Está fuera de discusión que Julio Alberto Zamora tiene ADN leproso. También que es un emblema de Rosario. Fue uno de los mejores profesionales que representaba la esencia del potrero. Era el pueblo mismo en las grandes marquesinas. Sea en Newell’s o la selección. Sufrió dos ACV en noviembre de 2017 mientras dirigía a Real Potosí y quedó tecleando desde lo porque tuvo afrontar parte de la recuperación. Hoy en día realiza la cuarentena junto a su esposa Sandra, con quien anhela poner una pastelería, en el hotel de un amigo que les hace el aguante porque ya no tiene hogar propio. No obstante, el Negro espera gambetear este mal trance para tomar fuerza y regresar al palo que lleva por dentro. El plus es que arrancó en radio como columnista. Así estará al menos en sintonía con la redonda. “Es un lindo desafío que se presenta, pero la idea es volver al fútbol cuanto me rehabilite y pase todo esto”, desprendió desde el corazón noble el ex delantero en una jugosa charla con Ovación.
¿Cómo llevás la cuarentena?
Bien. Estamos junto a mi esposa en el hotel de un amigo porque vendí mi casa de Funes para pagar parte de la recuperación. Si Dios quiere cuando pase esto buscaré algo para alquilar,Y justo un compañero, con quien tuve un gesto en su momento, me ayudará en este tema.
¿Y se puede decir que dejaste el buzo de entrenador y asumiste el rol de columnista?
No, por ahora decidí aceptar esta buena propuesta que me hizo Fernando (Bravo). La idea inicial es salir en radio Del Plata dos o tres veces por semana en el rol de columnista. Luego, es decir cuando vuelva el fútbol o se termine la pandemia, es ir todos los días a la radio y ser analista cuando hagamos las transmisiones deportivas. Es un lindo desafío, que ya lo venía pensando desde hacía rato pero no se daba por mi actividad. Aunque se terminó de concretar ahora. Con respecto a lo de entrenador, mi deseo es volver a trabajar más adelante debido a que también debo terminar de recuperarme por lo que me pasó en su momento.
¿Cómo estás de los dos accidente cerebrovascular (ACV) que sufriste en noviembre de 2017, mientras estabas en Bolivia?
Bien, mejorando en realidad gracias a Dios. Físicamente no tengo problemas. Aún estoy con recuperación en la vista, ya que lo que me pasó me afectó el campo visual. No obstante, el oftalmólogo me dice que la medicina avanza tanto que mejoraré. Sólo me pide que tenga paciencia...cuesta pero hay que tenerla. No obstante, lo más difícil ya lo pasé. Ahora me debo concentrar en terminar de rehabilitarme.
¿Lo del campo visual te tiene mal?
No, porque tampoco es para tanto. Lógico que me afectó un poco más el ojo izquierdo que el derecho, pero los médicos son optimistas. Me afectó un poco el panorama, aunque a la vez soy positivo en que todo estará mejor y bien porque hay tratamientos para realizar más adelante.
En su momento dijiste que ibas a hablar con el doctor Astore para que te ayudara en la recuperación debido a que tuviste que dejarla por lo económico. ¿Lo hiciste?
Sí, hablé con Nacho (Astore) pero no precisamente de este tema. Ahora estoy esperando que pase la cuarentena para retomar la rehabilitación. Incluso me comentó un oftalmólogo que se podría poner un chip en la zona afectada para mejorar el campo de la visión. Esperanzas hay, que es lo más importante. Así que ni bien pueda volveré a hacerme los estudios para ver cómo seguirá todo de ahí en más.
¿Y cómo vas a hacer para afrontar los estudios desde lo económico?
Y...ese es un tema delicado, es así. Esperaré que pase esto y luego veré porque hacer la rehabilitación tiene un costo, que deberé asumir claro está. Ya me pasó cuando me agarró el ACV en Bolivia y tuve que pagar casi todo de mi bolsillo porque el club para el cual trabajaba en su momento (Real Potosí) no respondió. Sé lo duro que será, pero bueno....se verá cuando llegue el momento.
¿Cómo quedó el reclamo legal que le hiciste a Real Potosí en su momento?
Me llamaron el año pasado las nuevas autoridades para ver cómo podíamos acordar este tema, ya que al haber un reclamo y fallo en mi favor vía Fifa el club iba a tener serios inconvenientes desde lo económico y deportivo. Corría riesgo de descenso además. Y como opté por valorar el gesto del llamado, sumado a que en el medio había muchas familias que podían sufrir consecuencias, decidí llegar a un acuerdo por un monto inferior. La idea era consensuar lo nuestro y que nadie sufriera más. Tengo un lindo recuerdo del club y la gente, por eso me comporté bien. Fue así que arreglamos una parte en ese momento, mientras que el restante 50 por ciento de lo acordado eran en cuatro cuotas sucesivas, que iban de enero a abril de este año.
¿Y qué pasó?
Nada, simplemente nada. No cumplieron con la palabra, ni todo lo acordado. Creo que de mi parte ya no tenía que hablar más porque consideré que había tenido un gesto noble con ellos. Por eso el caso lo tiene mi abogado, quien recién la semana pasada pudo contactarse con ellos, y quedaron en seguir conversando para ver si pueden saldar lo que deben.
¿En el medio de las promesas, Cristian D’Amico también se había comprometido a charlar con vos cuando se vieron en diciembre pasado?
Es verdad que quedamos en eso cuando nos vimos en el partido contra River, pero no hablamos. Sí me mandó justo esta mañana (ayer) un mensaje porque escuchó por ahí o leyó un comentario de no sé quién sobre mi salud. Creo que cuando pase todo esto vamos a tener la charla.
¿La idea es ver de qué manera te puede ayudar Newell’s o a qué aspiraciones tenés en esa charla?
Ante todo no me gustaría que sienta que pediré algo que no es. No iré por ahí. Además no lo conozco bien a Cristian D’Amico. No podría tampoco solicitar algo porque no soy así. Si bien no espero que el club me dé algo desde lo deportivo porque sé que está cubierto, sí uno espera que Newell’s en algún momento me brinde algo. Es como que espero algo de la relación que tengo con los colores que amo.
Newell’s está cubierto, pero a la vez la esperanza hace que sea inevitable poder volver a trabajar en el club al que tanto le diste, sea como jugador o entrenador.
Seguro, sin dudas. Pero a la vez sé que no tengo una relación fluida con las autoridades que están porque no nos conocemos bien. Uno entró y quedó en la historia de Newell’s, pero sé que la historia sigue pasando y uno va quedando. Por ahí me gustaría recibir una señal de algunos momentos o gestos que tuve con el club en su momento. Como cuando era jugador, que cuando me vendieron las dos primeras veces les dejé el 15 por ciento de lo que me correspondía. No es un reclamo sino algo real. A eso le sumo que cuando volví de México me hicieron un contrato por tres años, pero al año se rompió. Pude haber actuado, pero no quise y por eso firmé toda la documentación con la directiva. Newell’s siempre estará por encima de todo. Esa acción que sentí es la que por ahí ahora espero ser retribuido con algo. No sé cómo eh, pero es lo que uno siente en estos momentos. A la vez sé que debo respetar lo que cada uno piensa porque debe tener sus motivos. En ese sentido, soy y seré siempre respetuoso.