“Quiero que se vea un orden dentro de la cancha. Vamos a pelear para mantener el cero en el arco y tratar de hacerle un gol al rival”, aclaró el exatacante. También enfatizó: “No me siento interino. Le dije a Nacho Astore (el presidente) que vaya a hablar con Bielsa o con Pekerman si quiere, pero hoy me puso a mí de técnico y el DT soy yo”. Siempre con buena onda y optimismo, reconoció que “el resultado marca todo, el rendimiento, una continuidad, te da expectativas y por ello es clave en el fútbol”. Así, un Taffarel auténtico y distendido dijo con absoluta sinceridad: “No estoy confiado, creo en lo que hago, en lo que puedo empujar yo, pero más creo en los jugadores que tienen que entrar”.
¿Por dónde empezaste?
La sinceridad es clave. Hay que decirle de frente las cosas al jugador. No hay que inventar nada. Tenemos tres días de trabajo y el equipo venía caído por una derrota. Dijimos vamos a laburar en base a levantarlos en lo anímico y acomodar la funcionalidad dentro de la cancha. Tratar de cometer los menores errores posibles y darle agresividad al equipo. Y pedirles la dinámica a los jugadores, porque ellos están entrenados. La pérdida de partidos genera decaimiento. Nosotros llegamos para levantarlos y ellos actuarán dentro de la cancha.
Un DT por lo general evalúa una propuesta de trabajo, ¿qué te sucedió en este caso con Newell’s?
Me llamó Saldaña para reunirme con Nacho Astore para ver si me hacía cargo. No sé si pensaron que yo iba a decir que no y que me gustaba más inferiores o reserva. Pero Newell’s me necesita en este lugar y voy a estar acá. Vamos a hacer lo imposible para que podamos mejorar. ¿Y cómo lo mejoramos? Trabajando, equivocándonos y volviéndolo a hacer. Es mi pedido a los jugadores. Si nos equivocamos intentarlo de nuevo, agarrar la pelota otra vez y volver a insistir. Falta la fortaleza para resolver, animarse y atreverse.
No es lo mismo dirigir inferiores que a futbolistas de primera. ¿Cómo lo tomás?
Yo me siento en una buena etapa de mi vida, con una experiencia tremenda, 23 años de entrenador, en primera división no lo hice en otra oportunidad, ¿es más difícil?, sí es más difícil, pero es adaptable. Los códigos son los mismos. Si vos no le mentís a un pibe de la novena y lo tratás de una manera que le marcás el camino, al de la primera le tenés que decir lo mismo. No porque está Scocco o Maxi no te animás y sí le decís algo a un pibe de inferiores para que el chico mejore, no es así. Yo se lo digo a Maxi a Nacho, a Pablito Pérez, a Fernando (Belluschi), es mi manera de ser, mi vida es de esta forma.
En tres días de entrenamiento no se pueden hacer milagros, ¿pero qué dos o tres cuestiones futbolísticas te gustarían que hoy se vean de tu equipo?
Que se vea un orden dentro de la cancha. Que no quedemos descubiertos. Que sea un equipo compacto. Es lo que estuvimos trabajando. Que estemos cerrados según el sector donde venga la pelota. Que el equipo pueda abanicarse. Que haya muchos relevos, que el jugador esté comprometido en las coberturas. Y después el compromiso y la garra que me gusta a mí del jugador. Al jugador cuando sale de la cancha lo tenemos que sacar nosotros.
Newell’s viene de cuatro derrotas seguidas de local. ¿Que es más importante con Aldosivi, el rendimiento o el resultado?
El resultado marca todo. Marca el rendimiento, una continuidad, te da expectativas, el resultado en el fútbol es clave. Qué puede pasar, que juguemos horrible y pateando del arco nuestro, que uno la peine y ganemos el partido. Eso es fundamental. Por ahí tenés un buen funcionamiento, el equipo jugó como vos le dijiste que lo haga y ellos te llegan una vez, te hacen un gol y se va todo al diablo.
¿Tenés definido el esquema táctico?
Será un 4-4-2, nada raro. De acuerdo a lo que encontré, a las características de los jugadores que vi y a muchos que los conozco, estamos sobre esa base, bien respaldados. Y esperando que aparezcan las individualidades como Nacho, Castro y ver si al Churry le podemos dar un buen pase para que pueda convertir un gol.
¿A Nicolás Castro como lo pensás?
Lo voy a poner cerca del cinco para que el cinco recupere y se la de a él. Y cerca de Nico estará Nacho para que tenga un socio para jugar. Y con dos jugadores por fuera muy rápidos y veloces para hacerlos correr.
Concentraste a los juveniles Marco Campagnaro y Jeremías Pérez Tica, ¿qué te pueden aportar si los necesitás utilizar?
Los conozco a los dos. Los tengo supervistos. A Campagnaro me gustó donde lo colocó Federico Hernández (DT de la reserva), de marcador de punta. Yo sé que me va a responder. Y Pérez Tica es de los delanteros que me gustan a mí, va al frente, no arruga y no tiene miedo.
¿Cómo trabajas sabiendo que día a día, partido a partido, se está plesbicitando tu trabajo y que no podés pensar ni a mediano plazo?
Cuando hablé con Astore, aclaro que fueron palabras de él, me dijo que tenía toda la libertad para trabajar y que haga lo que tenga que hacer y mover lo que tenga que mover. Que iba a escuchar que hablarían con éste o con aquel nombre. Le dije a Nacho que vaya a hablar con Bielsa o con Pekerman si quiere, pero que hoy me puso a mí de técnico y el DT soy yo. No me siento interino. Yo represento con mi grupo de trabajo a la primera división. La fecha próxima qué pasará, no lo sé. Yo hoy me siento el técnico de Newell’s. Y el presidente me dijo que no quería cambiar si la cosa resultaba.
Volvió la gente a la cancha y el hincha de Newell’s viene con fastidio por los malos resultados de los últimos tiempos, ¿cómo se recupera la confianza y la paciencia del hincha?
Ganando. Se recupera ganando. Vos podés jugar muy lindo, pero te convierten y se va todo al diablo. Vos ganás y eso se recupera. La gente sale de la cancha diciendo fuimos un desastre, pero ganamos 1 a 0. Claro que la idea no es ser siempre un desastre, la idea es tener un estilo y una forma de juego. Pero vamos paso a paso. Vamos a pelear para mantener el cero en nuestro arco y tratar de hacerle un gol al rival.
Se habla mucho de las inferiores de Newell’s sobre que no sacan jugadores, ¿que podés decir vos que conoces bien la realidad?
Que los jugadores están. Que hay jugadores en inferiores. Que hay que tener la calma para que esos jugadores entren en un equipo que ande relativamente bien y así el juvenil puede demostrar. Es difícil que un juvenil entre en un equipo que no anda bien y que la rompa, salvo lo de Castro, que fue extraordinario. Porque le tocó entrar en un equipo que no venía bien, pero se adaptó rápido por su capacidad y talento. En Newell’s hay muchos jugadores en las inferiores para que en un futuro puedan estar en primera división.
¿Cómo imaginás tu entrada al Coloso?
Hace muchísimo que no entro a la cancha. Es la vuelta al lugar donde me tocó debutar como jugador. Sí en la reserva como técnico antes jugábamos ahí en el preliminar. No estoy confiado, creo en lo que hago, en lo que puedo empujar yo, pero más creo en los jugadores que tienen que jugar.
Una vida entera en Newell’s
Adrián Blas Taffarel tiene toda su vida ligada a Newell’s. Ya que hizo inferiores en el club, jugó en reserva, en primera, fue técnico de los juveniles en varias etapas y tuvo un corto paso por la dirección técnica de reserva en 2005.
En divisiones inferiores como entrenador tuvo a Jorge Mastroantuoni, Griffa y Luis Lutman pero fue Salvador Capitano quien lo hizo debutar en reserva el 15 de febrero de 1987 ante Unión (V) 1-0 con gol de Roberto Sensini. Aunque con Marcelo Bielsa, en la temporada 1987/88 fue que comenzó a tener más rodaje en reserva. En esta división jugó 47 partidos y marcó 38 goles.
En los últimos 35 años es el futbolista que más goles hizo en la reserva de Newell’s detrás de Sebastián Cobelli (45 tantos).
En primera debutó el 25 de setiembre de 1988, cuando el Piojo José Yudica dispuso su ingreso a los 69’ en lugar del Pitufo Marcelo Grioni, en el partido que los rojinegros perdieron 1 a 0 ante San Martín en Tucumán.
En primera jugó 47 partidos. Tuvo dos DT: Yudica y Bielsa. Convirtió 8 goles. El último fue ante Unión (V) 3-1, en la cuarta fecha del Apertura 90, torneo que ganó Newell’s y que le permitió jugar la final de la temporada 1990/91 contra Boca y fue campeón.