El plan de Argentina no funcionó. Bauza tenía en claro lo que debía hacer, pero la mayoría del equipo defeccionó en su desarrollo. Quedó a merced del ímpetu de Bolivia, que con un cabezazo de Arce y un furibundo remate de Martins lo derrotó por 2 a 0 en la altura de La Paz.
La premisa de Argentina era controlar la pelota y quitarle ritmo a Bolivia. Pero era el local el que la tenía en la primera etapa. Y se aproximaba a los dominios de Romero. Martins le ganó de arriba a Musacchio y la pelota salió cerca. En otra, Chumacero mandó el centro atrás, Arce le dio de frente al arco y Roncaglia desvió lo que tenía destino de gol. Y en la siguiente, Castro tiró desde afuera y el arquero argentino la sacó al córner.
Argentina se reducía casi a Di María. El ex Central aprovechó un error boliviano y su tiro cruzado se fue por poco.
A los intentos de Di María se sumó de a poco Banega. Hacía lento el juego y entregaba con justeza. Hasta probó al arco desde afuera del área y obligó al manotazo salvador de Lampe.
La presencia de Argentina en el terreno era otra después del asedio inicial. Y estuvo cerca de abrir el marcador. Pratto entregó a Correa, Di María corrió por el medio sin marcas y la recibió de frente al arquero, pero su remate fue sacado por Lampe.
Y en el momento en que Argentina lo tenía medianamente controlado, Escobar la puso al segundo palo y Arce le ganó de arriba a Musacchio para someter a Romero.
Cuando Roncaglia se dejó ganar la pelota por Flores y el marcador izquierdo la cedió a Martins para que aumente el resultado a los pocos minutos del segundo tiempo, la sensación era que estaba todo definido. Y fue así nomás, pese a los cambios que intentó el Patón y algunas buenas aproximaciones sin final.
Hubo un remate-centro rasante de Di María que no logró empujar Pratto (estaba en offside). Y otra jugada con los mismos intérpretes, que terminó con el cabezazo defectuoso del delantero. Fueron acciones esporádicas para un descuento que no fue.
Resignada, Argentina se volvió de La Paz con una derrota por la que no hizo nada para evitarla.