Interpol detuvo el jueves a una ciudadana brasileña de 27 años que tenía pedido de captura internacional por el abuso sexual de la hija de su ex pareja, de 11 años, en un hotel de la ciudad de Santa Fe. La sospechosa fue capturada en la ciudad de Porto Galinhas, del estado de Pernambuco, y la Justicia santafesina cuenta con 30 días para pedir su extradición.
Se trata de Lindaci Da Silva Miranda, de 27 años y nacionalidad brasileña, que terminó presa cuando se presentó en un Juzgado de Familia de Porto Galinhas para hacer un trámite para uno de sus hijos. Cuando el juez confirmó que la mujer contaba con un pedido de captura internacional, se contactó con Interpol, que concretó la detención. Se encontraba prófuga desde 2016, cuando la víctima contó lo que le habían hecho a la nueva pareja de su padre y, luego de dejar asentada la denuncia en la Unidad Fiscal de Violencia de Genero, Familiar y Sexual de Santa Fe, ratificó su relató en Cámara Gesell.
La nena aseguró que el 2 de enero de 2014, cuando tenía 11 años, Da Silva Miranda —que estaba en pareja con su papá— la llevó a un hotel céntrico de la ciudad de Santa Fe, adonde vivía un hombre que está imputado por el mismo hecho: Alberto Dolinsky, un empresario maderero de 69 años que era amigo del papá de la nena.
En el relato, la víctima contó que vio como su ex madrastra mantenía relaciones sexuales con Dolinsky en el solárium del hotel y luego en la habitación, adonde más tarde el hombre violó a la nena después de obligarla a tomar whisky.
Dolinsky quedó imputado por el delito de abuso sexual con acceso carnal calificado por haber sido cometido por más de una persona y de corrupción de menores agravada porque la víctima tenía menos de 13 años. Desde diciembre del año pasado el hombre está detenido con prisión domiciliaria con salidas laborales. La fiscal Alejandra Del Río Ayala y el padre de la niña constituído en querellante y representado por los abogados José Ignacio Mohamad y Horacio Paulazzo, adelantaron pedidos de pena de 15 años en su contra.
Pero mientras Dolinsky era imputado, Da Silva Miranda pedía una prórroga de la audiencia imputativa a la que había sido citada por un plazo de entre 40 y 80 días. Se lo concedieron pero no volvió a ponerse de derecho, por lo que fue declarada en rebeldía.
Son su detención, ahora la Fiscalía y la querella tienen un plazo de 30 días para pedir la extradición de la sospechosa. Si tras el juicio de extradición la Justicia brasileña resuelve afirmativamente, Da Silva Miranda será trasladada a Santa Fe, adonde será sometida a una audiencia imputativa.