Familiares, amigos y colegas del gendarme Gustavo Elorrieta despidieron sus restos este miércoles en la localidad correntina de Monte Caseros, su ciudad natal. Se trata del hombre asesinado en Roldán, cuyo cuerpo fue hallado hace unos días.
Familiares, amigos y colegas del gendarme Gustavo Elorrieta despidieron sus restos este miércoles en la localidad correntina de Monte Caseros, su ciudad natal. Se trata del hombre asesinado en Roldán, cuyo cuerpo fue hallado hace unos días.
“Sin lugar a dudas, toda despedida es un hecho que entristece no solo a su familia, sino a quienes han compartido una vida profesional como camaradas superiores y subalternas”, señaló el padre Diego Villalba en la ceremonia de homenaje.
El portal MonteCaserosOnline.com precisó que Villalba aseguró que era “un gendarme dedicado a la institución que entregó todo de sí para el mejor cumplimiento de la misión de la fuerza”. “Esa dedicación y entrega que estuvo sin lugar a dudas sostenida a lo largo de los años por el acompañamiento de sus seres queridos que los acompañan hoy y, constituyen sostén de todo gendarme”, agregó.
Bajo la lluvia, recibieron con honores los restos del segundo comandante de Gendarmería Nacional asesinado a sangre fría en la localidad de Roldán. Tras varios días desaparecido, el cuerpo sin vida de Elorrieta fue encontrado en un camino rural en una zona cercana al cruce de las calles Manuel Dorrego y Camino de los Gauchos a unos dos kilómetros de la última calle del casco urbano.
Según expusieron este martes en la audiencia imputativa los fiscales Adrián Spelta y Gastón Ávila, al uniformado de 42 años primero lo drogaron con una sustancia que podría ser ketamina (un poderoso analgésico para caballos) y luego lo mataron con al menos cuatro golpes asestados con una maza de obra en la cabeza.
Fueron acusados la ex esposa de la víctima y dos amigos de su hijo, quien está a disposición de la Justicia de Menores. Deberán cumplir prisión preventiva por el plazo de ley.