El clamor por la muerte del arquitecto Joaquín Pérez -el joven de 34 años asesinado a tiros para robarle su auto en el barrio de Arroyito- aún no cesa. Y como una continuidad de los reclamos por más justicia y seguridad, este viernes familiares de Gonzalo Roberto Molina, muerto tras un ataque a balazos en febrero de este año mientras estaba en su fiesta de cumpleaños-, llevaron sus reclamos al Centro de Justicia Penal: "Tenemos miedo que la causa quede NN. La investigación no avanza porque hay miedo, nadie habla", afirmó la madre del chico.
La noche del viernes 5 de febrero Gonzalo Roberto Molina, de 20 años y jugador de fútbol en el Club General Paz de Villa Gobernador Gálvez, salió con unos amigos para ir a un cumpleaños en una casa de la cortada Santa María al 4200, a la altura de Garibaldi al 3700, en un complejo habitacional de UPCN lindero al barrio Alvear.
En eso estaba cuando cerca de las 4 de la madrugada del sábado una persona que iba en moto frenó delante del grupo, que estaba sobre la vereda, y disparó al menos cinco veces antes de darse a la fuga. Uno de esos disparos hirió a Gonzalo, que de inmediato fue trasladado al Hospital de Emergencias donde falleció la mañana del domingo.
Este viernes, en declaraciones al programa "Todos en la Ocho", Sandra, la mamá del muchacho, dijo quebrada por la angustia: "Tenemos miedo que la causa quede NN. La investigación no avanza porque hay miedo, nadie habla".
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"Recién nos concentramos en el Centro de Justicia Penal, no hay ningún avance en la causa, y no hay un solo detenido. El episodio ocurrió hace 8 meses, personas bajan de un auto y comienzan a disparar a todos los chicos que estaban en el cumpleaños de Gonzalo. A la inseguridad la veía por televisión, ahora perdí un hijo", relató la mujer.
Acerca de la investigación, la mujer destacó que "la Fiscalía aportó datos, hicieron allanamientos, detuvieron a una persona de apellido Luna pero no encontraron pruebas y lo tuvieron que dejar en libertad. No hay respuesta de la justicia, no encuentran al que disparó, tampoco encuentran el auto desde el que dispararon".
Para reforzar su idea agregó que "no se avanza porque tienen miedo de hablar, no conozco mucho a los chicos que son testigos, pero no quieren hablar de quién disparó. Hablamos de más de 20 disparos, como le tocó a mi hijo le podría haber tocado a cualquiera de los otros chicos que estaban en el cumpleaños".
Por último, Sandra hizo una llamado público a aquellos que "puedan tener datos y aportar detalles. Pedimos que lo haga frente a la justicia, porque soy una madre a la que destruyeron la vida. La inseguridad antes la veía por la tele y ahora nos toca a nosotros pasar por este inmenso dolor como es la pérdida de un hijo.