En el marco de la disputa del Mundial de fútbol femenino en Australia y Nueva Zelanda, Marta, la jugadora brasileña más importante de la historia de Sudamérica, no pudo contener las lágrimas cuando en la conferencia de prensa analizó el gran crecimiento que alcanzó este deporte a nivel mundial. “¿Sabes lo que es genial? Que cuando comencé a jugar no tenía una ídola del femenino. Ustedes no mostraban fútbol femenino. ¿Cómo se suponía que las iba a ver? ¿Cómo iba a imaginar que podía llegar a la selección, convertirme en lo que soy, en una referencia? Hoy salimos a la calle y la gente nos para para hablarnos dicen: 'Mi hija te adora, ella quiere ser como vos’. Y no es solo conmigo, hay otras jugadoras también. Hoy tenemos nuestras propias referentes”, reflexionó la experimentada futbolista de 37 años, quien jugó su primer Mundial en Estados Unidos 2003 y desde entonces ha sido una calificada testigo sobre el espacio y expansión que alcanzó el fútbol femenino en el mundo.