No hay dudas de que es un guerrero de mil batallas. El legajo deportivo marca que Paulo Ferrari tiene el lomo muy curtido. Sabe lo que es morder el polvo. Sobre todo tras la doble lesión del tendón de Aquiles. También levantarse con la frente en alto. El Loncho se prepara con toda la fuerza para ser titular una vez más ya que Víctor Salazar, el dueño del lateral derecho canalla, está suspendido y no podrá arrancar el torneo. "Es difícil estar afuera y esperar el turno para entrar", afirmó el lateral en la charla a solas que mantuvo con Ovación. "Pero quiero jugar y demostrarle al técnico que puedo estar. Me siento muy bien. Claro que a la vez debo demostrar todo en la cancha", remarcó el defensor antes de dejar sentado que "hice una muy buena pretemporada y queremos volver a ser protagonistas".
—¿Cómo tomás esta chance de volver a ser titular?
—Contento porque hice una muy buena pretemporada. Y eso me deja más tranquilo y con mucha más confianza. Ahora espero arrancar de la mejor manera, que sería jugando bien y ganándole a Defensa y Justicia en la primera fecha del torneo.
—¿Sentís que las miradas estarán puesta sobre vos, teniendo en cuenta que para el Chacho Coudet hoy el titular es Salazar?
—No lo tomo así. Siento que se me presentará la chance de jugar, siempre y cuando el entrenador me lo confirme, y nada más. Sí sé que debo rendir.
—En lo personal tomás esto como algo más que un examen.
—Pasa que quiero jugar y demostrarle al técnico que puedo estar. Me siento muy bien. Pero a la vez tengo claro que debo demostrar todo adentro de la cancha.
—Para un jugador de tu experiencia, tener que esperar la chance para jugar, ¿te genera fastidio o impotencia?
—Y... es difícil estar afuera y esperar el turno para entrar. Aunque a la vez siempre trabajé con las mismas ganas y compromiso. En ese sentido no bajé jamás los brazos porque entreno para jugar en todo momento. Me mato para estar al ciento por ciento, y hoy en día me encuentro bien desde lo físico y mental como para cumplir con lo que necesita el entrenador y equipo.
—¿Ya se te fue de la cabeza el temor de sufrir una nueva la lesión en el tendón de Aquiles?
—Sí, ni hablar que es así. Tuve una gravísima lesión y por suerte ya todo quedó atrás. De hecho, noto la diferencia entre esta pretemporada y la anterior, en la que no sentía tanta seguridad. Sinceramente estoy con muchas ganas y confianza.
—¿Cómo vivís la situación de no jugar?
—Es difícil. Sobre todo cuando un jugador no entra a veces ni a la cancha. No sólo pasa por jugar un rato, a veces ni siquiera podés hacer y eso para un jugador no es nada fácil porque no tenés ritmo. Por eso tomé esta pretemporada como si fuera la última. Desde que volvimos entreno con ganas y mucha ilusión de volver a jugar.
—¿Tomás esta pretemporada como si fuera la última?
—Sí, porque hay que ser consciente del lugar donde uno está en el equipo. Los años pasan para todos. Me siento muy bien físicamente, pero a la vez ya tengo 34 años. Por eso en cada entrenamiento lo tomo como si fuera el último.
—¿Se puede disfrutar de los entrenamientos cuando sabés que no jugás?
—Es lo que me toca vivir ahora. Pero bueno, somos profesionales y hay que ser además respetuosos con el lugar que ocupamos en este club. Lo que más disfruto de mi vida es jugar al fútbol, pero también es difícil no jugar. Es duro de verdad no jugar.
—Sobre todo cuando a lo largo de tu carrera siempre estuviste entre los titulares y fuiste uno de los jugadores más experimentados.
—Ni hablar. Siempre jugué. Sea acá o en River. Nunca me había tocado ser suplente y para colmo me agarró esta lesión que casi me deja sin nada. Me llevó tiempo ponerme bien y por eso doy gracias a Dios de vivir este momento porque me siento con muchas ganas y fuerza.
—¿Te sigue dando vuelta por la cabeza por qué te lesionaste a esta altura de tu carrera?
—No, no. Son cosas que pasan. Me tocó a esta altura y me perjudicó, pero estoy tranquilo porque ya dejé todo atrás. Ahora sólo espero arrancar el torneo, jugar y rendir porque queremos ser protagonistas con Central una vez más.
—Se te nota confiado.
—Lo estoy. Cuando me refiero a lo personal y a nivel colectivo. Central tiene un buen equipo. Y nos armamos para estar arriba.
—Desde afuera no se ve que hay equipo que pueda llegar a ser un candidato en la previa, ¿coincidís?
—La verdad comenzará a verse una vez que la pelota comience a rodar. Ahí se ven los pingos. Si bien Boca, River, Racing buscarán marcar la diferencia, la realidad es que nosotros vamos a tratar de destacarnos y pelear como lo venimos haciendo los últimos torneos.