Una vivienda donde residen cinco policías fue blanco de un ataque a tiros la tarde del miércoles en el barrio Luján de la ciudad de Santo Tomé. El atentado fue perpetrado por dos personas que desde una moto efectuaron más de quince disparos de los cuales al menos trece impactaron en la casa y en el auto de uno de los efectivos.
Sobre los motivos del violento episodio, que no provocó heridos, ayer circulaban dos líneas de investigación: una está relacionada con un suceso reciente por el cual los policías debieron entregar sus armas reglamentarias mientras se esclarece la situación; y la otra tiene que ver con la denuncia que uno de ellos dijo haber realizado contra sus superiores por el manejo de horas adicionales.
El tiroteo ocurrió alrededor de las 19 del miércoles en Mauri al 3400, donde viven cinco policías, entre ellos una pareja con tres niños. Precisamente Lucas Sotto volvía con su esposa, sus hijos y su suegra de hacer las compras cuando aparecieron los agresores en una moto blanca.
"Estábamos entrando las cosas y me volví al auto a ver si había quedado algo. Entonces en la esquina apareció una moto con dos muchachos. Me llamó la atención y me quedé arriba del auto", contó Sotto a medios santafesinos.
Según el relato, cuando la moto llegó a donde estaba estacionado el Peugeot 207 del policía "los dos ocupantes comenzaron a disparar. Lo primero que pensé fue en salir del auto para sacar mi arma, pero entonces me acordé de que ya no la tengo, así que me metí de nuevo en el auto".
Sotto relató que los agresores siguieron disparando hasta que doblaron en la esquina y se perdieron. El policía contó tres impactos en su auto, cuatro en la pared de la casa y al menos media docena en un tapial vecino.
"Cuando entré a ver cómo estaba mi familia vi a mi señora tirada en el pasillo porque los tiros la sorprendieron cuando salía a buscarme", recordó.
Investigados
Sobre el móvil del ataque, parte del contexto tiene que ver con un reciente hecho de violencia ocurrido en Castelli al 1000 de Santo Tomé, en el barrio El Chaparral, donde una persona fue herida de arma de fuego y quemaron una vivienda que estaba usurpada.
Por ese hecho, ocurrido el pasado 28 de agosto, hubo tres detenidos que luego fueron liberados y un policía que es cuñado de Sotto y se entregó por estos días a la Justicia ya que está acusado de amenazas calificadas, incendio y tentativa de homicidio.
En el marco de esa investigación los cinco policías que viven en la casa entregaron el sábado último sus armas reglamentarias para que sean peritadas y se esclarezca su situación en el confuso episodio.
Al respecto, Lucas señaló que quienes balearon su casa tal vez sabrían que se encontraban desarmados. Sin embargo, el policía descartó que el ataque sufrido por él pueda estar vinculado con ese hecho; para Sotto el atentado tiene que ver con una denuncia que realizó contra sus jefes un mes atrás por el mal manejo de las horas Ospe (Orden de Servicio de Policía Extraordinaria), como se conocen a los adicionales.
Contra los jefes
"Hace un tiempo que hice la denuncia de cuestiones irregulares dentro de la policía. Fue hace un mes y expliqué servicios pagos y malversados por los jefes. Esto puede ser la causa de la balacera. Me tratan de callar pero tengo apoyo del fiscal", señaló el policía a una radio de la capital santafesina.
En ese contexto, el efectivo manifestó la precupación que lo acecha a él y a su familia desde el tiroteo. "Por la noche no puedo dormir. Anteriormente recibí amenazas y ahora no sabemos si nuevamente nos vendrán a atacar", señaló el hombre sumamente preocupado.