Puede ser cierto lo que dicen quienes lo conocen: que Mateo Tanlongo, con apenas 17 años, interpreta el juego como un futbolista ya experimentado. De lo que no dejó dudas el juvenil que en la vida cotidiana intenta hacer lo mismo. “Sé lo que me está pasando y lo que estoy viviendo, pero si hay algo que me propuse es tener siempre los pies sobre la tierra”, destacó el volante central en diálogo con Ovación en relación a esa escalada meteórica que protagonizó en el último año en Central. Y agregó: “En todo momento mi familia me inculcó la humildad y por eso no necesito alguien que me esté hablando constantemente”.
No hay un deseo mayor para un juvenil que el debut en primera división. Sin embargo Tanlongo está convencido de algo: “No es algo que pienso. Lo que más quiero ahora es rendir bien en los entrenamientos y adaptarme a la primera. No me pongo a pensar en el debut porque si se tiene que dar se dará y si no habrá que esperar el momento. Sí tendré que estar preparado para cuando llegue ese momento”.
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Se autodefine como un volante central que se posiciona rápido.
Sí es consciente de los cambios que le tocó vivir y que vive en el día a día. Porque él más que nadie interpreta las diferencias que hay entre el ritmo de inferiores y el de primera división. “No puedo negar, es más complejo el físico y la intensidad de los trabajos, pero trato de adaptarme rápido y lo estoy llevando bien. Los ejercicios son muy intensos, pero es lo que implica tener un puesto en el plantel de primera”, apuntó el juvenil.
“Una de las diferencias que más noté fue la intensidad en los pases, que es muy fuerte. Es muy distinto a lo que uno vivía en divisiones inferiores. Después, desde lo físico, el choque con otros jugadores también es todo un tema. Pero insisto, me estoy adaptando bien”, graficó Tanlongo, quien siente que todos los partidos que jugó en reserva le vinieron como anillo al dedo porque “ahí también noté el cambio cuando me tocó dar el salto. Ahora de reserva a primera sucede algo similar, también es un cambio importante”.
El Kily me habla mucho. Cuando me hizo debutar en reserva me dijo si estaba ahí era porque me lo merecía
Le cuesta hablar de sí mismo, pero igual se autodefine: “Soy volante central, me gusta tener la pelota, pero no por el sólo hecho de tenerla. Trato de posicionarme bien e intento hacerlo rápidamente. Me gusta jugar simple y serle útil al equipo”.
El primer producto de las infantiles de AFA
En 2016 Central ingresó a los torneos infantiles de AFA, donde juegan chicos de 11 a 13 años incluso y que hacen de local en Campana, en cancha de Villa Dálmine, y allí debutó Mateo Tanlongo, en 10ª, el 24 de abril de 2016, cuando los canallas, con Eduardo Bustos Montoya como DT, le ganaron 2 a 1 como local a Deportivo Morón con tantos de Nicolás Rosa y Alan Guzmán. En esa división disputó 8 partidos sin marcar goles.
Los ejercicios son muy intensos, pero es lo que implica tener un puesto en el plantel de primera
En 2017 estuvo en 9ª división con Javier García como entrenador. Ese año jugó 13 partidos y le marcó su primer gol a Tigre (L) 2-1 el 06/09/201. Al año siguiente, en 8ª, también con el Chueco García como DT, disputó 19 partidos y le hizo un gol a Colón (V) 4-1. Mientras que el año pasado jugó 26 encuentros en cuatro divisiones distintas: en 7ª, que era su categoría, jugó 8 partidos con Lucas Cisneros como técnico; en 6ª lo hizo en dos ocasiones con Iván Potepán; en 5ª dijo presente en 12 partidos (3 con Nilo Carretero y 9 con Potepán). Ya el 08/11/2019 el Kily González lo hizo debutar ante River (V) 0-4 en la reserva se transformó en el segundo futbolista más joven en debutar en esa divisional. Lo hizo con 16 años y 3 meses. Solo lo supera Julio César Bayón, quien debutó en 1994 con 15 años y 5 meses.
En reserva con el Kily jugó 12 partidos (4 en 2019 y 8 en 2020)