Doce personas quedaron en prisión preventiva por el plazo de ley y otras dos bajo arresto domiciliario acusadas de integrar una asociación ilícita dedicada a perpetrar golpes comando en empresas y comercios de Rosario, Álvarez y Granadero Baigorria entre febrero de 2021 y el mes pasado. De acuerdo a la acusación que se conoció el último jueves, la banda contaba entre sus integrantes con una mujer policía que les facilitaba información y encubría el accionar de sus cómplices que lograron alzarse con un botín estimado en 7 millones de pesos, 74 mil dólares y 1.300.000 pesos en cheques además de otros objetos robados a las víctimas de sus andanzas.
Según la imputación llevada adelante por la fiscal Juliana González, de la Unidad de Investigación y Juicio, la banda cometió atracos en firmas como La Virginia, una arenera de la zona norte, una maderera, una fábrica de hormigón y una casa de repuestos para motos entre otros negocios, siempre en pocos minutos, de forma organizada y violenta, y con roles determinados para cada uno de sus integrantes.
La fiscal le atribuyó a Luis Miguel C., Marcelo Fabián F., Luciano Fernando G., Roberto Carlo O., Leandro Gabriel C., Erica G., Claudio Sebastián V., Yamil Carlos Z., José Luis C., Abigail R., Mariana Belén G., Lorena Mariana C., Andrés Marcelo U. y Hernán Nicolás I. “en forma conjunta con otros sujetos aún no identificados, haber prestado su conformidad para formar parte de una asociación o banda con permanencia en el tiempo destinada a cometer un número indeterminado de delitos, de manera organizada, que tuvieron en común la modalidad comisiva del tipo «golpe comando», constitutivos de hechos de robo calificado, contando para ello con organización estructural, división de roles y funciones, prelación jerárquica, medios materiales y logística”.
En ese marco, le endilgó a Luis Miguel C. la figura de “jefe u organizador de la banda” y a Marcelo F. ser su principal ladero. Ambos hombres son de los conocidos en el hampa local como “viejos cañeros” y fueron señalados por integrar las filas delictivas del ladrón Abel “Veneno” Fernández, quien tenía su base de operaciones en la zona sur de la ciudad y en julio de 2020 fue condenado a 6 años y 8 meses de cárcel por cuatro atracos cometidos en 2017. Además, fueron nombrados en una causa de ese mismo año por ocho golpes comando cometidos junto al clan de Hernán “Lichi” Romero, un asaltante devenido en narco asentado en la zona norte rosarina y por los que Lichi aceptó una condena a 7 años y 4 meses de prisión en un juicio abreviado que se llevó adelante en junio de 2020.
Los roles
De acuerdo a la investigación de la fiscal González, “todas las actividades delictivas eran supervisadas por el jefe del grupo, Luis Miguel C., mientras que Érica G. era “la que le brindaba los datos para cometer los hechos, la información de posibles víctimas, recomendaba nuevos integrantes para la banda y coordinaba con su jefe la comisión de los atracos que eran materializados por Marcelo F., Luciano G., Leandro C., Hernán I., Roberto O., Yamil Z. y Andrés U., todos los que hacían inteligencia previa y actuaban como «campana» mientras el resto llevaba adelante el asalto”.
En tanto, el grupo integrado por Mariana G., Abigail R., José Luis C., Claudio V. y Erica García eran, según la fiscal, “quienes ayudaban a resguardar el producto o provecho de los robos, ocultaban armas y cualquier otro objeto utilizado en los atracos como handies, inhibidores de señal y ropa entre otras cosas”.
Finalmente la banda se apoyaba en la labor de Lorena C., una policía de la Unidad Regional II que fue imputada por “no reservar información que había obtenido personal policial que se dedicada a la investigación de este grupo delictivo” brindando así protección a la banda. En ese sentido, la fiscal argumentó en su acusación que la mujer “alertó al menos a tres miembros del grupo, entre ellos al jefe de la banda, que estaban siendo investigados y les brindó asesoramiento en el uso de celulares”. Por eso le achacó “ayudar a los miembros de la organización criminal a eludir las investigaciones y a sustraerse a la acción jurisdiccional además de no haber denunciado la delitos cuando era su obligación por su condición de funcionaria pública en la policía”.
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Joyas, armas y otros objetos que fueron recuperados en los allanamientos a la banda.
Los atracos
5/2/21: Al menos cuatro hombres al mando de Luciano G. llegaron en un Chevrolet Onix que tenía pedido de secuestro por haber sido robado a mano armada en la zona de Río de Janeiro al 1300 un mes antes y al que le habían cambiado la patente hasta la cuadra de Jorge Newbery al 9100, en el barrio Hostal del Sol. Tras descender del vehículo ingresaron armados a uno de los comercios que allí funcionan y después de amenazar al dueño y a un empleado robaron 150 mil pesos. Como no los conformó el botín, golpearon y encerraron al propietario del local y les sustrajeron los celulares a las víctimas. Cuando se iban llegaron al local dos clientes que corrieron idéntica suerte y bajo amenazas les robaron los celulares, 11.500 pesos y un Peugeot 208 en el que escaparon.
18/7/21: José Luis C., Marcelo F., Roberto O. y Luciano G. junto a un quinto hombre aún no identificado llegaron hasta una casa de pasaje Curapaligüe al 5900 (en la zona de Ovidio Lagos y Circunvalación) a bordo de un Toyota Corolla que había sido robado el 22 de abril de ese año. Entonces uno de los maleantes bajó y le dijo al dueño de casa que le iban a comprar un viejo Chevrolet Chevette que tenía en estado de semiabandono en la puerta para poder vender los repuestos y que le ofrecían 15 mil pesos. Cuando el falso comprador ingresó al domicilio con la víctima para hacer el boleto de compra venta, sacó una pistola y lo amenazó con el fin de asaltar un galpón lindero dedicado a la venta de maderas y del cual el dueño de casa era sereno. Entonces obligaron a la víctima a mostrarles dónde estaban las cámaras de seguridad y con un soplete violentaron la caja fuerte de la oficina del primer piso del comercio llevándose 2,5 millones de pesos, 700 dólares y cheques por 1,3 millones de pesos. Luego obligaron al sereno y a su familia a encerrarse en una habitación, le llevaron su celular y las llaves de su auto. Cuando los maleantes cargaban lo robado en el Toyota Corolla llegó al lugar una comisión policial y se inició una persecución que se prolongó por varias cuadras hasta Batlle y Ordóñez y la colectora de Circunvalación donde los asaltantes abandonaron el auto para huir a la carrera en distintas direcciones, oportunidad en la que fue apresado Marcelo Fabián F.
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21/10/21: A bordo de un Peugeot 207 que tenía pedido de secuestro por haber sido robado y que ostentaba la patente de otro auto, Luis Miguel C., Luciano Fernando G., Leandro Gabriel C., Hernán Nicolás I. y otro hombre aún no identificado llegaron hasta la empresa Hormigonera Polimix, en Uriburu al 6000, donde sorprendieron a una empleada de limpieza y entraron a una oficina en la cual obligaron a los empleados, entre ellos la tesorera, el gerente y el contador de la firma, a ir a una oficina donde los hicieron tirar al piso y los golpearon. Con el personal reducido, luego de cortar los cables de teléfono e internet y blandiendo pistolas, les exigieron las llaves de la caja fuerte, la que terminaron abriendo luego de barretearla y utilizar tubos de gas y un soplete. Los delincuentes huyeron llevándose 1.960.000 pesos, un celular y una mochila con 20 mil pesos.
2/11/21: El jefe de la banda ingresó junto a otros tres hombres a la planta de la empresa La Virginia, ubicada en Sorrento y Circunvalación, a la cual llegaron portando armas de fuego con las que amenazaron a los custodios y lograron acceder a las oficinas donde obligaron a todos los empleados a tirarse al piso. Tras ser alertados por medio de un handy que tenía quin oficiaba de campana en el portón de acceso a la empresa, alcanzaron a robar 162 mil pesos además de otros 50 mil que le sacaron a un proovedor y huyeron en un Volkswagen Gol Trend que tenía la patente de otro auto.
27/11/21: De acuerdo a la acusación, Luis Miguel C. llegó pasado el mediodía junto a otros siete integrantes de la banda hasta la arenera ubicada en Constancio Vigil al 700 de Granadero Baigorria a bordo de un Peugeot 207 negro, una pickup gris y una Volkswagen Amarok que portaba la patente de un auto robado la noche anterior. Una vez que descendieron de los vehículos, algunos se dedicaron a desconectar los cables de la alarma y de las cámaras de videovigilancia del lugar mientras otro de los autores redujo a un empleado e ingresaron a la oficina donde obligaron a otros dos trabajadores a arrojarse al piso bajo amenazas con armas de fuego. Con la situación controlada exigieron a las víctimas la entrega de dinero y sustrajeron de una caja fuerte 2 millones de pesos, 23.660 dólares, 12 mil pesos en cheques y otros elementos. Asimismo, tres de los maleantes entraron por la fuerza a la casa del dueño del comercio, que se erige junto a la arenera, y tras golpearlo lo maniataron para robarle otros 400 mil pesos, una caja fuerte portátil y el auto, un Audi Q3 con toda la documentación a su nombre en el interior para luego huir dejando malherida y encerrada a la víctima.
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28/2/22: Luis Miguel C., Luciano G. y otros dos hombres llegaron la noche de ese día a una vivienda de Vera Mujica al 4000 a bordo del Audi Q3 robado al dueño de la arenera y tras engañar a unos chicos para que les franquearan el ingreso a la casa y una vez dentro, los redujeron junto a su familia. Igual suerte corrió un pariente de las víctimas que legó poco después y no tuvo tiempo de sorprenderse de ver la situación que ya estaba tirado en el piso y maniatado. Tras robarles un teléfono celular y otras pertenencias. Sin embargo, el atraco fue interrumpido por un uniformado que estaba de franco de servicio y vio desde su casa movimientos sospechosos por lo que se acercó a la vivienda que era blanco del atraco. Así, se inició una persecución en la que fue apresado Luciano G. En el lugar, agentes del Comando que llegaron poco después secuestraron una pistola Bersa Thunder calibre 380 la cual fue descartada por el detenido.
16/3/22: Luis Miguel C. junto a otros cuatro delincuentes llegó a media mañana a un comercio de venta de repuestos para motos ubicado en Belgrano al 900, en la localidad de Álvarez, a bordo de una camioneta Volkswagen Amarok similar a la usada en el robo a la arenera de Granadero Baigorria en el mes de noviembre. Allí, dice la acusación, primero entraron dos de los asaltantes que simulando ser clientes sorprendieron al encargado y lo golpearon hasta reducirlo. Luego el cabecilla de la banda entró a una casa que se encuentra detrás del local comercial junto a otros dos delincuentes y amenazaron a familiares de la primera víctima para robarles teléfonos celulares, 50 mil dólares, 26 mil pesos, el DVR con las filmaciones de las cámaras de seguridad, alhajas y joyas antes de escapar.
Asimismo, la fiscal atribuyó a Luis Miguel C. la tenencia ilegítima de una pistola calibre 40 y de un revólver Magnum calibre 44 que fueron secuestrados en su domicilio de Liniers al 100 bis de Rosario en un allanamiento realizado el 23 de marzo último y la tenencia de una pistola semiautomática calibre 22 largo hallada por la policía en una vivienda de Pasaje 9 y Temporelli de Villa Gobernador Gálvez donde el cabecilla de la banda solía esconderse.
En cuanto a Leandro Gabriel C., le imputaron la tenencia ilegítima de una escopeta que se halló en la casa de Castellanos al 1400, en Puerto Gaboto, donde fue detenido y que había sido robada en noviembre del año pasado; y a Yamil Carlos Z. tener en su poder una carabina calibre 22 largo Kalashnikov hallada en un armario de la habitación de su casa de Felipe Moré al 1100 de Rosario.
Con todos esos elementos en su poder, el juez de primera instancia Pablo Pinto dictó la prisión preventiva para todo el grupo delictivo por el plazo de ley a excepción de la policía Lorena C. y Mariana G., quienes quedaron bajo arresto domiciliario con la colocación de tobillera electrónica.∏