El gobierno bonaerense de Axel Kicillof reaccionó este viernes con críticas frente al anuncio del amplio acuerdo comercial y de inversión entre la Argentina y Estados Unidos.

Advierten que el tratado anunciado por las administraciones de Milei y Trump golpea de "lleno" a la provincia de Buenos Aires
Foto: Archivo / La Capital.
El gobierno de Kicillof advirtió acerca de las posibles consecuencias contra la industria del acuerdo con Estados Unidos.
El gobierno bonaerense de Axel Kicillof reaccionó este viernes con críticas frente al anuncio del amplio acuerdo comercial y de inversión entre la Argentina y Estados Unidos.
El ministro de la Producción bonaerense, Augusto Costa, advirtió por el impacto que tendrá en esa provincia: “Profundizará su perfil primarizador, extractivo, y comprometerá mucho la industria, el desarrollo tecnológico, la posibilidad de agregar más valor al país y continuar con la tradición industrial”.
Costa ahondó en su análisis sobre las consecuencias del tratado bilateral con la administración de Donald Trump. “Pega de lleno en Buenos Aires y se suma a la política de ajuste y destrucción del empleo que venimos viendo. Es muy preocupante, realmente”, advirtió.
Al respecto, el funcionario aseveró que el documento próximo a firmarse es parte de “una estrategia ruinosa, de subordinación y entrega de la soberanía” que lleva adelante la Casa Rosada.
Costa sostuvo que los lineamientos presentados por Estados Unidos implican que el país profundice una relación comercial con una potencia con la que compite en varios sectores de la economía, “a cambio de algunos accesos de productos primarios y, particularmente, recursos naturales”.
“Les estamos garantizando acceso preferencial a productos tecnológicos que pondrán en riesgo seriamente a gran parte de nuestra industria. Buenos Aires es la que aporta el 50 por ciento de los bienes industriales de la Argentina”, sentenció.
Otro de los funcionarios de Kicillof que salió a hablar fue Carlos Bianco, ministro de Gobierno: aseguró que "es el tratado económico y comercial más desigual y asimétrico firmado desde el pacto Roca-Runciman”.
“La negociación se desarrolló sin estudios de impacto, sin participación del Congreso, sin consultas a los sectores productivos y sin intervención de las provincias. Un proceso de diplomacia secreta que deja afuera a todos los actores interesados”, alertó Bianco.
Asimismo, el funcionario analizó la relación de la administración de Javier Milei con la de Trump. “Washington define a qué reuniones internacionales asiste o no el jefe del Estado, que la Argentina no vaya al Mercosur, al G20 o a la cumbre Celac-Unión Europea, pero sí a una asunción presidencial en Bolivia”, repasó.
“Este acuerdo, y otros que se negocian en secreto con Washington, reducen la soberanía argentina en su sentido más profundo: la libertad de un país para elegir su rumbo. Cada compromiso opaco y concesión unilateral nos vuelve menos capaces de decidir nuestro destino”, concluyó Bianco.

