La Justicia federal encontró ayer diez barriles con 250 kilogramos de efedrina que estaban en contenedores dentro de un depósito fiscal ubicado en las inmediaciones del aeropuerto internacional de Ezeiza, gracias a la información que había brindado horas antes el desplazado jefe de la Aduana Juan José Gómez Centurión.
En ese sentido, la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, confirmó que en el aeropuerto se encontraron barriles abandonados con esa sustancia, que sirve para la elaboración de drogas sintéticas.
"Es un hallazgo importante porque se viene trabajando en esto desde hace dos años", afirmó la funcionaria acerca del secuestro de la efedrina, uno de los "precursores químicos que sirve para drogas sintéticas y estupefacientes".
Bullrich también sostuvo que "la empresa a la que iba el remitente no se hizo cargo" de los barriles hallados y adelantó la presentación de una denuncia penal.
"Hay que ver cómo ingresó esto y se trabó ahí, porque puede ser planteado como un modus operandi", señaló la ministra.
Gómez Centurión se había presentado en los Tribunales de Comodoro Py para hacer una declaración en la causa que instruye la jueza María Servini para investigar el tráfico de efedrina y el triple crimen de General Rodríguez.
En ese marco, Gómez Centurión reportó sus sospechas sobre un depósito fiscal que, en diferentes oportunidades y durante su breve gestión, quiso inspeccionar. Aunque nunca lo logró porque le decían que ese espacio estaba "judicializado".
Cuando el juez Luis Rodríguez, en reemplazo de Servini (de licencia), ordenó abrir los contenedores, los investigadores encontraron diez tanques que, de acuerdo a las pruebas realizadas con reactivos químicos , contenían cada uno 25 kilogramos de efedrina y estaban allí desde 2010 o 2011.
Los barriles estaban retenidos dentro de los galpones de la Terminal de Cargas Argentina (TCA) de Ezeiza, en el sector denominado DAP (directo a plaza). Era mercadería que estaba para ser ingresada a la Argentina.
Buscan responsables. En el procedimiento actuaron efectivos de la Policía Metropolitana y empleados del juzgado de Servini y de la fiscalía a cargo de Juan Pedro Zoni. Y, en ese contexto, los investigadores procuraban determinar quiénes son los responsables de ese depósito.
Tanto la efedrina como la pseudoefedrina pueden actuar como precursores para la producción de drogas sintéticas, como, entre otras, las metanfetaminas.
Gómez Centurión, un militar retirado héroe de la guerra de Malvinas y amigo del presidente Mauricio Macri, fue desplazado de la jefatura de la Aduana semanas atrás luego de que aparecieran supuestas escuchas telefónicas pidiendo coimas para facilitar la entrada de mercadería al país.
La medida se adoptó luego de una presentación judicial a cargo del Ministerio de Seguridad, que recibió una denuncia anónima junto a las grabaciones que involucraban al funcionario en supuestas irregularidades.
Tras el hallazgo, Bullrich apuntó al gobierno anterior por la falta de controles, pero también cuestionó a los actuales directivos de la Aduana.
Asimismo, otra denuncia contra Gómez Centurión fue radicada por el abogado Maximiliano Rusconi, quien representó al técnico informático Diego Lagomarsino (colaborador del fallecido fiscal Alberto Nisman) y es letrado del detenido empresario Lázaro Báez.
Por eso, el jefe del Estado dispuso su desplazamiento transitorio. En tanto, Gómez Centurión fue defendido enfáticamente por una de las gestoras de la alianza gobernante Cambiemos, la diputada nacional Elisa Carrió (CC-ARI).
Otra versión. El propio Gómez Centurión atribuyó las acusaciones en su contra a una "operación delictiva y mafiosa, con la participación de personas que pertenecieron a los servicios de inteligencia".
Entre los denunciados también figuran una magistrada, un ex policía condenado por contrabando y Oldemar Barreiro Laborda, otrora dueño de la empresa recuperadora de autos robados Lo Jack.