A las 21.25 del 3 de mayo de 2017 la bibliotecaria de la Escuela Gurruchaga, María de los Angeles Paris, llegó hasta la comisaría 10ª, en Darragueira 1168 del barrio Alberdi. Estaba asustada, quería pedir ayuda y denunciar que ladrones en moto le habían robado. La mujer quedó en custodia y una hora más tarde, tras una serie de incidentes nunca esclarecidos, falleció adentro de la seccional; en una habitación y esposada a una silla.
El episodio ocurrió hace ocho años y el juicio por el caso, que debía iniciarse este 23 de junio, ya se postergó cuatro veces y volvió a quedarse sin fecha de realización.
Viejos penalistas consultados al respecto coinciden en que no recuerdan un juicio que se haya postergado cuatro veces aunque todos los involucrados estaban en la escena y están identificados y vivos; son cinco policías.
Para quienes conocen el caso las hipótesis del porqué de la postergación son varias: La pésima autopsia inicial, en la que se concluyó que la muerte fue por causas naturales y por paro cardíaco, ya en territorio judicial se denunció tanto al forense que realizó la autopsia como a la actuación de Fiscalía y dan como ejemplo que "las prendas que Paris vestía nunca aparecieron, un grave error de los fiscales que atendieron en la causa", sostuvo un allegado a la investigación que pidió mantener su nombre en reserva.
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Por el hecho la fiscal de Violencia Institucional Karina Bartocci imputó al comisario Silvio Cortés, entonces jefe de la 10ª, y a la suboficial Susana Domínguez por "homicidio preterintencional e incumplimiento en los deberes de funcionario público". En tanto los agentes Damián Zalazar, Silvina Gianotti y Andrea Allovatti, quienes estaban de turno en el trágico momento, fueron inculpados por incumplimiento de los deberes de funcionario público.
La víctima
En 2017 María de los Angeles Paris tenía 46 años y era madre de una niña. Trabajaba como bibliotecaria en el Complejo Educativo Francisco de Gurruchaga y en la Escuela Técnica Nº 464, en los dos lugares la recuerdan con mucho cariño y dolor, y sostienen que no tenía problemas psiquiátricos. El cuestionamiento sobre su salud mental fue la primera hipótesis que circuló en medios luego de su muerte para justificar su actitud en la comisaría.
Según los partes oficiales Paris ingresó a la seccional 10ª para denunciar que “le quisieron robar en la calle”. En el informe se lee que la mujer reconoció que “le tenía pánico a las motos y que se ponía muy nerviosa cuando las ve pasar”.
Según esos mismos documentos “la mujer escapó a la carrera de la comisaría visiblemente alterada” por lo que “un par de agentes salieron a buscarla y bajo la presencia de testigos la detuvieron por el estado de alteración que sufría”. La llevaron nuevamente a la seccional y no a un hospital. Paris dio un número telefónico para contactar a su familia y entonces los policías, siempre según los partes oportunamente emitidos por la policía y la Fiscalía, hablaron con un familiar con quien “acordaron trasladar a la mujer a su domicilio”.
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"La mujer se alteró nuevamente —continúa el parte— y fue regresada a la comisaría donde fue dejada sola en un cuarto aislado. Unos instantes después se calmó, pero cuando un agente la fue a ver alrededor de las 22.20 la encontró sin vida, aparentemente producto de un paro cardiorrespiratorio”.
El hermano de María de los Angeles declaró en 2019, dos años después de su muerte, que era muy extraño que su hermana "haya sido incontrolable porque era una persona muy tranquila, muy agradable y que las situaciones que se presentaban en su lugar de trabajo las sabía resolver muy bien. Por eso en la situación donde se menciona que estaba incontrolable y que por eso la tuvieron que sujetar, esposarla y llevarla entre cuatro efectivos sospechamos que algo debe haber pasado, una situación de la que ella quería huir”.
Las dos autopsias
El día después de la muerte —y entre cruces argumentales entre partes oficiales y opiniones particulares sobre una probable muerte natural y en paralelo la puesta en duda de la salud mental de la víctima— se realizó una autopsia que fue cuestionada por las partes.
La hicieron en el Instituto Médico Legal de Rosario y estuvo a cargo del forense Lucas Kuverling. En el primer informe se descartó la existencia de “lesiones externas o internas de origen traumático de jerarquía suficiente indicativas de muerte violenta”. Pero los familiares de Paris pusieron en duda ese examen y solicitaron una segunda autopsia, que fue realizada en octubre de 2017 por Cristina Bustos, del área de Tanatología de la Morgue Judicial de la Nación, y la perito de parte Virginia Creimer.
El informe fue muy diferente. “El dictamen de la nueva autopsia confirma lo que sostuvimos desde el primer momento. Demostraría que María de los Angeles no falleció de muerte natural".
Los expertos forenses de la segunda autopsia concluyeron, en un lenguaje más que técnico, que la muerte fue “una arritmia cardíaca fatal como consecuencia de un estado hiperadrenérgico (síndrome confusional agudo/agitación psicomotriz/delirio excitado) generado por un mecanismo de desequilibrio a nivel molecular y electrolíticos coadyuvado por la hipoxia producida como consecuencia de la restricción física a la que fue sometida (asfixia posicional)”.
En 2021 el abogado que tomó la causa en representación de la querella, Gustavo Feldman, y la fiscal Karina Bartocci presentaron el pedido de audiencia preliminar de elevación a juicio oral y público a los cinco policías acusados. Sin embargo el juicio sigue sin fecha.
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El camino judicial
La querella la comenzó, entre otros, el académico y penalista Enrique Font, que objetó cuestiones de la autopsia practicada por el forense Kuverling por considerar que desde el punto de vista de "las lesiones externas e internas que se evidencian en las fotos analógicas, cuyo flash interfiere en la fiabilidad de las mismas, no se miden ni se describen una a una".
Tampoco se extraen ni se envían a estudio anátomo-patológico a fin de evaluar la vitalidad y migración leucocitaria para el objeto de establecer el intervalo post mortal o la data de las mismas. Que, a nivel del examen interno, no se ilustran las estructuras cervicales, tampoco se describe su evisceración y apertura de las vías aéreas por su cara posterior como resulta de rigor. Esta circunstancia impide definir la existencia o ausencia, mediante maniobras con elementos blandos como maniobras de brazo/ antebrazo, de lesiones por compresión extrínseca del cuello que pudieran haberle producido la muerte".
Pero las denuncias, que luego desestimó el fiscal Fernando Dalmau, se dirigen también a la Fiscalía.
En su momento Font denunció y cuestionó al fiscal Luis Schiappa Pietra porque "no sólo omitió hacer una evaluación ajustada a derecho del informe, sino que decidió dejar de lado aún aquello que se detalla expresamente en el informe forense. Tal el caso de la falta de realización de pruebas de rayos y de conservación del cuerpo, supuestamente, por falta de la aparatología correspondiente y de recurso técnicos.
De momento el juicio tuvo su cuarta postergación y no tiene por el momento fecha de inicio.