Newell's tiene una realidad. Una cruda realidad. La próxima temporada deberá luchar para evitar el descenso. Esto indica sumar puntos y hacer una buena campaña, lo que significaría pelear arriba. La dirigencia tiene que resolver lo que hará en el futuro ya sin perder tiempo porque después puede ser demasiado tarde y no habrá espacio para los lamentos. La primera determinación es si bancará o no a Héctor Bidoglio (el menos responsable en todo esto) para afrontar la difícil misión de escaparle al descenso y si consideran que tiene espaldas para hacerlo. También es cierto dentro de este contexto que tampoco hay a mano entrenadores que puedan asegurar la salvación. Y los que existen están lejos del alcance leproso para la economía de la entidad. La misma novela de siempre. El problema es que ahora sí los leprosos no tendrán espacio para fallar. Y si le apuntan "a Beccacece", como dicen, tendría que ser rápido y sin dilaciones.