El empleado de una pollería de Pellegrini al 400 fue detenido ayer como el principal sospecho del crimen de Iván Farías, un hombre de 37 años que se trasladaba en silla de ruedas y fue apuñalado a fin de julio en la plaza López en un confuso episodio. Imágenes de cámaras de vigilancia y el relato de testigos condujeron hacia Sergio Iván G., de 29 años, que será imputado en las próximas horas.
El homicidio estuvo rodeada de muchos comentarios. Sobre todo porque la víctima, pese a su condición física, se había ganado fama de pendenciero en los sitios que frecuentaba como el parque Urquiza, la plaza López o las peatonales Córdoba y San Martín, donde mendigaba o cuidaba autos. Vecinos y transeúntes solían quejarse de las reacciones violentas de Farías cuando le negaban ayuda.
Cerca de las 22.40 del 28 de julio Farías discutió en la plaza López a los gritos con dos hombres hasta que uno lo apuñaló. Según testigos, los agresores parecía ser conocidos de la víctima. Una joven contó que luego de gritarle, un hombre le pegó "como una trompada en el pecho" y que después huyeron. Farías murió minutos más tarde en el Hospital Provincial.
Imágenes. La pesquisa quedó en manos de la Policía de Investigaciones (PDI) bajo la conducción del fiscal de Homicidios Luis Schiappa Pietra. A partir de referencias de testigos y vecinos, tareas de calle y el registro de cámaras de vigilancia, los investigadores llegaron a individualizar como el principal sospechoso del hecho a Sergio G., quien trabaja en una pollería de Pellegrini al 400.
Ayer al mediodía en esa transitada zona de Rosario se montó un operativo a cargo del jefe de Homicidios de PDI, Diego Sánchez, quien ordenó una sigilosa y discreta guardia de policías a su cargo, que controlaron el espacio y varios tramos de avenida Pellegrini, hasta que el sospechoso fue detenido al salir de trabajar.
Fuentes cercanas al caso indicaron que intentó cambiar sus datos personales, pero cuando se lo impuso de la situación enseguida admitió su identidad. Entre las hipótesis sobre el móvil del crimen no se descarta que entre Farías y G. haya existido un conflicto o rencilla vinculada a la venta de drogas al menudeo alrededor de la plaza López, aunque esa idea del hecho aún debe ser cotejada con otras evidencias.
El resultado de una ronda de reconocimiento prevista para las próximas horas y otras evidencias acumuladas en la carpeta judicial, determinarán si finalmente Sergio G. es imputado en audiencia oral por el fiscal Schiappa Pietra.