Las fiscales Cecilia Brindisi y Valeria Haurigot pidieron altas penas para los miembros de ambas gavillas. De los trece que se sentarán en el banquillo, doce tienen informes como reincidentes.
Las fiscales Cecilia Brindisi y Valeria Haurigot pidieron altas penas para los miembros de ambas gavillas. De los trece que se sentarán en el banquillo, doce tienen informes como reincidentes.
Para Abel "Veneno" Fernández requirieron una pena de 27 años de cárcel que, de unificarse con otra condena, podría trepar a 33 años y ocho meses. Para Hernán "Lichy" Romero solicitaron 23 años que también podría trepar a 27 por una sentencia que no terminó de cumplir. Lo mismo para Horacio Toledo, para quien la pena requerida de 22 años podría llegara a 27.
El requerimiento para Luis Francisco "Chino" Ramos es de 20 años de prisión pero podría llegar a 30 si se unificara con las dos condenas que tiene pendientes: una del Tribunal Criminal 1 de Trenque Lauquen y otra en el fuero local de julio de 2017.
Sin embargo la pena más alta no fue requerida para los líderes, sino para el cordobés Cristian Marcelo "Pipo" Salas: 30 años que de unificarse con sus anteriores tres sentencias —una en Córdoba, otra del viejo sistema penal santafesino y la restante de agosto de 2015— lo pondría 37 años tras las rejas.
Entre los miembros de la familia Romero, para Gastón pidieron 15 años de prisión que podrían extenderse a 18 de unificarse con una pena condicional. En tanto, para la madre de Lichi, Mónica Romero, pidieron nueve años de cárcel.