Dos acusados de pertenecer a la banda dirigida desde prisión por Mauro Gerez, una organización con varios jefes que disputó el control de Ludueña y Empalme Graneros para la venta de drogas, recibieron altas condenas como integrantes de una asociación ilícita y por delitos como extorsiones, tenencia de armas y lesiones. Se trata de Eric Salles y Brenda Almada, hermana de otro sindicado como organizador del grupo. Una estructura que se formó desde la cárcel, con aliados en territorio, para instalar en esos barrios una franquicia de Los Monos.
Las condenas se dictaron tras un acuerdo abreviado entre las defensas de los imputados y el fiscal Pablo Socca, de la unidad de balaceras y ataques con arma de fuego, quien investigó a la banda. El grupo fue acusado a partir de 2022 de una violenta disputa con una organización rival al mando de Francisco “Fran” Riquelme, quien respondería a Esteban Alvarado, guerra que causó decenas de muertes en esos barrios.
En el rol de organizadores están acusados Julián Aguirre y Andy Benítez como quienes se ocuparon del “armado” de la banda desde prisión, y Mauro Gerez y Jonatan Almada como regentes del negocio en la calle hasta su detención. Más tarde fue imputado como organizador Matías “Pino” César, acusado de articular la banda en prisión desde sus inicios.
A la banda se le asignan homicidios, balaceras, casi cuarenta extorsiones a vecinos y comerciantes, venta de drogas y uso y acopio de armas en una espiral violenta que comenzó con aprietes a los propios vecinos que los vieron crecer. En septiembre de 2022 Benítez se abrió del grupo tras una disputa a piñas en un pabellón de la cárcel de Piñero, al parecer a causa de una deuda y de su intención de construir su propio negocio.
En ese marco Eric Salles, de 27 años, recibió este lunes 6 años y 8 meses de prisión efectiva como uno de los encargados de usar armas, decidir escondites para guardarlas y disponer de líneas de teléfono desde las cuales se organizaban extorsiones. La Fiscalía le asignó a Salles un rol específico como organizador de balaceras y la participación en actividades de narcomenudeo. Concretamente era quien se ocupaba del control de las sustancias, de la recaudación y de un grupo de personas a su cargo.
Según la condena, Salles era una de las personas de confianza de Mauro Gerez. El juez Nicolás Vico Gimena homologó el abreviado y dictó la sentencia que lo declara miembro de una asociación ilícita —figura agravada por la participación de menores— además de dos intentos de extorsión agravadas por el uso de arma y lesiones agravadas.
En tanto que Brenda Roxana Almada, de 31 años, fue condenada por tener en su casa armas usadas por la organización junto con cajas de municiones registrar la venta de estupefacientes de otros integrantes. Sus tareas consistían en anotar la cantidad en gramos que recibía cada uno de los vendedores, controlar el dinero rendido y guardarlo en su domicilio. Con estas actividades, según la acusación, colaboraba con su pareja, Oscar “Nenu” Ramírez, quien se mantuvo prófugo hasta que fue detenido en octubre de 2022 tras un partido de Rosario Central.
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En el caso de Brenda la condena fue como miembro de una asociación ilícita y por la tenencia de un arma de fuego, una pistola marca Taurus negra con cargador y 12 cartuchos, además de un cargador Bersa 9 milímetros y cincuenta municiones de ese calibre que se hallaron en un allanamiento a la casa de su familia en French al 1300. Fue condenada a 5 años de prisión efectiva, una pena que supera el mínimo debido al rol que cumplía en la estructura de la banda, si bien se tuvo en cuenta en su favor que no cuenta con antecedentes penales.
Brenda es hermana de Jonatan Almada, detenido como uno de los organizadores e hijo de un policía también acusado de integrar el grupo. Fue además acusado como quien orquestó una volanteada con amenazas a los fiscales Socca y Matías Edery con panfletos que se arrojaron a la sede de la entonces Agencia de Investigación Criminal, el estacionamiento de la empresa Televisión Litoral y el Hospital de Niños Zona Norte; mientras que frente al Distrito Sur se colgó un pasacalle con una leyenda amenazante.
A las disputas del grupo —hay más de veinte personas detenidas y acusadas de integrarlo— se les atribuye en parte el estallido de violencia en los barrios Ludueña, Empalme Graneros e Industrial que registraron una considerable suba en la cantidad de homicidios en los últimos años, la mayoría ligados a conflictos con trasfondo narcocriminal.
El acuerdo abreviado se había presentado en mayo pasado en forma conjunta entre el fiscal Socca y los defensores de Eric Salles y Brenda Almada. El trámite siguió el 27 de junio con una audiencia en el Centro de Justicia Penal en la que ambos aceptaron las condenas y los delitos que les asignan. La sentencia se difirió por cuestiones formales y se dispuso un cuarto intermedio a la espera de un informe actualizado de reincidencia de la mujer y fichas dactilares de Salles. Con esas cuestiones resueltas, este lunes el juez Vico Gimena dictó la sentencia por escrito.