Las guardias pediátricas del sector privado de la salud de Rosario están retomando el ritmo de consultas que tenían en 2019, antes de la pandemia. En los últimos días aumentaron de manera notoria los cuadros respiratorios en bebés y niños, de los cuales alrededor del 10 por ciento corresponden a Covid. La mayoría son bronquiolitis o broncoespasmos producidos por otros virus.
También vienen subiendo los casos de gastroenteritis y se mantienen constantes, desde hace semanas, las consultas por caídas y traumatismos.
Si bien no se trata de una situación crítica, el movimiento es constante y muy superior al del año pasado, comentaron médicos del sector privado.
En el Hospital Vilela, en cambio, la actividad es menos intensa. Si bien están recibiendo más de la mitad de las consultas que en el invierno de 2019, están lejos de los números previos a la pandemia.
El año pasado al no haber presencialidad escolar y estar suspendidas la mayoría de las actividades colectivas los sanatorios y hospitales que atienden a chicos tuvieron muy poca tarea.
Se preveía que ante una mayor apertura las cosas cambiarían y por eso los equipos de salud se fueron preparando para este momento.
Resistencia al testeo
Un dato llamativo -que comentaron en distintos sanatorios privados de la ciudad- es que no son pocos los padres que se resisten a que sus hijos sean hisopados cuando presentan síntomas compatibles con Covid.
¿Los motivos? Temor al método de testeo (que consiste en introducir un palillo largo en fosas nasales y garganta) y también por todo lo que implica el aislamiento y las medidas a tomar mientras el test está en proceso o si da positivo.
“Nos encontramos con esa negativa. Están los que te plantean que tienen temor por el hisopado en sí (que en realidad no es doloroso)” y hay otros “que dan vueltas y vueltas, y te dicen que están convencidos de que su hijo no tiene Covid", dijo Aníbal Krivoy, coordinador médico del Centro de Emergencias del Sanatorio de Niños de Rosario.
“Seguramente están los que piensan que aislar al chico -que probablemente por la edad no tendrá síntomas severos- suspenderle las clases, dar aviso al colegio y tomar medidas en la familia es demasiado engorroso. Y claro que lo es, pero resulta indispensable”, resaltó el médico.
En este punto, enfatizó: “Es muy importante remarcar que la toma de conciencia a nivel social es clave para sostener lo que se logró con tanto esfuerzo. Si queremos garantizar la presencialidad en las escuelas y mantener la actual situación epidemiológica es fundamental que haya colaboración por parte de todos en relación a las medidas de prevención, además de cumplir con el aislamiento inmediato cuando hay síntomas”.
Positividad
Aunque la tasa de positividad de Covid que tienen es baja (alrededor del 10 por ciento) “alcanza con que uno solo de esos chicos que tiene Covid genere una cadena de contagios, si no se aisla a tiempo”, puntualizó el médico del Sanatorio de Niños.
En tanto, Elizabeth Cabrera, jefa de pediatría del Sanatorio de la Mujer, coincidió con Krivoy en señalar que “notamos cierta resistencia de los padres cuando uno indica el hisopado para confirmar o descartar Covid”.
En ese centro médico la cantidad de casos positivos de Covid entre todos los testeos es un poco menor al 10 por ciento. En cuanto a las consultas que reciben por problemas respiratorios el incremento en los últimos días “es notable”, dijo Cabrera.
La pediatra comentó que subieron las consultas y también las internaciones por bronquiolitis y broncoespasmos, tanto en bebés como en niños. “Hay cada días más casos de catarros o chicos con dificultad respiratoria”.
Cabrera comentó que el ritmo de atención es intenso y muy similar al que se dio en el invierno de 2019, previo a la pandemia. “Incluso _destacó_ estamos viendo cuadros respiratorios, algunos de jerarquía, en chicos de un año o año y medio que el año pasado no tuvieron contacto con los virus porque estaban en sus casas, y ahora, que tienen más contacto con otras personas, no tienen las defensas suficientes”.
La especialista pidió a las familias “que sigan siendo precavidos en cuanto a las reuniones sociales en lugares cerrados y que los chicos en edad escolar y adolescentes usen el barbijo” y agregó: “Los protocolos pueden funcionar en la escuela pero si después juntan a los niños en encuentros o cumpleaños con muchas burbujas el riesgo de contagio se multiplica”.
“Al chico sintomático (con dos o más síntomas como tos, resfrío, dolor de cabeza, dolor abdominal, vómitos, malestar general, fiebre) hay que aislarlo hasta saber si es o no Covid”, remarcaron tanto Cabrera como Krivoy. Los hisopados se pueden realizar desde el primer día de vida.
En tanto, el coordinador médico del Sanatorio de Niños dijo que confía en que lleguen al país dosis de Pfizer, vacuna aprobada para menores desde los 12 años, “y que se pueda inocular a esa población pediátrica porque sería de enorme utilidad para empezar a poner un freno a la pandemia y mucho más ante la posibilidad de variantes más transmisibles”.
En las públicas, otro panorama
Las consultas en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela rondan las 170 por día, cuando otros años han llegado a picos de 400 en esta misma época del año. El ritmo es sostenido pero no es crítico. También están habilitadas las guardias pediátricas en los hospitales San Martín y Roque Sáenz Peña lo que sin dudas alivia la demanda en el Vilela, que siempre fue centro de referencia para toda la ciudad.
Carolina Binner, vicedirectora del centro de salud pediátrico de zona sur, mencionó a este diario que “estamos recibiendo chicos con traumatismos, heridas cortantes, infecciones en la piel y por supuesto cuadros respiratorios”.
“Tuvimos semanas más movidas que esta última. Sí vimos un leve aumento de cuadros gastrointestinales”, dijo.
En cuanto a los niños con afecciones de vías aéreas superiores e inferiores comentó que “hisopamos a todos los que quedan en preinternación y también ambulatorios, pero menos”. La tasa de positividad de Covid en el Vilela está por debajo del 10 por ciento en este momento. “Es la más baja de los últimos seis meses”, señaló Carolina Binner.
A diferencia de lo que ocurre en el sector privado donde hay más resistencia a hisopar a los chicos, en el Vilela “notamos buena predisposición de las familias; les explicamos y cuando uno les plantea la necesidad de hisopar al paciente no plantean dudas”.