Ese día serán presentadas tres querellas: los abogados Salvador Vera, Nicolás Vallet y Guillermo Campana, de la Asamblea por los Derechos de la Niñez y la Juventud, en representación de Elsa Godoy, mamá de Franco; Matilde Bruera, de la Defensoría General de la Nación, en representación de Ramón Casco, papá de Franco; y los abogados Matilde Gatti y Santiago Bereciartúa, en representación de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.
Franco era un joven oriundo de Florencio Varela que en los últimos días de septiembre de 2014 llegó a Rosario a visitar a unos familiares y el 6 de octubre se retiró del domicilio de sus parientes para regresar a su ciudad. Ésta fue la última oportunidad en que fue visto con vida por sus familiares. Fue detenido por la policía, privado de libertad en la comisaría 7ª y se desconoció su paradero hasta que el 30 de ese mes, cuando fue encontrado sin vida en el río Paraná por personal de Prefectura.
El caso fue en principio tomado por la Justicia Provincial hasta que en el mes de diciembre pasó a la Justicia Federal como “desaparición forzada de persona”, quedando a cargo del Juzgado de Carlos Vera Barros y del fiscal Marcelo Degiovanni.