La grieta existe, no hay dudas. El fútbol argentino da pruebas contundentes de ello. Y se agranda. De un lado la primera división, del otro el ascenso. Dentro del ascenso, de un lado la B Nacional, la B, el Federal A y la D, del otro la C. La mayoría decide no jugar pero otros se oponen y quieren hacerlo. Reuniones, contestaciones y un cónclave que asomaba como necesario para ayer pero que recién se concretará hoy, cuando varios ya tienen fecha previstas de sus partidos, como es el caso de Central Córdoba. Un despropósito. Uno más para una AFA desgastada, que lejos está de ser normalizada como pretende la intervención de la Comisión que conduce Armando Pérez. Tal es la desidia, que los charrúas viajan igual porque su encuentro está programado para las 15.30 ante Deportivo Merlo, que no abriría la cancha. Apenas dos horas y media antes está previsto que el representante del ascenso, el titular de Barracas Central, Claudio Tapia, se junte con el hoy mandamás del fútbol argentino. De no creer.