Pausa momentánea de Newell’s en la Copa Sudamericana, antes de retomar esa competencia en la que tiene puntaje ideal. Este domingo, a las 21, el equipo rojinegro tendrá un nuevo compromiso de la Liga Profesional, en donde su rendimiento es desparejo, mucho más que lo fue en el comienzo del torneo. Experimenta un declive que lo encuentra, previo a esta visita a Tigre en Victoria, con tres partidos sin ganar y apenas uno en las últimas seis fechas. Una magra cosecha de puntos que requiere una reacción futbolística, considerando que por el momento se encuentra fuera de las zonas de clasificación a la Sudamericana y Libertadores del próximo año. Y, aunque parezca exagerado, siendo que falta tanto para definir a los equipos clasificados, es un camino a construir partido tras partido y de allí que le resulte necesario enderezar el rumbo.
La posición en la tabla es consecuencia de la irregularidad rojinegra en las primeras 14 fechas de la liga, acentuada después del importante triunfo sobre San Lorenzo por 1 a 0. Durante ese lapso, a las buenas producciones contra Racing (1-0) y River (0-1) se le contrapuso un rendimiento discreto frente a Estudiantes (0-3), Central (0-0), Belgrano (0-1) y Argentinos (0-0), dejando en evidencia de manera más marcada la falta de potencia ofensiva y el escaso poder de gol del equipo.
Newell’s pretende ser ofensivo, pero en la mayoría de las ocasiones se reduce a un cúmulo de intenciones, con eficacia dispar. Este es el inconveniente a subsanar en la cancha de Tigre, con futbolistas cuya misión es responder al fútbol que quiere Gabriel Heinze. También dependerá de la mano del entrenador, cuya insistencia por ubicar a Jorge Recalde de nueve no se justifica por lo que el paraguayo demuestra, en un equipo con un gol en 6 partidos.
Si desde el juego le cuesta plasmar a Newell’s una idea, la actitud y predisposición compensan de alguna manera lo que le falta, siendo un conjunto competitivo. Una postura que no se resigna y no puede faltar frente al buen momento que atraviesa Tigre, invicto en los últimos 6 encuentros (3 triunfos y 3 empates), con una vocación ofensiva parecida que siempre busca el entrenador Diego Martínez.
Para Newell’s poco cambia que vaya a jugar de visitante. Salvo frente a Racing, siempre ejerció el control de la pelota con mayor frecuencia que todos sus adversarios. Entonces, se aguarda que eso suceda frente a Tigre, o al menos trate de llevarlo a cabo, sin importar a los titulares que elija Heinze o al sistema táctico que defina.
>> Leer más: Sin Pablo Pérez, los concentrados
El dinamismo que le dio Marcos Portillo al mediocampo rojinegro es un buen indicio para imaginar que continuará entre los once, aunque al equipo le falte ese volante creativo que maneje los tiempos con la pelota, una función que Cristian Ferreira rara vez llegó a cumplir y que por eso lo relegó al banco.
Guillermo Ortiz también continuaría en el equipo, debido a la ausencia de Gustavo Velázquez por no estar recuperado del traumatismo de hombro, y aunque también haya viajado Facundo Mansilla, que ya tiene el alta de la distensión muscular.
El triunfo sobre Santos en la Sudamericana, con un gol del rendidor Iván Gómez, es un estímulo para intentar retornar este domingo a la victoria en la liga y reacomodarse en la tabla. Es que solo ganando, y con frecuencia, estará en la discusión por el acceso a las copas, el objetivo anual que se propuso esta comisión directiva.
Sin el goleador Retegui
Para Newell’s es positivo que Mateo Retegui, goleador de la liga, con 9 tantos, no vaya a jugar esta noche en Tigre. El atacante llegó a las cinco tarjetas amarillas y tendrá que cumplir la fecha de suspensión. Retegui, que en la semana le anotó un gol, de penal, a Puerto Cabello por la Sudamericana, fue pretendido por Heinze para reforzar el ataque de Newell’s. Pero Boca, propietario del pase, prefirió cederlo otra vez a Tigre. Hoy lo reemplazaría Tomás Badaloni.