Un quintero de Villa Gobernador Gálvez fue asesinado de un balazo en el pecho mientras se encontraba en su huerta de Alem sin número, en la zona sur de esa ciudad. La víctima fue identificada como Emilio Alberto Da Collina, de 75 años y según se indicó era el casero de la quinta desde hacía al menos veinte años.
El crimen ocurrió alrededor de las 2.30 del domingo cuando, según recordara un vecino, se escuchó un disparo de arma de fuego y luego "varios tiros más". El homicidio tuvo lugar en una chacra rodeada de campo sembrado con acelgas y espinacas a la cual se accede por una tranquera y hacia un costado hay galpones y alimentos para animales.
"Pregunten en la casa. Nosotros no queremos hablar porque si nos matan nadie va a decir nada por nosotros", señaló otro vecino a este diario.
Según se pudo reconstruir, a partir de partes policiales y por lo poco que comentaron los vecinos, ayer a la madrugada Emilio se encontraba con su mujer, Eva Leonor G. En un momento escucharon sonar la alarma del galpón, entonces el septuagenario decidió salir de la casa para ver qué estaba pasando.
En ese contexto escuchó gritos y golpes en la puerta, pero al asomarse fue sorprendido por un disparo que le impactó de lleno en el tórax y murió en el acto.
Ruidos y gritos
Al iniciar la investigación del caso los pesquisas se entrevistaron con Eva, quien dijo que pasada la media noche golpearon la puerta de su casa y escuchó gritos, su marido se asomó por el postigo de la ventana y le dispararon, pero ella no pudo ver a los autores porque estaba acostada en la cama y al levantarse se encontró con el cuerpo del anciano.
Cuando el gabinete criminalístico de la Policía de Investigaciones (PDI) llegó a la quinta encontró en la entrada de la casa una vaina de una pistola calibre 9 milímetros.
En las primeras observaciones del lugar no encontraron cámaras de videovigilancia que pudieran registrar movimiento alguno en el lugar y se inició un trabajo de investigación sobre probables testigos.
La quinta se encuentra a unos 500 metros del Fonavi Guereño de Villa Gobernador Gálvez y algunos vecinos, aunque en voz baja, apuntan a una pandilla que se refugiaría en esos edificios.
"El hombre era muy bueno y no se metía con nadie. No sabemos qué pudo pasar y nadie cuenta nada", sostuvo un vecino.