Vecinos de dos barrios que distan a unas cincuenta cuadras uno del otro, se reunieron en sendas esquinas y a la misma hora con un mismo pedido: seguridad y justicia. Unos lo hicieron en Ayacucho e Ituzaingó, el barrio República de la sexta, donde están alarmados por la suma de robos a viviendas y comercios, y sobre todo por los asaltos del tipo “hombre araña“ en el cual los ladrones trepan por los balcones de los edificios y roban a quienes duermen, siempre de madrugada. La otra movilización fue en Montevideo y Solís, barrio Azcuénaga, en la puerta del taller de Patricio Gigena, un hombre de 82 años que fue asaltado el 25 de octubre y luego de agonizar unos días murió en un sanatorio local. Un hombre y una mujer, ambos de 30 años, irrumpieron en su taller mecánico para robarle y lo golpearon con un palo de madera en el cráneo. Los homicidas fueron capturados y los policías encontraron la batería que le robaron al anciano.
En la República de la Sexta unos 50 vecinos cortaron Ayacucho en su intersección con Ituzaingó. Los reclamos fueron de todo tipo: “Hace cerca de un año que la zona se puso muy difícil. En los últimos meses los delincuentes usan la modalidad de trepar por los balcones, a una chica le entraron a su casa y la violaron hace una semana atrás, a otros vecinos uno cuatro o cinco los asaltaron en su departamento mientras dormían... Día por medio nos enteramos de nuevos robos“, contó Roxana, una vecina que junto a otros de la zona se reunió la semana anterior con funcionarios del Ministerio de Seguridad.
“En el Ministerio nos dijeron que sabían del problema y que se iban a hacer patrullajes. Por un par de días pasó un patrullero por las cuadras del barrio pero después no pasó más. Lo increíble es que estamos a una cuadra de la escuela de cadetes de Policía, hasta los mismos cadetes que viven por acá tienen miedo”, abundó otra vecina.
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Por su parte, los comerciantes de esa zona del barrio también están “cansados de tanto robo. Una piba de la esquina de Ayacucho e Ituzaingó cerró, cansada de los robos, y a todos los comerciantes nos han robado o tuvimos hechos de inseguridad”.
El denominador común de los reclamos es la falta de iluminación en distintas cuadras y la falta de escamonda de la añeja arboleda del barrio. El último recurso de los vecinos es esperanza: “Hicimos un grupo de WhatsApp y así nos comunicamos y nos protegemos”, cuentan.
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A unas cincuenta cuadras de allí, en barrio Azcuénaga, unos 150 vecinos se encontraron en la puerta del taller mecánico de Patricio Gigena, a quien todos en el barrio le decían “Gige”. Su hijo, Osvaldo, dijo a La Capital: “No esperábamos nunca esto, pero pasó. La fiscal tiene confianza en que el caso por el homicidio de mi padre está encaminado a una pena de cadena perpetua para los responsables, y yo le creo. Mi padre no tenía miedo de que le robaran, hasta hizo entrar al taller al hombre que lo mató“.
“Hace 47 años que vivimos en el barrio y los vecinos han demostrado con esta reunión el amor que le tenían a mi padre”, sostuvo.
Los mismos vecinos de toda la vida se congregaron con velas y carteles en las puertas del taller. “Era un gran hombre don Gige, queremos justicia”, vociferaba una mujer de casi la misma edad que la víctima mientras mostraba una pancarta casera en la que repetía: “Justicia”.
Otros vecinos aseguraron que “así no se puede vivir. Hay cuadras en las que los comerciantes están todos amenazados por una bandita que te pide plata para cuidarte, una extorsión clara. No se ven patrulleros y los arrebatos son continuos. El domingo mi marido iba hasta Mendoza y Larrea, y dos en moto le cortaron el paso y le robaron todo”, contó Silvia.
Otra vecina expresó que “entran a las casas por los techos y te roban bicicletas, secarropas, los medidores de agua y gas, cables de todo tipo y lo que encuentren se llevan. Hace tres meses a Rosa, una vecina de acá a media cuadra, le entraron, la maniataron y le robaron todo. Hicimos un grupo de WhatsApp para protegernos”.
En los dos barrios el mismo reclamo: que puedan vivir más tranquilos, que la Policía patrulle, que el barrio cambie y sea mas vivible.