A Melani Juárez la suerte la acompañó solo un tiempo. Tenía 21 años, cursó sus estudios con buenas notas, ganó olimpíadas educativas de matemática y ajedrez y siempre bailó. Desde muy chica lo hizo con sus amigas, en escuelas de danza, en su casa. Esa era su pasión y era una activa usuaria de las redes sociales, donde compartía videos de sus bailes pero también ofrecía a la venta juguetes sexuales y tenía un perfil de contenidos para adultos. El domingo sus familiares dejaron de saber de ella, no la vieron interactuar más en Instagram y Facebook como lo hacía a diario. Entonces fueron a buscarla a la pensión donde vivía desde hace unos seis meses, en 9 de Julio 543, pleno barrio Martin. Allí una de sus hermanas la encontró muerta ayer a la mañana junto a los policías que la acompañaron. Según la primera vista del médico forense, el cuerpo desnudo de la joven, tirada en el piso y con la cabeza apoyada sobre la cama, tenía entre doce y catorce puñaladas además de algunos signos de resistencia producto de forcejear con el femicida. Y la data de su deceso se podría remontar a unas 36 horas antes del hallazgo, quizás a la noche del domingo.
Melani hacía un año que se había ido de la casa familiar, contó Patricia, su mamá, sentada en la puerta de la pensión que fue escena del crimen. “Era muy inteligente y muy bonita, tanto que en la secundaria le hacían bullying. Ella de chiquita bailaba, le gustaba mucho, pero nunca dejó la escuela por bailar. Fue a la primaria en la (Gabriel) Carrasco (Agrelo al 1700) y a la secundaria en la (Justo José de) Urquiza (bulevar Oroño y Santa Fe). Nosotros somos de Parque Casas, de calle Cavia. Ella fue abanderada y cuando se recibió empezó a estudiar Ciencias Económicas. Pero después las malas compañías la llevaron para otro lado”, dijo la mujer entre sollozos.
Si bien Melani no veía seguido a su familia, sí se comunicaba con ellos por mensajes de texto. El domingo Magalí, una de sus hermanas, intentó contactarla. Pero la joven no respondió a los mensajes. “Ella siempre me respondía, aunque no sabíamos dónde vivía porque ella no nos lo dijo nunca. La cosa es que le mandé mensajitos y nada. No estaba conectada tampoco. Entonces una amiga me dijo que tampoco la vio y el lunes fuimos a hacer la denuncia. Estábamos con eso cuando nos llamó una de las personas que siempre estaba con ella, un tal Vico Z., y nos dijo donde vivía mi hermana. Pero casi al mismo tiempo una amiga de ella nos contó que un pibe que vivía en la misma pensión le dijo que el domingo la había pasado a buscar por ahí una chata con un muchacho y que no la vio mas”, dijo la chica.
“Ella tenía ataques de pánico seguidos, había hecho unos casting para bailar en el programa de Tinelli el año pasado y no sé si se quería ir a Buenos Aires o no”, dijo Magalí, aún perpleja por el fatal destino de su hermana. Cuando la familia supo la dirección donde Melani vivía fue hasta la pensión y preguntó que habitación ocupaba la joven.
La puerta cerrada
Magalí y un policía llegaron a la puerta de la pieza que estaba cerrada con llave por fuera. “La llamamos varias veces y el policía intentó abrir la puerta. Vi que la ventana estaba medio abierta y terminamos ingresando por la fuerza. Entonces la vi. Estaba desnuda y con sangre en la cabeza”. La habitación no estaba revuelta, el televisor estaba a todo volumen y en una de las paredes permanecía apoyada una bicicleta con una mochila de una empresa de cadetería en la que supuestamente la joven estuvo trabajando el último tiempo. “Me parece que estaba trabajando en eso también”, arriesgó Magalí. El celular de Melani, en tanto, no fue encontrado entre sus cosas y es un elemento que ahora la policía trata de ubicar para dar con alguna pista que les permita llegar al asesino.
Del vecino que la vio por última vez el domingo, cuando según él la buscó una camioneta, tampoco se sabe nada. “Nos dijo la mujer que cuida la pensión que el muchacho había pagado el alquiler hasta fin de mes, pero que se fue el mismo domingo”, dijeron los familiares de Melani, casi en paralelo a la data del crimen.
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Melani tenía 21 años y deseaba hacerse famosa a través de sus condiciones de bailarina.
Las malas compañías
De Vico Z., un contador que aparentemente manejaba la agenda de Melani, se sabe poco. Para la mamá de la chica asesinada, “este muchacho Vico, junto a una chica a la que le dicen Luli, fueron los que la metieron en eso”, por las actividades que hacía Melani más allá de bailar. “Ella solo bailaba, pero la ilusionaron con una vida distinta y después empezó a vender juguetes sexuales. A ellos los conoció por redes sociales y después fue a bailar zumba a un gimnasio. Siempre colgaba cosas en su cuenta de Instagram y en otros lugares. Por eso nos peleamos, por lo que hacía y porque no quería seguir estudiando. Por eso se fue de casa. Yo quería que estudiara y ella no sabía que quería hacer. Había ganado de chica olimpíadas de ajedrez y matemática, era una chica muy inteligente”, dijo su madre entre lágrimas y desconsuelo y tiró al azar nombres de los que cree que fueron una “mala junta”.
En ese marco, los pesquisas del caso aseguraron que Melani también tenía una cuenta en la plataforma “Only Fans”, una aplicación que poco a poco se hizo su lugar entre las más descargadas en el mundo y en la que incluso han desembarcado reconocidos artistas que buscaron generar ingresos durante la pandemia. Sin embargo, este espacio que empezó con filmaciones más sociales, en el último tiempo se tornó hacia el contenido para adultos y se le animó a competir a grandes de la industria del porno.
En la puerta de la pensión los familiares de Melani no entendían la situación, el por qué de tantas puñaladas y esa muerte solitaria. “Era una chica grandiosa y buena. Se fue de casa pero de alguna forma y ahora quería volver, cambiar de nuevo su vida. Esta gente que estaba con ella le decía que se acostara con cualquiera, que eso podía convenirle. No era que trabajaba en un privado o algo así, tenía una vida confundida nada más. No entendemos qué pasó”, dijo otra de sus hermanas.
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El caso quedó a cargo del fiscal Ademar Bianchini, de la Unidad de Homicidios Dolosos, quien ordenó un relevamiento de la escena del hecho, las pericias fotográficas, recabar testimonios a personas que ocupaban la pensión y a vecinos de la zona que pudieran aportar datos. También indicó que se realice la autopsia en el Instituto Médico Legal. Todo eso para determinar lo ocurrido en los últimos minutos de la corta vida de Melani, que para las anónimas redes sociales era “india.dancinglove”, donde solo mostraba cómo bailaba y era su herramienta comercial para la venta de juguetes para adultos.
Finalmente, fuentes policiales sostuvieron que “no se descarta ninguna hipótesis ya que por los datos recabados hasta el momento hay antecedentes de graves problemas intrafamiliares, quien la mató se llevó la llave de la habitación y el celular de la víctima y todo indica que el trabajo de esta joven no se limitaba a mostrar sus bailes en las redes sociales”.