Matías Ezequiel Cofano, de 31 años, fue condenado en el marco de un juicio abreviado homologado la mañana de ayer en los Tribunales provinciales por el crimen del arquitecto Sandro Procopio, ocurrido en el marco de un asalto el 24 de agosto de 2015 en Cerrito y Constitución. El acuerdo de partes incluye en la pena un robo calificado y una tentativa de robo cometidos por el delincuente en las localidades de Funes y Alvear, hechos por los cuales el tribunal le dio 9 años de prisión.
En tanto, Angel Simón Cisneros, quien en un primer momento también fue investigado por el asesinato de Procopio bajo la carátula de homicidio críminis causa, un delito que prevé la pena de prisión perpetua, sólo fue condenado a 5 años de cárcel como autor del robo calificado a un minimercado de Funes del cual se llevaron unos 6 mil pesos y mercaderías. En este caso los pesquisas no hallaron pruebas concretas que lo vincularan al crimen del arquitecto.
En sí, con el correr de la investigación la Fiscalía concluyó que Cofano prestó una colaboración secundaria en el homicidio de Procopio y que no hubo pruebas para determinar que el otro involucrado participó en el hecho que desató en Rosario un estado de conmoción tal que derivó en una masiva marcha bajo el lema "Rosario sangra".
La tarde del 24 de agosto de 2015 Procopio se dirigía a una obra en construcción que estaba a su cargo cuando fue abordado por dos hombres. Según la investigación, los atacantes bajaron de un Volkswagen Gacel en la esquina de Cerrito y Constitución y el auto siguió su marcha para detenerse en esta última calle según la secuencia tomada por una cámara de seguridad.
Cuando Procopio caminaba por calle Cerrito fue abordado desde atrás por los asaltantes que lo amenazaron con un revólver calibre 38 y le sacaron el celular Nokia Asha. En ese marco se produjo un forcejeo y uno de los asaltantes agarró a trompadas y patadas a la víctima, le asestó un culatazo en la nuca y otro en la cabeza y no conforme con ello le efectuó un disparo fatal "con la intención de darle muerte y con la finalidad de asegurar el resultado o procurar la impunidad, lo cual finalmente ocurrió ya que la víctima sufrió un shock hipovolémico por hemorragia masiva de abdomen" y falleció en el lugar. Tras ello los maleantes huyeron en el VW Gacel que habían quedado en la esquina y que fue conducido por Cisneros.
En el Gran Rosario
El otro hecho evaluado en el juicio abreviado ocurrió el 4 de enero de 2015 en un minimercado de Funes. Según la pesquisa, Cisneros y Cofano llegaron hasta el local de Fuerza Aérea 794 simulando ser clientes. Tras ello amenazaron a Gustavo y Elena, encargados del local, obligándolos a ingresar al depósito ubicado en la parte trasera del negocio, donde los encerraron. Con la situación controlada, los maleantes robaron de la caja unos 5 mil pesos además de dos cartones de cigarrillos, dos botellas de fernet, dos celulares y otros mil pesos de una billetera para escapar en un Renault 9 blanco.
El último episodio atribuido a Cofano es el que protagonizó con Jonatan Ezequiel Illanes y el prófugo Enzo Santiago Ayala la tarde del 16 de diciembre de 2015. Entonces ingresaron a un vivero ubicado a la altura del kilómetro 289 de la ruta provincial 21, en jurisdicción de Alvear, donde abordaron a su propietario tras amenazarlo con un arma de fuego y lo encerraron en el baño tras golpearlo y aplicarle descargas eléctricas con una picana.
Tras ello le robaron la llave de la casa contigua al vivero y robaron un celular, 150 pesos y varias herramientas y mercaderías del local para luego intentar escapar en una Fiat Ducatto blanca. Sin embargo, en esa circunstancia fueron avistados por policías a los que le resultó sospechosa la actitud de los tres hombres cargando mercaderías en el utilitario y los detuvieron.
En ese momento los efectivos le incautaron a Cofano y a sus cómplices el dinero robado, un revólver calibre 22 corto, una picana eléctrica, dos amoladoras, cuatro bolsas con fertilizantes, una mochila con herramientas, el teléfono celular de la víctima y documentos del vehículo en el que pensaban fugar.
Imputaciones
Tras la detención de Cofano y Cisneros, el fiscal Nicolás Foppiani los imputó por el robo. Pero algunos datos que surgieron de la filmación y el auto utilizado en el crimen de Procopio los vincularon con ese hecho. En noviembre de 2015 les imputaron el homicidio críminis causa. A Cofano se lo sindicó como el conductor del auto que trasladó a los atacantes mientras que a Cisneros se lo señaló como la persona que bajó armada, lastimó y ejecutó al arquitecto. Entonces se dijo que aún restaban la producción de medidas como un peritaje telefónico sobre cuatro celulares secuestrados y reconocimientos en rueda de persona. El tercer agresor no fue identificado.
Finalmente, en el fallo que lleva la firma del juez Mariano Aliau, los fiscales Nicolás Foppinai y Miguel Moreno, y la defensora pública Nora Gaspire, se recuerda que "el juicio abreviado es un mecanismo que, a partir del acuerdo al que se arriba entre el Ministerio Público de la Acusación y la Defensa, aunado al reconocimiento o conformidad de los imputados sobre la materialidad del hecho y su intervención en el mismo, se arriba a lo que se conoce en doctrina como «verdad consensuada»".
En ese orden, el magistrado condenó a Matías Ezequiel Cofano a 9 años de prisión por encontrarlo "autor penalmente responsable del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en calidad de partícipe secundario, robo calificado por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no se encuentra acreditada, robo doblemente calificado por el uso de arma de fuego sin aptitud para el disparo y por arma impropia, y agravado por haber sido cometido en poblado y en banda, en grado de tentativa todos en carácter de coautor".
Según fuentes tribunalicias, la participación secundaria de Cofano se explica en que el hombre estaba trabajando y usaba como remís trucho el auto que fue identificado en la filmación del día del crimen, oportunidad en la cual estaba a cargo del vehículo y al quedar estacionado a la vuelta de la escena criminal no pudo observar lo que pasó.
Y a Angel Simón Cisneros condenó a 5 años de prisión por encontrarlo "autor penalmente responsable del delito de robo calificado por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no se encuentra debidamente acreditada, en carácter de coautor" ya que la investigación sobre su participación en el crimen del arquitecto no arrojó elementos para avanzar sobre la sospecha que tenía la Fiscalía en su contra.
Miles de rosarinos se volcaron masivamente a la calle el 25 de agosto de 2016 para reclamar mayor seguridad ante la entonces creciente seguidilla de hechos violentos, algunos de ellos con saldo trágico. La movilización se organizó desde las redes sociales y la gente se convocó frente a los Tribunales provinciales y luego caminó hasta llegar a la sede de Gobernación, frente a plaza San Martín.
Frente a los últimos crímenes que se habían registrado en la ciudad, entre ellos el del arquitecto Sandro Procopio, ocurrido un año antes, los organizadores decidieron trasladar sus cuestionamientos al desempeño policial de las redes sociales a la calle. Una flota de taxi hizo las veces de avanzada de la marcha, mientras vecinos aplaudían desde los balcones para acompañar las consignas.
En medio de la multitud sólo se vieron carteles en recuerdo de las víctimas de la inseguridad y los reclamos puntuales: "Ni un muerto más", "Queremos vivir", "Basta de violencia".