Por el momento que vive, el triunfo 1-0 es todo en Central, pero no es conveniente dejar de lado que después de mucho tiempo volvió a marcarle diferencias desde el juego a un equipo, tibio por cierto como este Godoy Cruz. Pero la diferencia existió y la victoria no sólo fue justa, sino que no mereció ser tan exigua. Fue de penal, pero a Central eso poco debe importarle, porque sin se runa maravilla hizo lo que hacía rato no lograba, y eso es lo que cuenta.
Era de un optimismo tal esperar que Central mostrara algo distinto a lo que venía haciendo que las imágenes que partieron desde el campo de juego estuvieron en consonancia con el pasado reciente, el de un Central apático, con algo de ganas, pero preso de sus propias limitaciones. Ni siquiera esa apuesta de las dos líneas de cuatro, con el Pupi recostado por izquierda resultó un cambio importante. Por eso ese primer tiempo en el que recién a los 13’ apareció algo de acción, cuando Penel fue al VAR a revisar una mano de Ortíz tras el remate de Montoya. Cuatro minutos más tarde marcó la pena máxima, pero Lucas Gamba (había convertido ante Sol de Mayo) falló en el remate y el Ruso Rodríguez le detuvo el disparo.
Esa acción pareció encender a Central, pero la luz resultó tenue, porque el juego nunca tuvo consistencia, ni por derecha ni por izquierda. Para fortuna del canalla, a Godoy Cruz tampoco se le encendieron las luces, ni siquiera en esas muchas situaciones en los que los jugadores de Central regalaron la pelota. Así, el único momento de zozobra fue esa pelota cruzada que sorprendió a todos, incluso al propio Salomón Rodríguez, que falló frente a Servio.
Sin fútbol y las ideas ausentes Central intentó ir como podía más que como debía, de allí que todo quedara remitido a alguna acción aislada, como esa de los 30’ en la que el Pupi se filtró entre dos y la punteó ante la salida del Ruso Rodríguez, que otra vez se quedó con el duelo. No mucho más para un primer tiempo soporífero, feo y mal jugado, de un lado y del otro.
Pero lo del complemento fue otra cosa, superadora por cierto. Porque Central encontró los caminos adecuados para marcar la diferencia, al menos desde el juego. Es que el Pupi Ferreyra ganó en velocidad y en precisión, el medio se mostró más sólido y la búsqueda ya fue de una manera distinta.
El cabezazo de Komar que el Ruso Rodríguez mandó al córner pudo haber sido el momento ideal para plasmar esa supremacía, pero no fue el caso, Tampoco lo fueron esa mediavuelta de Almada que lamió el palo izquierdo, ni el bombazo que Montoya estrelló en el travesaño.
Hasta que después de algunas chances más llegó esa patada de Ramírez sobre Buonanotte que obligó a Penel a ir al VAR. Otro penal, esta vez bajo la responsabilidad de Servio, que definió con una tranquilidad asombrosa.
De ahí en más, los cambios de Pirulo Rivarola y alguna que otra aproximación de Godoy Cruz, pero nada que hiciera correr peligro ese triunfo de enorme valor por el momento que vive el canalla, pero sobre todas las cosas por lo justo que resultó y por la forma en la que lo consiguió.
¡TRIUNFO del CANALLA ante el TOMBA con GOL de SERVIO! | Rosario Central 1-0 Godoy Cruz | Resumen