Una brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) capturó ayer a la mañana a Marcelo Daniel A., de 26 años y apodado "Chuky", como sospechoso del asesinato de Juan Ignacio Rivero, ocurrido la madrugada del pasado 25 de diciembre en la localidad de Granadero Baigorria.
El cadáver de Rivero fue hallado en la esquina de Orsetti y Charcas, a la altura del camino que lleva al cementerio de Baigorria. Estaba tendido en el piso y presentaba tres disparos de arma de fuego calibre 32, según refirieron entonces los pesquisas. Según las primeras averiguaciones realizadas por la fiscal Georgina Pairola y los investigadores de la PDI a cargo del subcomisario Diego Sánchez, cerca de las 3.30 de la madrugada del domingo de Navidad la víctima se trasladaba en bicicleta por calle Orsetti al 1200 cuando fue interceptado por su asesino, que podría ser "Chuky", según lo dicho por varios vecinos.
Los datos recabados por los pesquisas concluyeron que "Chucky" tenía un viejo problema con Rivero aunque no queda claro el por qué del mismo. Eran vecinos de calle Orsetti y allí, a la altura del 700, fue donde la policía lo arrestó. "Lo esperamos entre las viviendas del barrio, porque el dato era que tenía que volver a su casa. Estuvimos casi cuatro días desde que comenzó la investigación y hasta que se pudo averiguar de sus costumbres para saber cuándo apresarlo", sostuvo una fuente policial.
El sospechoso había sido identificado y los pesquisas, por medio de "información de calle", supieron que se estaba aguantando en una vivienda de Granadero Baigorria. Por eso aguardaron pacientemente. Así, la mañana de ayer tres brigadas de la PDI lo emboscaron en calle Orsetti. "Se quiso resistir pero estaba cercado y se lo redujo", dijo una fuente.
Del prontuario de "Chuki" se desprenden antecedentes por abuso de armas, delitos contra la propiedad y arrebatos.
Entrerriano
Rivero era entrerriano y hacía unos años llegó a Granadero Baigorria. Solía trasladarse en bicicleta para hacer trabajos de jardinería en casas de fin de semana de la zona y esa bicicleta fue hallada por la policía tirada junto a su cuerpo en un camino semirrural del barrio Nuestra Señora de La Paz, que conduce al cementerio baigorriense.
El Ministerio Público de la Acusación (MPA) pudo reconstruir que los dos hombres eran vecinos y vivían en la zona llamada "Camino muerto", una villa miseria que crece paralela a la autopista a Santa Fe y limita con el barrio Nuestra Señora de La Paz.
Hasta allí llegó Rivero acompañado por sus padres y dos hermanas mas chicas. El joven se ganaba la vida realizando tareas de jardinería en viviendas de la zona. Así logró comprar una vivienda que pagó en cuotas de 500 pesos mensuales. Según contaron sus vecinos, estaba esperando un hijo con su novia, que cursa un embarazo de cinco meses. Y la madrugada previa al crimen había estado limpiando una zanja en la misma zona donde horas más tarde lo emboscó su matador.