Fabián Yannantuoni es el piloto con el número más alto de presencias en el TC 2000, superando en esa estadística a una gloria del automovilismo nacional como lo es el Flaco Juan María Traverso. Es un histórico en la categoría, sin embargo, en esta temporada decidió dar una vuelta de página y pegó el salto: Ya no correrá en el TC 2000. Seguirá compitiendo en TN a bordo de un Fiat Tipo del equipo DTA Racing y también lo hará en la flamante TCR South America, a bordo de un Toyota Corolla de la estructura Paladini Racing.
“Después de más de dos décadas, pensar en que no voy a estar en el TC 2000 me resulta raro”, destacó al empezar la charla el oriundo de Capitán Bermúdez, que debutó en la categoría el 11 de octubre de 1998 en Mar del Plata con un Ford Escort Ghia del equipo Pianetto Competición.
Al hacer un improvisado balance de su paso por la divisional, el Patito (apodo heredado de su padre) enfatizó que “el paso por el TC 2000 fue muy lindo, gané muchísimas carreras y con todas las marcas, pero me queda el sabor amargo de no haber peleado firmemente un campeonato. Me hubiese gustado mucho ser campeón del TC 2000 pero a veces las cosas no se dan. Estoy tranquilo porque dí todo, pero no se dió. En esta categoría está prácticamente toda mi carrera deportiva. Tengo 25 años en el automovilismo y 21 en el TC 2000”.
A la hora de hablar de sus referentes, contó que cuando su padre corría era hincha del Flaco Traverso; pero después cuando él empezó a correr en la categoría, trató de seguir mucho lo que hacía el Pato Silva y Ortelli, sobre todo el primero con quien “tuve la suerte de ser compañero en varios equipos y con el cual tengo una gran relación”.
El tiempo jugó sus cartas en una decisión que él mismo catalogó como “difícil de tomar”. Según contó “ya había tenido una propuesta para correr en el TCR el año pasado, pero preferí esperar una temporada más”, detalló el piloto que nació el 17 de diciembre de 1979.
Al referirse a su ingreso al TCR South America destacó que “en 2022 se empezó a trabajar desde muy temprano sobre esto y me fui entusiasmando”. Con respecto a las perspectivas señaló que “con el TCR es todo nuevo. Es una categoría a nivel sudamericano viene en ascenso, está creciendo muchísimo y es un lindo desafío. Confío mucho en la gente que está trabajando en el equipo de Víctor Rosso, y es un orgullo representar a Paladini, que este año cumple 100 años y es la marca que me apoyó en toda mi carrera, corriendo en su equipo. El compromiso es muy lindo y muy grande, pero estamos muy entusiasmados con lo que se viene”.
Las tres primeras fechas del TCR South America serán en Argentina, después se muda a Brasil y hay dos fechas en Uruguay.
Según adelantó “la primera competencia será el 26 de marzo pero todavía no está definido el escenario. La segunda es muy probable que se dispute en Rosario, el 16 de abril, pero eso está por confirmarse. De ser así para nosotros será una gran fiesta, porque vamos a ser locales”.
“Hay muchas pistas que no conozco, como las de Uruguay y Brasil. Sí conozco Interlagos, que es donde vamos a participar en una de las fechas. Tengo muchos años dentro del automovilismo y en el TC 2000 ya no sentía tanto esa adrenalina que me está dando el TCR. Es un nuevo horizonte y puedo pensar en correr varios años más en esta categoría. Estoy entusiasmado con esta posibilidad y ansioso para salir a la pista”, cerró el piloto.
Pasión de una familia tuerca
El amor por los fierros viene de familia. Su abuelo Manuel nació en Armstrong, en 1930, pero luego de casarse con Ángela Arbusti se mudó a Las Parejas. De ese matrimonio nació, entre otros, Juan Alfredo (en honor a los hermanos Gálvez), el padre de Fabián, conocido en el ambiente como el Pato Yannantuoni.
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El Chepete, el Ford A que conducía Manuel Yannantuoni
Manuel abrió un taller y allí despuntó el vicio por los motores y el automovilismo. A los 30 años la competencia lo atrapó de lleno. Compitió primero con una moto Puma en circuitos zonales y luego se largo a conducir un auto de carreras, primero en competencias no oficiales y luego en Limitada Santafesina. En 1963, manejando un Ford A color verde, bautizado Chupete, ganó su primera carrera en Colonia Hansen. Un año después, lo hace de manera oficial, en San José de la Esquina, el mismo circuito donde meses después perdió la vida en un trágico accidente. En ese momento su hijo Juan tenía apenas 13 años.
Dos años después su madre decide mudarse a Capitán Bermúdez ya que ese lugar le ofrecía mejores perspectivas de trabajo. Sin embargo las circunstancias también obligaron a Juan a salir a buscarse el pan.
Atraído por los fierros, en su adolescencia se paseó por distintos talleres hasta que en uno le dieron la tarea de probar el auto y afinar los detalles para una carrera. En la última carrera de 1974 Vigñaduzzi no pudo pilotear el vehículo y así se produjo el debut del Pato en Limitada Santafesina de la que se convirtió en uno de los referentes hasta 1989 cuando la categoría se disolvió.
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El Pato Juan Yannantuoni, un histórico del automovilismo zonal.
Un año antes de su debut, en 1973, Juan se casó Marta con quien tuvieron tres hijos: Gustavo, Sebastián y Fabián.
El primer peldaño para desembarcar en el TC 2000 lo constituyó su participación en Fórmula 2 Nacional, donde compitió durante dos años. El gran salto lo dio en 1993 tras comprar el Ford Sierra que hasta ese entonces conducía Miguel Angel Guerra. En el TC 2000 compitió hasta 1998 cuando le entregó el volante de su Ford Escort a su hijo Fabián quien por entonces tenía 19 años y ya había hecho su camino en karting primero y en la Fórmula Gol después.