Carlotto reclama que la Justicia "sea mucho más rápida"
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, reclamó hoy que la Justicia
“sea mucho más rápida” para resolver los juicios que se siguen contra represores en la
última dictadura militar, al cumplirse 32 años del golpe que derrocó al gobierno de María Estela
Martínez de Perón. Por su parte, el padre Aldo Bresci admitió que la Iglesia Católica “fue
cómplice de aquellos que ejecutaban secuestros y asesinatos” y “no denunció cosas que
eran muy evidentes” durante la dictadura, por lo que pidió “perdón” a los
presentes en la recordación.
24 de marzo 2008 · 15:42hs
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, reclamó hoy que la Justicia
“sea mucho más rápida” para resolver los juicios que se siguen contra represores en la
última dictadura militar, al cumplirse 32 años del golpe militar que derrocó al gobierno de María
Estela Martínez de Perón. Por su parte, el padre Aldo Bresci admitió que la Iglesia Católica
“fue cómplice de aquellos que ejecutaban secuestros y asesinatos” y “no denunció
cosas que eran muy evidentes” durante la dictadura, por lo que pidió “perdón” a
los presentes en la recordación.
Al iniciar el acto, el máximo representante del gobierno en el acto, el secretario de Derechos
Humanos, Eduardo Luis Duhalde, consideró que el golpe de Estado desató “la noche más negra de
la historia de la Argentina”. Carlotto, al participar de un acto en el edificio que albergó a
la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (Esma), uno de los centros de represión emblemáticos
de la dictadura, afirmó que “treinta años es una barbaridad para esperar justicia”, por
lo que pidió a los jueces que no “encajonen las causas” ni “pongan trabas”.
Por otra parte, disculpó la ausencia de Cristina Kirchner del acto, al considerar que tuvo
“cien días duros” de gestión, por lo que debe priorizar “recuperarse” este
fin de semana largo, en el que se trasladó a su residencia de El Calafate. “La ausencia la
interpreto como un recuperarse para que el país vuelva a ser digno”, manifestó Carlotto sobre
la ausencia de Cristina y del ex presidente Néstor Kirchner, quien impulsó en 2002 que el 24 de
marzo sea feriado nacional. “Son los tiempos de cada quien. Cumplió cien días duros de
gobierno, con muchos inconvenientes, que le surgen por las demandas” que recibe, consideró la
dirigente. Además, advirtió: “Yo no quisiera saber qué pasa cuando uno se sienta en ese
sillón, para resolver los problemas de un país tan complicado, como la Argentina”.
Carlotto estuvo presente esta mañana, junto a integrantes de Abuelas, del acto realizado en el
Espacio de la Memoria (ex Esma), en el que celebraron un oficio religioso el párroco Bresci, el
obispo metodista Aldo Etchegoyen, y el rabino Daniel Goldman, además del secretario de Derechos
Humanos, Eduardo Luis Duhalde. Consultada sobre si efectivamente notaba demoras en los juicios
contra represores, la titular de Abuelas señaló “yo creo que sí, que hay algunos
inconvenientes fuertes” y apuntó que “la Justicia tiene que ser mucho más rápida”
en estos casos. Se difundió que jueces y fiscales informaron al gobierno de una
“sobrecarga” de casos en el tribunal oral federal número 5, que afecta a las causas
Esma y Primer Cuerpo de Ejército, por lo que no habría sentencias este año. Ante la posibilidad de
que se plantee un ordenamiento de las causas según los centros de detención en los que se
registraron los apremios, aclaró, con ironía, que “eso lo evaluarán los sabios de la
jurisprudencia”. “Lo que no queremos es que a los testigos se los maltrate, se los
tenga de aquí para allá; queremos que declaren una sola vez y que se los cuide”, reclamó
Carlotto.
Sobre ello, advirtió que “si se encajonan las causas, si los jueces ponen trabas y aceptan
las irregularidades de los defensores, que son costosísimos y terribles, entonces esto va a llevar
muchos años más”. “Necesitamos tener la justicia lo antes posible”, reclamó. Por
otra parte, manifestó su alegría porque “seguramente hoy hay nuevas personas que nunca habían
venido y hoy están, gente que opina del 'nunca más' como si fuera de su vida y antes estaba en otro
lugar” por lo que “hay que abrir los brazos y sumar”. Por el contrario, se
pronunció por “aislar a ese grupúsculo que defiende la dictadura y dice que hay que mirar
sólo hacia adelante; ellos vivirán su isla del oprobio”. “Las Fuerzas Armadas y los
sectores civiles representantes del gran capital asaltaron las instituciones de la República y
aniquilaron a millares de seres”, prosiguió por su parte Duhalde.
Bresci, en tanto, al realizar una fuerte autocrítica, declaró que pertenecer “a una
institución que calló cuando debía hablar, que fue cómplice de aquellos que ejecutaban los
secuestros, la tortura, los asesinatos, las desapariciones”. “La represión fue
acompañada por la Iglesia Católica”, remarcó. También criticó que “sectores
significativos de la Iglesia Católica hoy siguen sin decir claramente qué es lo que pasó, y por qué
no hablaron cuando debieron hablar y por qué acompañaron a los que no tenían que acompañar”.
“No hay reconocimiento ni arrepentimiento, sólo hay suaves disculpas y
consideraciones”, lamentó. Por ello, declaró: “Nos sentimos profundamente dolidos y
queremos de nuevo pedir perdón, perdón, perdón, por lo que los miembros de nuestra familia católica
hicieron y dejaron de hacer”. Luego del acto, en otro sector del predio, se proyectó la
película “Victoria”, de Adrián Jaime, sobre la hija de desaparecidos Victoria Donda,
nacida en cautiverio en la Esma.