Fue un robo medido, calculado, aunque con un magro botín si se tiene en cuenta
que en el depósito asaltado quedaron nueve camiones Mercedes Benz 1614 y los ladrones sólo se
llevaron un Fiat Uno. Ocurrió ayer a la madrugada en el depósito que la empresa de recolección de
residuos 9 de Julio tiene en French al 7400, en los confines de barrio Larrea. Dos hombres a cara
descubierta aprovecharon que el portón de ingreso al galpón estaba abierto y sorprendieron al
sereno, al que redujeron y maniataron. En menos de media hora se llevaron, además del auto de la
empresa, un cargador industrial de baterías y varias herramientas.
Desde hace casi dos décadas en el depósito ubicado en French y Estados Unidos se
guardan los vehículos de la empresa de higiene urbana 9 de Julio SA, firma que hasta mediados de
los 90 se encargaba de recoger la basura de Rosario y hoy también lo hace en localidades vecinas
como Pérez, Capitán Bermúdez, Granadero Baigorria y Zavalla. El galpón es un espacioso tinglado de
50 por 60 metros ubicado en los límites de las comisarías 17ª y 20ª, cien metros al sur de la
estación de servicios que domina el cruce de Juan José Paso con la avenida de Circunvalación, en la
zona noroeste de la ciudad. El lugar tiene un portón de acceso y una garita que funciona para
registrar el ingreso y egreso de personal, y en la que hay apostado por las noches un empleado de
seguridad privada.
Veinte minutos. Según pudo reconstruirse tras dialogar con pesquisas y allegados
a la firma asaltada, el último camión de recolección de residuos arribó al galpón a las 3.15 de
ayer y completó así la flota de nueve unidades Mercedes Benz 1614 que no sólo se guardan allí sino
que también son reparadas. Además, había estacionado entre otros vehículos en reparación, un Fiat
Uno modelo 1997 de la empresa. Cinco minutos más tarde, el personal del camión dejó el depósito y
en la garita sólo quedó un empleado de seguridad, de 57 años. Todo indica que el portón de entrada
quedó abierto y por ahí, sin mayores obstáculos, ingresaron dos maleantes a cara descubierta.
"Los tipos se movieron rápido y en un abrir y cerrar de ojos encañonaron al
vigilante", explicó una fuente allegada a la causa. Con el cable del cargador del celular lo ataron
y lo dejaron encerrado en un baño que hay contiguo a la garita. "No seas boludo", le dijeron y se
concentraron en lo que se podían robar dentro del depósito.
"En un momento uno de los ladrones dijo de robar un camión, pero a lo mejor fue
para que lo escuchara el vigilante", explicó el vocero, al recordársele que en abril de 2006 de ese
lugar se sustrajeron tres vehículos (ver aparte). "Si se hubieran querido robar un camión, se
podrían haber llevado los nueve. Pero se llevaron sólo el Fiat que tenía las llaves puestas",
confiaron desde la empresa.
Además del auto, los ladrones robaron un cargador industrial de baterías, tres
baterías, dos gatos hidráulicos y herramientas de mano. Todas cosas que se podían cargar en el Fiat
Uno patente BMP351 que hasta anoche no había sido hallado.
Tiempo medido. "Todo ocurrió muy rápido. Los ladrones aprovecharon el tiempo
entre que llega el último camión y entra el turno de las 4 de la mañana. Estuvieron unos 20 minutos
y los que llegaron a trabajar se toparon con el vigilante atado en el baño y avisaron a la
policía", explicó un vocero. Así, a las 4.10 de la mañana, French al 7400 se pobló de móviles del
Comando Radioeléctrico.
"Uno de los muchachos que llegaba a trabajar se topó con los tipos que se iban
en el Fiat pero no les prestó atención. Cuando llegó y vio al sereno atado, se dio cuenta que eran
los choros", explicó escuetamente un empleado de la 9 de Julio. La denuncia fue radicada en la
seccional 17ª.