mismo en todos los rubros. “Francos se sienta con los gobernadores y les ofrece restituir las obras que recortó, girar los fondos que pisó para las Cajas de Jubilaciones o autorizarlos a endeudarse en dólares, a cambio de influir en el voto de los senadores para aprobar la ley Bases; eso no es una negociación, es una extorsión”, dijo.
Y recordó que el presupuesto devengado para obras viales en los primeros cuatro meses de 2024 cayó 47% interanual, incluso con valores que son de 2023. “El otro día el ministro de Infraestructura de la provincia celebraba que estaba recuperando fondos nacionales para obras públicas en Santa Fe, pero es sobre la base de este recorte ya hecho”, se quejó.
En relación al futuro del peronismo, el diputado nacional por Santa Fe señaló que “en medio de un proceso de reconfiguración” como el que está atravesando ese espacio, “lo primero que hay que hacer es pararse sobre el último compromiso electoral que tuviste con la ciudadanía”.
“En octubre y noviembre dijimos que íbamos a defender la producción, el trabajo, la educación y la salud pública, la ciencia y la tecnología y la obra pública federal; entonces, cuando viene un proyecto de 250 artículos y ves que va en dirección contraria a ese compromiso, es fácil, lo rechazás”.
Más complejo, admitió, es construir una propuesta alternativa. El peronismo, recordó es “el único espacio político que mira la Argentina en su conjunto porque nuestro bloque tiene representación parlamentaria en 23 de 24 distritos”. Y desde allí, confió, “más temprano que tarde vamos a conformar una mayoría en la Cámara de Diputados que no solamente tenga capacidad de resistir a las políticas de Milei sino también de impulsar un rumbo alternativo”.
Y en ese sentido, mostró su comodidad “articulando con la izquierda, con el socialismo santafesino, que está teniendo una actitud muy digna, con Natalia De la Sota, con Facundo Manes, y con determinados sectores de partidos provinciales”.