La luna santafesina tuvo dos caras para Newell's. Una nítida, cautivante, seductora e iluminada en el primer tiempo. Y otra cara opaca, insulsa, difusa y errante en el complemento. Porque el equipo de Llop jugó dos partidos diametralmente opuestos, divididos exactamente en 45 minutos. En la etapa inicial, la Lepra fue un equipo sólido, atrevido y ofensivo. Y se impuso con absoluta justicia con el gol tempranero de Luis Leal. Pero en el complemento nunca despegó, fue una sombra y no tuvo respuestas al empate de Cvitanich. Después en los penales la sonrisa fue leprosa.
Newell's arrancó rápido y furioso. A los tres minutos, en el amanecer del juego, gran desborde de San Román por la derecha, centro preciso y entrada goleadora de Luis Leal, mediante un cabezazo endiablado que se filtró en el arco del Taladro.
En esa etapa inicial la Lepra, ayer de camiseta negra de entrenamiento con número (la oficial Umbro la presentan el lunes), fue el dueño de la pelota, con buena movilidad de Rivero y Sarmiento, y con Sills copando el círculo central y ganando las divididas. Fértoli estuvo inquieto y participativo. Y con el pibe Cabrera junto a Leal sosteniendo con criterio la pelota en tres cuartos. Con estos argumentos y defendiendo lejos del arquero debutante Nelson Ibáñez, los rojinegros justificaron la diferencia e incluso la pudieron ampliar en los 45 iniciales.
Porque Newell's se sintió cómodo jugando en campo contrario y así, una vez que maniató al Taladro, fue por más. A los 18', un córner de Sarmiento al segundo palo fue capitalizado por el cabezazo de Sills que controló el arquero Arboleda. Y enseguida Cabrera sacó un remate cruzado que se fue ancho. Hasta los 25 minutos fue todo de Newell's. Luego el Taladro se animó a cruzar la mitad de la cancha y Sperduti remató apenas arriba un tiro libre desde la izquierda. Igual el equipo del Chocho siempre fue una amenaza con los arranques de la Pantera Leal. Y sin sobresaltos atrás.
La Lepra aceleró de nuevo. A los 39', gran diagonal de San Román y tremendo zapatazo que abolló el travesaño y le movió las ramas al arquero Arboleda. Al toque, Leal quedó mano a mano y tapó el uno del Taladro con un achique magistral. Gran supremacía rojinegra.
Newell's jugó un sólido primer tiempo. De alto nivel técnico y con eficacia colectiva. Porque redujo a la mínima expresión a un rival siempre chivo como Banfield. Hasta mereció irse al descanso con algún gol más en el bolsillo.
En el complemento Banfield se adelantó en el campo e intentó manejar la pelota. Newell's se replegó en busca de salir rápido de contra. Pero el vuelto del Taladro en el marcador llegó rápido. Se durmió la Lepra en una pelota quieta. Centro desde la izquierda y cabezazo letal de Cvitanich. Uno a uno y volver a empezar.
Todo lo bueno que hizo Newell's en la etapa inicial quedó en la nada. Porque a los de Llop los invadió la imprecisión generalizada en el arranque de la segunda etapa. Perdieron la pelota, las ideas y el control del partido de manera abrupta.
Torres ingresó por Fértoli en busca de chispa en tres cuartos. Y Opazo suplantó a Cabrera arriba. Newell's ya había hecho el gasto futbolístico en la etapa inicial y en el tramo final todo era más voluntad que ideas claras para los rojinegros.
Tan radical fue el cambio de un tiempo a otro que en el complemento Newell's no pateó al arco. Una clara muestra de las dos caras leprosas en la noche de Santa Fe. En el final, la picó Bertolo cuando tenía el segundo servido y, entre el achique de Ibáñez y la buena cobertura de Sills, ahogaron el grito del Taladro.
Newell's, que el primer tiempo se lució, en el complemento fue una sombra y apenas empató. Después los penales le devolvieron la imagen del principio.
